/ miércoles 22 de mayo de 2024

Crónica del poder / Ante excesos de campaña, preferencias ciudadanas se reducen

A solo 11 días del domingo 2 de junio electoral, hay que ver las campañas languidecer, en desánimo, en decadencia por el hartazgo ciudadano, los discursos cansados y muy afectados o contagiados de odio, descalificaciones, injurias, insultos y calumnias, nada que ver como lo pinta el Presidente Andrés Manuel López Obrador, " que el pueblo mexicano está en su mejor momento, muestran una democracia auténtica", algo queda a salvo de pasión y tensiones que solo se dan entre los actores principales, los candidatos en las alturas, Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez y acá los de abajo, Saúl Monreal Ávila, Claudia Anaya Mota, Miguel Torres Rosales, Tere Villegas Santillán, Tomás Torres Torres, Jorge Miranda Castro, Juan del Real, Miguel Ángel Varela Pinedo, Roberto Luévano Ruíz, Héctor Méndez Rodriguez y José Saldivar Alcalde y párele de contar, todos y todo en el corredor electoral.

Pero en la realidad y en la percepción, las jornadas promocionales de los candidatos, tal parece que desalientan a la gente a votar, cuando la motivación y hasta provocación, ha de ser inducirlos con inteligencia, con las mejores propuestas e ideas, con firmes compromisos de cambio, con aspiraciones y esperanzas de verdadera renovación, alejamiento de la corrupción, de la deshonestidad y de la degradación del quehacer político; el despilfarro monumental de los panorámicos y espectaculares, ya no convencen, las caravanas de vehículos suburbans y dobles cabinas, impresionan pero su exceso e indolencia, generan decepción, son el mismo escenario, la repetición de las mismas películas de hace 50, 30 o 20 años, de los sexenios añejados o olvidados que nada han dejado de huellas de grandeza o trascendencia.

La estrategia del exceso de confianza entre morenistas y aliados, es grave error, es falso que ya tienen la victoria en la bolsa, un derroche de optimismo que es ilusorio y que no conlleva la responsabilidad óptima de convocatoria y llamados al ciudadano ante las urnas electorales; es improbable que la oposición ya tenga asegurada la sorpresa, como innecesario es que se promueva la continuidad con cambio como la insistente y flagrante intromisión desde el poder en el proceso electoral, que sólo impregna de sospechas de fraude. No hay pues confianza ni suficiente credibilidad ciudadana ante las expresiones, ofertas, propuestas y menos ante las confrontaciones odiosas de candidatos.

Como aderezo a las campañas en Zacatecas, la presencia del Presidente mañana para consolidar el sistema de salud IMSS Bienestar, será aliciente sin duda, pero se duda que alguien de entre gobernantes y candidatos se atrevan a recordarle los famosos incumplimientos con los zacatecanos; que buena y extraordinaria la obsesión por alcanzar el mejor sistema de salud del mundo, pero, ¿y la presa de Milpillas, la nómina magisterial federalizada y la autopista a Aguascalientes? ¿Cuándo llegará ese cuándo? Porque la verdad sea dicha, y no es percepción sino triste realidad, que la sociedad está decepcionada y más se duele, porque la ausencia de esas decisiones traducidas en hechos, hoy reproducen lesiones, miserias, urgencias y emergencias que se reflejan por la inclemente sequía, el retroceso en infraestructura y las carencias de miles de familias de los maestros y trabajadores de la educación.

A solo 11 días del domingo 2 de junio electoral, hay que ver las campañas languidecer, en desánimo, en decadencia por el hartazgo ciudadano, los discursos cansados y muy afectados o contagiados de odio, descalificaciones, injurias, insultos y calumnias, nada que ver como lo pinta el Presidente Andrés Manuel López Obrador, " que el pueblo mexicano está en su mejor momento, muestran una democracia auténtica", algo queda a salvo de pasión y tensiones que solo se dan entre los actores principales, los candidatos en las alturas, Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez y acá los de abajo, Saúl Monreal Ávila, Claudia Anaya Mota, Miguel Torres Rosales, Tere Villegas Santillán, Tomás Torres Torres, Jorge Miranda Castro, Juan del Real, Miguel Ángel Varela Pinedo, Roberto Luévano Ruíz, Héctor Méndez Rodriguez y José Saldivar Alcalde y párele de contar, todos y todo en el corredor electoral.

Pero en la realidad y en la percepción, las jornadas promocionales de los candidatos, tal parece que desalientan a la gente a votar, cuando la motivación y hasta provocación, ha de ser inducirlos con inteligencia, con las mejores propuestas e ideas, con firmes compromisos de cambio, con aspiraciones y esperanzas de verdadera renovación, alejamiento de la corrupción, de la deshonestidad y de la degradación del quehacer político; el despilfarro monumental de los panorámicos y espectaculares, ya no convencen, las caravanas de vehículos suburbans y dobles cabinas, impresionan pero su exceso e indolencia, generan decepción, son el mismo escenario, la repetición de las mismas películas de hace 50, 30 o 20 años, de los sexenios añejados o olvidados que nada han dejado de huellas de grandeza o trascendencia.

La estrategia del exceso de confianza entre morenistas y aliados, es grave error, es falso que ya tienen la victoria en la bolsa, un derroche de optimismo que es ilusorio y que no conlleva la responsabilidad óptima de convocatoria y llamados al ciudadano ante las urnas electorales; es improbable que la oposición ya tenga asegurada la sorpresa, como innecesario es que se promueva la continuidad con cambio como la insistente y flagrante intromisión desde el poder en el proceso electoral, que sólo impregna de sospechas de fraude. No hay pues confianza ni suficiente credibilidad ciudadana ante las expresiones, ofertas, propuestas y menos ante las confrontaciones odiosas de candidatos.

Como aderezo a las campañas en Zacatecas, la presencia del Presidente mañana para consolidar el sistema de salud IMSS Bienestar, será aliciente sin duda, pero se duda que alguien de entre gobernantes y candidatos se atrevan a recordarle los famosos incumplimientos con los zacatecanos; que buena y extraordinaria la obsesión por alcanzar el mejor sistema de salud del mundo, pero, ¿y la presa de Milpillas, la nómina magisterial federalizada y la autopista a Aguascalientes? ¿Cuándo llegará ese cuándo? Porque la verdad sea dicha, y no es percepción sino triste realidad, que la sociedad está decepcionada y más se duele, porque la ausencia de esas decisiones traducidas en hechos, hoy reproducen lesiones, miserias, urgencias y emergencias que se reflejan por la inclemente sequía, el retroceso en infraestructura y las carencias de miles de familias de los maestros y trabajadores de la educación.