Definitivamente, en la estrategia del desarrollo regional los estados en el entorno de Zacatecas, contrasta abismalmente su crecimiento y progreso con el atraso y estancamiento inerciales de nuestro estado y para no ir tan lejos, hay noticias de gran impacto y muy positivas para Aguascalientes, pero que para los zacatecanos son negativas y provocan el gran azoro, más inquietud e incertidumbre que alteran perspectivas y expectativas de aceleramiento hacia el bienestar social, porque las cifras que se exhiben, se ven de plano encaminadas hacia un esquema de mayor empobrecimiento, profundos rezagos y la prolongación de las crisis de desempleo, alta inflación, ausencia de inversiones, decadencia del turismo, bajas en el comercio y parálisis industrial.
El marcado optimismo electoral ni los desmesurados triunfalismos de las fuerzas en el poder o el derrotismo de una oposición que no se entiende, no distraen de los graves efectos económicos que en el estado se sufren a consecuencias de la maldita percepción de violencia e inseguridad, que en algunos puntos geográficos son la más evidente realidad, aunque efectivamente, hay una estrategia de blindaje, protección y defensa de la sociedad, que cotidianamente es aplicada por el Ejército, la Guardia Nacional, las Corporaciones policiales del estado y los municipios y que muestran avances por el aniquilamiento de células delincuenciales y la contención de delitos.
En este contexto, no sorprende pero sí decepciona y motiva razonables preocupaciones, que en Aguascalientes se conozca la versión a 8 columnas y lanzada por el Presidente Estatal de la Cámara Nacional de Comercio, la CANACO, el empresario Miguel Ángel Breceda Solís, quien el domingo anterior aseguró que cientos de zacatecanos "se gastan en Aguascalientes cada semana 250 millones de pesos", vienen a comprar y a convivir e incluso tiene el fehaciente registro de que empresarios de alto nivel de Zacatecas, decidieron cambiar su residencia a Aguascalientes, "porque aquí sí hay seguridad."
Son muchos los zacatecanos que deciden pasar aquí en Aguascalientes su fin de semana y dejar una importante derrama económica que representa el 19 por ciento de las ventas que se realizan en la entidad, es decir y con ese supuesto que el empresario menciona como certeza, se estima que en un mes, esos zacatecanos "que se dejan venir a Aguascalientes" se gastan mil millones de pesos, recursos que desgraciadamente huyen o son transferidos hacia el estado vecino que vive auge económico, industrial y comercial, que significan notable incremento turístico y compras de ropa, que son el principal interés de los hebdomadarios visitantes desde Zacatecas.
De confirmarse la versión extendida el domingo en medios de comunicación hidrocálidos, la gente en Zacatecas, la sociedad y sobre todo los sectores comercial, turístico y económico, deben tener encima una gran preocupación y se han de preguntar, ¿qué hace Rodrigo Castañeda, el Secretario de Economía? Porque se ha tornado ridículo, que solo tenga un repertorio de promesas, cartas de intención, proyecciones que no se hacen realidad, puros cuentos chinos y construcción de castillos en el aire. No solo engañan al gobernador, sino que engañan a la sociedad, a los gobernados, para producir y reproducir más desconfianza social y el deterioro de la gobernanza. Zacatecas no lo merece.
