Tras el debate presidencial y a solo 50 días de los comicios del 2 de junio, la competencia electoral sube de tono e intensidad, los actores y protagonistas arrecian ofensivas y resurgen liderazgos que necesariamente provocan modificaciones y alteración en las encuestas y versiones de preferencias, hay fuerzas que descienden y otras que acortan distancias de adversarios u opositores y en la contienda destacan las crecientes participaciones de los Partidos Morena y Revolucionario Institucional, sus estructuras organizacionales y electorales se movilizan en torno de sus figuras más prestigiosas y Zacatecas se convierte en escenario de batallas que impactarán en los cambios y transformaciones.
Es innegable que los actuales momentos electorales ya se caracterizan por las presiones de poder a poder, justamente el mismo día que en la Legislatura del Estado durante su comparecencia el Fiscal General Cristian Paul Camacho, anuncia que si se investiga al ex gobernador Miguel Alonso Reyes y que se mantiene la búsqueda del expresidente de Guadalupe, Julio César Chávez, el comité ejecutivo nacional del Partido Revolucionario Institucional, lanza al frente de batalla a su Secretario de Operación Política, Miguel Alonso Reyes, quien designa y toma protesta al experimentado y de indeclinable lealtad José Marco Antonio Olvera Acevedo, como Delegado del partido en Zacatecas.
No es hecho casual, sino la más impactante estrategia política que reafirma la determinación del PRI y sus aliados de rescatar y recuperar el estado de las manos del morenismo, no en balde entre la clase política añeja y nueva, se reconoce que Alonso Reyes como gobernador y durante su régimen desde 2010, nunca perdió una elección federal o estatal y que Pepe Olvera, quien ha sido desde presidente municipal de su tierra Sombrerete, diputado local, diputado federal, senador de la República y candidato a gobernador, además de delegado en varios estados del país, el violento escenario de Guerrero fue su última comisión, por lo que es indudable que son una suma de fuerzas que ya han motivado el activismo de cuadros adormecidos e inconformes con la actual situación política y gubernamental.
Lo inusitado y paradójico, consecuencia del acuerdo de la coalición Fuerza y Corazón por México y Zacatecas, es que al evento de toma de posesión del Delegado Olvera Acevedo, con la presencia de Miguel Alonso Reyes, asistieron los dirigentes de los partidos otrora adversarios y ahora aliados, Verónica Alamillo, del Partido Acción Nacional y Guadalupe Hernández, del Partido de la Revolución Democrática y los candidatos Miguel Torres Rosales, a Senador de la República; Miguel Ángel Varela Pinedo, a la presidencia municipal de Zacatecas Capital; y Raymundo Moreno Romero, a diputado federal por el tercer distrito electoral, o sea panistas y perredistas ratificaron el poderío aliancista.
Lo cierto es que de esta asamblea de la cúpula opositora, los dirigentes y líderes salieron más convencidos de la capacidad direccional y de liderazgo, para que durante el resto de las campañas se consolide la cohesión, sea elevada la calidad de competición frente a los partidos en el poder, Morena, del Trabajo y Verde Ecologista, Encuentro Solidario y Nueva Alianza, que se mantienen adelante en la lucha y que sus candidatos en el escenario federal como local, dinamicen la interlocución y armonicen con el Frente Cívico Nacional, para que sea intensificada la ofensiva y ofrecer a los ciudadanos un auténtico debate de propuestas e ideas.
