/ jueves 9 de mayo de 2024

Crónica del poder / A estas alturas de la campaña, no hay nada para nadie

Aún en los aciagos días que continúan como escenarios de campaña electoral, el poder de los candidatos al Senado, las Diputaciones federales, Diputaciones locales y Presidencias Municipales, sean de los partidos que sean que son 12, 7 con registro nacional y 5 locales, por la postulación están de hecho ungidos con liderazgo para conducir estrategias promocionales de su imagen y figura, proyectar sus cualidades, capacidades y aptitudes, construir y hacer propuestas, prepararse para la contienda en los debates políticos e ideológicos, diseñar itinerario y agendas, integrar equipos y comisiones de trabajo y lanzar acciones de propaganda impresa, medios electrónicos y redes sociales .

En otras palabras, gozan del privilegio de un poder que aunque efímero, es atendido y correspondido por militantes, simpatizantes, gobiernos de sus partidos, hasta reconocidos por los adversarios aliados o de oposición; si tienen el don de mando no tendrán resistencias en su equipo ni en el partido que los postula, su capacidad organizacional tiene que ser suficiente para la cobertura en los distritos y municipios; sus asesores o coordinadores de sector deberán alimentarlo cotidiana e integralmente de la información, los análisis, tendencias y evaluación de sus jornadas y las de la oposición, todo a tiempo y en tiempos reales.

Está bien claro que para esta etapa final de campañas, crece la complejidad e intensidad de las batallas, tienen que observar el realismo de las expectativas frente a los opositores pequeños o grandes, ninguno debe subestimarse, lo importante será exhibir confianza y seguridad en la victoria electoral resultado de la máxima encuesta del domingo 2 de junio, nada de que ya "este arroz ya se coció" o del presuntuoso exceso de que "solo falta el mero trámite de la elección porque ya el pueblo decidió". Nada de triunfalismos anticipados, por responsabilidad ante militancia y seguidores y por respeto a los adversarios, pero claro, sin perder serenidad, mesura ni certidumbre.

En este escenario de la contienda estatal, lo mejor será que cada candidato asuma desde ya la visión de su futuro, sea en la victoria o en la derrota, porque a éstas alturas las encuestas resultan inciertas, los hechos equívocos y erróneos de los gobiernos, los fenómenos de la inseguridad, violencia, torpezas administrativas, el discurso prepotente, los fracasos de programas vitales y prioritarios o emergentes, las corruptelas que son exhibidas, sin lugar a dudas, serán factores que pueden cambiar o alterar las tendencias y generar sorpresas, o sea, nadie, aún por poderosos o encumbrados y hasta protegidos por los gobiernos, puede asegurar que ya lo tiene todo ganado, nada ni nadie.

Así por ejemplo, hay personajes que pueden estar tambaleantes, gentes como Oscar Novella, Rubén Flores, Lyndiana Bugarín, Violeta Cerrillo, Carlos Peña Badillo, Verónica Alamillo, María del Refugio Ávalos, Maribel Villalpando, Jesús Padilla Estrada, Ernesto González Romo, Nieves Medellín, Heladio Verver y Vargas, Ana Luisa del Muro, Carolina Dávila Ramírez, hasta Soledad Luévano Cantú, tienen que "hacer de tripas corazón" y más les vale redoblar acciones de proselitismo y de acercamiento con los ciudadanos, asumir plena responsabilidad en la conquista del voto, porque ahora ya no será tan fácil que la representación popular les sea regalada u obsequiada por mediocres o inútiles.

Aún en los aciagos días que continúan como escenarios de campaña electoral, el poder de los candidatos al Senado, las Diputaciones federales, Diputaciones locales y Presidencias Municipales, sean de los partidos que sean que son 12, 7 con registro nacional y 5 locales, por la postulación están de hecho ungidos con liderazgo para conducir estrategias promocionales de su imagen y figura, proyectar sus cualidades, capacidades y aptitudes, construir y hacer propuestas, prepararse para la contienda en los debates políticos e ideológicos, diseñar itinerario y agendas, integrar equipos y comisiones de trabajo y lanzar acciones de propaganda impresa, medios electrónicos y redes sociales .

En otras palabras, gozan del privilegio de un poder que aunque efímero, es atendido y correspondido por militantes, simpatizantes, gobiernos de sus partidos, hasta reconocidos por los adversarios aliados o de oposición; si tienen el don de mando no tendrán resistencias en su equipo ni en el partido que los postula, su capacidad organizacional tiene que ser suficiente para la cobertura en los distritos y municipios; sus asesores o coordinadores de sector deberán alimentarlo cotidiana e integralmente de la información, los análisis, tendencias y evaluación de sus jornadas y las de la oposición, todo a tiempo y en tiempos reales.

Está bien claro que para esta etapa final de campañas, crece la complejidad e intensidad de las batallas, tienen que observar el realismo de las expectativas frente a los opositores pequeños o grandes, ninguno debe subestimarse, lo importante será exhibir confianza y seguridad en la victoria electoral resultado de la máxima encuesta del domingo 2 de junio, nada de que ya "este arroz ya se coció" o del presuntuoso exceso de que "solo falta el mero trámite de la elección porque ya el pueblo decidió". Nada de triunfalismos anticipados, por responsabilidad ante militancia y seguidores y por respeto a los adversarios, pero claro, sin perder serenidad, mesura ni certidumbre.

En este escenario de la contienda estatal, lo mejor será que cada candidato asuma desde ya la visión de su futuro, sea en la victoria o en la derrota, porque a éstas alturas las encuestas resultan inciertas, los hechos equívocos y erróneos de los gobiernos, los fenómenos de la inseguridad, violencia, torpezas administrativas, el discurso prepotente, los fracasos de programas vitales y prioritarios o emergentes, las corruptelas que son exhibidas, sin lugar a dudas, serán factores que pueden cambiar o alterar las tendencias y generar sorpresas, o sea, nadie, aún por poderosos o encumbrados y hasta protegidos por los gobiernos, puede asegurar que ya lo tiene todo ganado, nada ni nadie.

Así por ejemplo, hay personajes que pueden estar tambaleantes, gentes como Oscar Novella, Rubén Flores, Lyndiana Bugarín, Violeta Cerrillo, Carlos Peña Badillo, Verónica Alamillo, María del Refugio Ávalos, Maribel Villalpando, Jesús Padilla Estrada, Ernesto González Romo, Nieves Medellín, Heladio Verver y Vargas, Ana Luisa del Muro, Carolina Dávila Ramírez, hasta Soledad Luévano Cantú, tienen que "hacer de tripas corazón" y más les vale redoblar acciones de proselitismo y de acercamiento con los ciudadanos, asumir plena responsabilidad en la conquista del voto, porque ahora ya no será tan fácil que la representación popular les sea regalada u obsequiada por mediocres o inútiles.