/ martes 21 de mayo de 2024

Crónica del poder / Debates sin trascendencia, ni consecuencia e inútiles

Sin remedio, el arroz en los debates se ha cocido, tanto que se les hizo engrudo con bolas y así lo demostraron por tercera vez los candidatos presidenciales Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruíz y Jorge Álvarez Máynez, porque más triangularon los ataques que propuestas, y los ciudadanos quedan ayunos de respuestas, soluciones y compromisos, que aunque los expresaron de pasada y superficialmente, otra vez no han convencido y las franjas de los indiferentes e indecisos permanecen estables, con la esperanza de ser captados, cooptados o conquistados de aquí al 2 de junio, el día de la gran definición, la fecha de la verdadera encuesta, cuyo resultado tiene que unir no dividir.

Candidatas y candidatos se resisten a asumir y ejercer sus responsabilidades públicas en la promoción y conquista de los votos ciudadanos ante las urnas electorales y más prefieren sacarse lo trapitos al sol, que más bien o mal, son colas que ellos o ellas mismas se pisan, porque aunque sonrían con falsedad, actúen con simulación y despotrican su lenguaje soez, insultante o calumnioso, solo demuestran que no cambian ni quieren cambiar, son lo mismo de los mismos de hace 30 años o 5 sexenios, insisten en continuar con el hartazgo y nunca intentan incidir en el rumbo de las decisiones, porque les conviene que las cosas de la vida pública sigan igual con careta de transformación.

Devéras, no hay apuntalamiento en las campañas presidenciales, salvo la enorme y masiva manifestación de la Marea Rosa en favor de la candidata Xóchitl Gálvez y la que los mexicanos esperan ver agigantada e inalcanzable de la candidata Claudia Sheinbaum para el próximo miércoles 29 de mayo, también en el Zócalo de la Ciudad de México, que obviamente, estará despejado y con Bandera Nacional a todo lo alto.

Por eso, las definiciones sociales y ciudadanas no se ventilan y quedan discretas para solo abrirse el domingo 2 de junio, son métodos de campaña promocionales que ya no tienen sentido, ya no convencen, solo son útiles para que candidatos y partidos se gasten las prerrogativas y hasta se excedan con desmesura y despilfarro en propaganda impresa, mediática, cibernética y en las redes sociales.

Las lecciones o experiencias locales derivan de los escenarios nacionales, así por ejemplo y para hablar de los más notables debates, el de los candidatos a la presidencia municipal de Zacatecas Capital, se lució, no precisamente por el diálogo respetuoso y las trascendentes propuestas de gobierno, sino por el intercambio de las más groseras ofensivas entre Jorge Miranda Castro y Miguel Ángel Varela Pinedo, con impactantes delaciones que dejaron azorados a los ciudadanos y opacadas las serias y más responsables ofertas y propuestas de los aspirantes Adriana Torres Rodriguez, Juan del Real y Heladio Verver y Vargas. Degradación del quehacer político que ahuyenta a votantes.

Otro testimonio de salvajismo electoral se dio en Guadalupe, un debate dónde más brillaron y con espectacularidad los ataques entre José Saldivar Alcalde y Roberto Luévano Ruíz, quienes hicieron sentir la presencia del fantasma o cadáver político del prófugo Julio César Chávez, el verdadero autor de la crisis política y división entre la población guadalupense. Necesariamente, los ciudadanos debieron voltear a ver y escuchar más a los candidatos Laura Ruelas Gutiérrez, Héctor Méndez Rodríguez, Omar González y Flor de María González, rostros más novedosos.

Sin remedio, el arroz en los debates se ha cocido, tanto que se les hizo engrudo con bolas y así lo demostraron por tercera vez los candidatos presidenciales Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruíz y Jorge Álvarez Máynez, porque más triangularon los ataques que propuestas, y los ciudadanos quedan ayunos de respuestas, soluciones y compromisos, que aunque los expresaron de pasada y superficialmente, otra vez no han convencido y las franjas de los indiferentes e indecisos permanecen estables, con la esperanza de ser captados, cooptados o conquistados de aquí al 2 de junio, el día de la gran definición, la fecha de la verdadera encuesta, cuyo resultado tiene que unir no dividir.

Candidatas y candidatos se resisten a asumir y ejercer sus responsabilidades públicas en la promoción y conquista de los votos ciudadanos ante las urnas electorales y más prefieren sacarse lo trapitos al sol, que más bien o mal, son colas que ellos o ellas mismas se pisan, porque aunque sonrían con falsedad, actúen con simulación y despotrican su lenguaje soez, insultante o calumnioso, solo demuestran que no cambian ni quieren cambiar, son lo mismo de los mismos de hace 30 años o 5 sexenios, insisten en continuar con el hartazgo y nunca intentan incidir en el rumbo de las decisiones, porque les conviene que las cosas de la vida pública sigan igual con careta de transformación.

Devéras, no hay apuntalamiento en las campañas presidenciales, salvo la enorme y masiva manifestación de la Marea Rosa en favor de la candidata Xóchitl Gálvez y la que los mexicanos esperan ver agigantada e inalcanzable de la candidata Claudia Sheinbaum para el próximo miércoles 29 de mayo, también en el Zócalo de la Ciudad de México, que obviamente, estará despejado y con Bandera Nacional a todo lo alto.

Por eso, las definiciones sociales y ciudadanas no se ventilan y quedan discretas para solo abrirse el domingo 2 de junio, son métodos de campaña promocionales que ya no tienen sentido, ya no convencen, solo son útiles para que candidatos y partidos se gasten las prerrogativas y hasta se excedan con desmesura y despilfarro en propaganda impresa, mediática, cibernética y en las redes sociales.

Las lecciones o experiencias locales derivan de los escenarios nacionales, así por ejemplo y para hablar de los más notables debates, el de los candidatos a la presidencia municipal de Zacatecas Capital, se lució, no precisamente por el diálogo respetuoso y las trascendentes propuestas de gobierno, sino por el intercambio de las más groseras ofensivas entre Jorge Miranda Castro y Miguel Ángel Varela Pinedo, con impactantes delaciones que dejaron azorados a los ciudadanos y opacadas las serias y más responsables ofertas y propuestas de los aspirantes Adriana Torres Rodriguez, Juan del Real y Heladio Verver y Vargas. Degradación del quehacer político que ahuyenta a votantes.

Otro testimonio de salvajismo electoral se dio en Guadalupe, un debate dónde más brillaron y con espectacularidad los ataques entre José Saldivar Alcalde y Roberto Luévano Ruíz, quienes hicieron sentir la presencia del fantasma o cadáver político del prófugo Julio César Chávez, el verdadero autor de la crisis política y división entre la población guadalupense. Necesariamente, los ciudadanos debieron voltear a ver y escuchar más a los candidatos Laura Ruelas Gutiérrez, Héctor Méndez Rodríguez, Omar González y Flor de María González, rostros más novedosos.