/ miércoles 6 de diciembre de 2023

Crónica del poder | La unidad es la consigna de todos en Morena, pero…

En éstos tiempos de la cuarta transformación ostentarse de izquierda es la más fácil expresión, cualquiera la suelta sin motivación y mucho menos sin reflexión o análisis, por eso a personajes como Javier Corral Jurado, ex gobernador panista, por tan solo sentarse al lado de Claudia Sheinbaum pardo, ya lo colocan en la izquierda; como así perfilan a Alejandro Murat, ex gobernador de Oaxaca y al también ex gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses que la gente, la clase política solo los reconoce como oportunistas decididos a convivir con el actual régimen, aunque en la frente llevan marcado el signo de su origen partidista, el chihuahuense en azul panista y los otros dos tricolores, un estigma del que nunca podrán distanciarse ni borrarlo, a donde quiera que vayan serán eso, menos de izquierda.

Viene al caso el comentario anterior, porque en el escenario electoral por las senadurías y diputaciones federales en el partido Morena, todos los actores aspirantes coinciden en llamar insistentemente a la unidad, obvio que convocan y exhortan, porque esa unidad es inexistente y porque exhiben dispersión, abismales diferencias, viven enfrentados y divididos, más que por principios ideológicos o políticos, por ambiciones vulgares e intereses personales, algunos se manifiestan abiertamente contra el gobierno de David Monreal Ávila, al tiempo que exigen candidaturas por el mismo partido del mandatario, no hay pues congruencia, carecen de identidad, no actúan con lealtad y solo difunden coincidencias que son simulación o poses comodinas para reencontrarse con el espacio de poder que reclaman.

Apenas conocieron hace una semana, que el comité estatal de Morena, a través de Rubén Flores Márquez, el presidente del consejo estatal, solicitó a la dirigencia nacional no ir en alianza con los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista, de inmediato pusieron el grito en el cielo y tras reiterados pronunciamientos el lunes publicaron una manifiesto dirigido a Mario Delgado Carrillo y Citlali Hernández Mora, presidente y secretaria general del comité nacional de Morena, entre los signantes destacan Luis Medina Lizalde y Raymundo Cárdenas Hernández, auténticos militantes de izquierda; Arturo Romo Gutiérrez, ex gobernador reconocido como verdadero líder de izquierda en el PRI; José Narro Céspedes, Mirna Maldonado Tapia, Javier Calzada Vázquez, Gilberto del Real y otros que exigen firmeza en la política de alianzas y en el método de las encuestas para lograr candidatos competitivos y leales.

Desde otro escenario pero sin dejar de ser los mismos morenistas leales a la cuarta transformación y consecuentes con la nueva gobernanza, están Saúl Monreal Ávila, Verónica Díaz Robles y Soledad Luévano Cantú; Maricarmen Salinas Robles, Bennelly Hernández Ruedas, Julia Olguín Serna, que también esperan la gran decisión sobre las candidaturas y la consigna que promueven y construyen, es la unidad y la reconciliación estatal y que tienen a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, como los liderazgos de enlace e identificación ideológica para dar continuidad a las transformaciones, edificar consensos, alentar la movilización de todas las fuerzas de izquierda que han de marchar cohesionadas hacia la elección del próximo 2 de junio, que no serán otros comicios más, sino que serán históricos, porque con "el poder del pueblo" van a ratificar la cuarta transformación y hacerlo en unidad. Es la consigna de todos, de éstos y aquéllos, aunque distanciados.

En éstos tiempos de la cuarta transformación ostentarse de izquierda es la más fácil expresión, cualquiera la suelta sin motivación y mucho menos sin reflexión o análisis, por eso a personajes como Javier Corral Jurado, ex gobernador panista, por tan solo sentarse al lado de Claudia Sheinbaum pardo, ya lo colocan en la izquierda; como así perfilan a Alejandro Murat, ex gobernador de Oaxaca y al también ex gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses que la gente, la clase política solo los reconoce como oportunistas decididos a convivir con el actual régimen, aunque en la frente llevan marcado el signo de su origen partidista, el chihuahuense en azul panista y los otros dos tricolores, un estigma del que nunca podrán distanciarse ni borrarlo, a donde quiera que vayan serán eso, menos de izquierda.

Viene al caso el comentario anterior, porque en el escenario electoral por las senadurías y diputaciones federales en el partido Morena, todos los actores aspirantes coinciden en llamar insistentemente a la unidad, obvio que convocan y exhortan, porque esa unidad es inexistente y porque exhiben dispersión, abismales diferencias, viven enfrentados y divididos, más que por principios ideológicos o políticos, por ambiciones vulgares e intereses personales, algunos se manifiestan abiertamente contra el gobierno de David Monreal Ávila, al tiempo que exigen candidaturas por el mismo partido del mandatario, no hay pues congruencia, carecen de identidad, no actúan con lealtad y solo difunden coincidencias que son simulación o poses comodinas para reencontrarse con el espacio de poder que reclaman.

Apenas conocieron hace una semana, que el comité estatal de Morena, a través de Rubén Flores Márquez, el presidente del consejo estatal, solicitó a la dirigencia nacional no ir en alianza con los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista, de inmediato pusieron el grito en el cielo y tras reiterados pronunciamientos el lunes publicaron una manifiesto dirigido a Mario Delgado Carrillo y Citlali Hernández Mora, presidente y secretaria general del comité nacional de Morena, entre los signantes destacan Luis Medina Lizalde y Raymundo Cárdenas Hernández, auténticos militantes de izquierda; Arturo Romo Gutiérrez, ex gobernador reconocido como verdadero líder de izquierda en el PRI; José Narro Céspedes, Mirna Maldonado Tapia, Javier Calzada Vázquez, Gilberto del Real y otros que exigen firmeza en la política de alianzas y en el método de las encuestas para lograr candidatos competitivos y leales.

Desde otro escenario pero sin dejar de ser los mismos morenistas leales a la cuarta transformación y consecuentes con la nueva gobernanza, están Saúl Monreal Ávila, Verónica Díaz Robles y Soledad Luévano Cantú; Maricarmen Salinas Robles, Bennelly Hernández Ruedas, Julia Olguín Serna, que también esperan la gran decisión sobre las candidaturas y la consigna que promueven y construyen, es la unidad y la reconciliación estatal y que tienen a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, como los liderazgos de enlace e identificación ideológica para dar continuidad a las transformaciones, edificar consensos, alentar la movilización de todas las fuerzas de izquierda que han de marchar cohesionadas hacia la elección del próximo 2 de junio, que no serán otros comicios más, sino que serán históricos, porque con "el poder del pueblo" van a ratificar la cuarta transformación y hacerlo en unidad. Es la consigna de todos, de éstos y aquéllos, aunque distanciados.