Diez presuntos pistoleros y cuatro policías murieron ayer sábado durante un tiroteo en Villa Unión, perteneciente al estado de Coahuila, cerca de la frontera con Estados Unidos, informaron autoridades, en momentos de tensión entre los dos países sobre las bandas criminales.
Durante el incidente, ocurrido en la pequeña ciudad Villa Unión, a unos 65 kilómetros de la fronteriza Piedras Negras, "desapareció" además un número indeterminado de personas, entre ellas funcionarios de la localidad, dijo a periodistas el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme.
"No sabemos dónde están en estos momentos, ni si se los llevaron", agregó el funcionario, quien hablaba justo a las afueras de las oficinas del alcalde, cuya fachada lucía múltiples impactos de bala. "Por lo que se ve, querían causar ruido en la entidad y, además de ello, caos y miedo".
Usuarios de las redes sociales divulgaron imágenes de video de disparos, columnas de humo y camionetas con hombres armados circulando por la ciudad. Reuters no pudo comprobar de inmediato la autenticidad de las grabaciones.
El incidente ocurre durante una semana de pruebas para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo el viernes que no aceptaría ninguna intervención extranjera en México para hacer frente al crimen organizado.
A principios de la semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que planeaba designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, visitará México la próxima semana para revisar con funcionarios del país la colaboración binacional sobre seguridad
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