Las inquietudes e incertidumbre en la Secretaría de Educación del Estado parecen disiparse y se da un vuelco hacia una perspectiva de más sensibilidad y potencialidad unificadora y transformadora cuyo primer efecto e indicador es el fortalecimiento de la imagen gubernamental, para dejar en el olvido una etapa de deterioro institucional que debió transcurrir con acciones deshilvanadas, decisiones sin solución, continuidad y prolongación de dañinos conflictos, un quebrantamiento de la esencialidad tan fundamental de las políticas educativas que perdieron tiempos y profundidad en la generación de consecuencias del más positivo impacto social y perfeccionamiento de la nueva gobernanza.
Este episodio queda atrás por la decisión de David Monreal Ávila de designar como nueva Secretaría de Educación a la notable zacatecana María del Carmen Salinas Flores, una figura de reconocida capacidad y experiencia administrativa, una trayectoria de calidad moral y autoridad política que se ha moldeado, madurado y trascendido en el Senado de la República, en donde deja la enorme responsabilidad de Tesorera General, para asumir un compromiso directo de servicio público en Zacatecas, un formidable reto, una misión vital en la pasión y vocación por alcanzar los objetivos en la formación de las actuales y nuevas generaciones de niñas, niños y jóvenes.
La ausencia de diálogo y de armonía al seno de la institución conductora de las políticas educativas se había convertido en una incómoda complacencia y origen de problemas y conflictos innecesarios y desgastantes, un ambiente que de inmediato Maricarmen Salinas tiene que encarar y superar para hacer posible una productiva convivencia laboral y la extensión de relaciones respetuosas con el magisterio, abierta al diálogo y autocrítica, actitudes y comportamientos que desde el principio se observan avalados por la confianza del mandatario estatal, quien le dio la bienvenida al equipo y al movimiento que ahora sí, tendrá que ser innovador, creativo y transformador de la Secretaría de Educación.
Espero de usted todo su compromiso, su tiempo y talento para nuestro pueblo de Zacatecas, en bien de la educación y de los jóvenes y niños, le dijo el gobernador Monreal Ávila al tomarle protesta y presentarla ante los trabajadores y los maestros, que han de entrar en un proceso de recuperación y restauración de la imagen institucional, con el óptimo aprovechamiento de los recursos presupuestales que la Secretaría tiene asignados por un monto de 12 mil millones de pesos, el más alto del gobierno estatal y sobre todo, retomará las gestiones hacia la federalización de la nómina magisterial, un compromiso del Presidente Andrés Manuel López Obrador y que avanza racionalmente.
En efecto, la designación de Maricarmen Salinas ha impactado positivamente en la sociedad zacatecana, particularmente entre los maestros y las instituciones de educación básica, media superior y superior, y ya se perciben la confianza y aptitudes en la toma de decisiones más eficaces, a fin de cancelar índices de riesgos y encaminar todos los esfuerzos a garantizar el derecho a la educación para generar una más auténtica atmósfera progresista, verdaderamente transformadora y la veracidad de una nueva y real gobernanza que fortalezca la función pública y promueva la confianza social en la estratégica hazaña de pacificación del estado, innegable compromiso de la educación pública.
