/ jueves 1 de febrero de 2024

AMLO y el constante golpeteo político a su figura

Durante su larga trayectoria política, López Obrador ha sido objeto de múltiples acusaciones y ataques por parte de sus opositores. Recordemos el año 2005, cuando se le acusó de haber violado la ley para, posteriormente, iniciar un proceso de desafuero en su contra. Lo anterior previo a una campaña electoral que fue altamente polarizada y llena de tensiones, lo que contribuyó a la difusión de información falsa y la manipulación de la opinión pública.

Recordemos que en las elecciones del 2012, hubo toda una campaña mediática elaborada por asesores extranjeros, dedicada a construir una imagen sensacionalista de desesperanza y retroceso, en caso de ganar Lopez Obrador. Posteriormente, en 2018, fue la campaña de las Fake News, pues la falta de legislación electoral en el tema, le permitió a la oposición difundir todo tipo de noticias falsas, al grado de inventar problemas de salud física y mental para cuestionar su capacidad de conducir el país.

Está sobradamente acreditado que Lopez Obrador es el Presidente más calumniado de la historia de México. Recibiendo acusaciones que van desde ser un populista, autoritario, hasta las que afirman que intenta socavar las instituciones democráticas del país. Sin embargo, también ha contado con un amplio apoyo de sus seguidores, quienes ven en él a un líder comprometido con la transformación del país.

Es importante destacar que estas acusaciones forman parte de la dinámica política y son comunes en cualquier gobierno, especialmente en un contexto polarizado como el actual. Recientemente, han circulado noticias que señalan que López Obrador habría recibido dinero del crimen organizado para financiar su campaña presidencial en 2006. Estas acusaciones han generado un gran revuelo mediático y político, pero hasta el momento no se han presentado pruebas contundentes que respalden dichas afirmaciones. López Obrador ha respondido a estas acusaciones con firmeza, negando rotundamente cualquier relación con el crimen organizado y calificándolas como parte de una estrategia de desprestigio por parte de sus opositores. Además, ha señalado que estas acusaciones, al venir de medios estadounidenses que se observan más como acusaciones de la derecha golpista que como investigaciones con un sustento legítimo, pretenden influir en los procesos electorales tanto del país vecino como de México y calumniar al Gobierno Federal y su proyecto de transformación del país. En última instancia, Andrés Manuel siempre ha dicho que será la historia la encargada de juzgar su gestión y el impacto de estas acusaciones en su legado político.

Durante su larga trayectoria política, López Obrador ha sido objeto de múltiples acusaciones y ataques por parte de sus opositores. Recordemos el año 2005, cuando se le acusó de haber violado la ley para, posteriormente, iniciar un proceso de desafuero en su contra. Lo anterior previo a una campaña electoral que fue altamente polarizada y llena de tensiones, lo que contribuyó a la difusión de información falsa y la manipulación de la opinión pública.

Recordemos que en las elecciones del 2012, hubo toda una campaña mediática elaborada por asesores extranjeros, dedicada a construir una imagen sensacionalista de desesperanza y retroceso, en caso de ganar Lopez Obrador. Posteriormente, en 2018, fue la campaña de las Fake News, pues la falta de legislación electoral en el tema, le permitió a la oposición difundir todo tipo de noticias falsas, al grado de inventar problemas de salud física y mental para cuestionar su capacidad de conducir el país.

Está sobradamente acreditado que Lopez Obrador es el Presidente más calumniado de la historia de México. Recibiendo acusaciones que van desde ser un populista, autoritario, hasta las que afirman que intenta socavar las instituciones democráticas del país. Sin embargo, también ha contado con un amplio apoyo de sus seguidores, quienes ven en él a un líder comprometido con la transformación del país.

Es importante destacar que estas acusaciones forman parte de la dinámica política y son comunes en cualquier gobierno, especialmente en un contexto polarizado como el actual. Recientemente, han circulado noticias que señalan que López Obrador habría recibido dinero del crimen organizado para financiar su campaña presidencial en 2006. Estas acusaciones han generado un gran revuelo mediático y político, pero hasta el momento no se han presentado pruebas contundentes que respalden dichas afirmaciones. López Obrador ha respondido a estas acusaciones con firmeza, negando rotundamente cualquier relación con el crimen organizado y calificándolas como parte de una estrategia de desprestigio por parte de sus opositores. Además, ha señalado que estas acusaciones, al venir de medios estadounidenses que se observan más como acusaciones de la derecha golpista que como investigaciones con un sustento legítimo, pretenden influir en los procesos electorales tanto del país vecino como de México y calumniar al Gobierno Federal y su proyecto de transformación del país. En última instancia, Andrés Manuel siempre ha dicho que será la historia la encargada de juzgar su gestión y el impacto de estas acusaciones en su legado político.