/ jueves 25 de enero de 2024

En México hay más libertad de expresión que nunca

Amigas y amigos que siguen está columna, soy su amigo Saúl Monreal, y como cada semana les comparto mi opinión, En los últimos días, hemos sido testigos de una campaña de desprestigio y de desestabilización contra el gobierno legítimo y democrático de Andrés Manuel López Obrador, impulsada por los medios de comunicación al servicio de la oligarquía y de los intereses extranjeros.

Dos de los principales exponentes de esta campaña son Brozo y Azucena Uresti, quienes se han dedicado a difundir mentiras, calumnias y falsas acusaciones contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien han tildado de dictador, de autoritario y de violador de la Constitución.

Estos personajes movidos por su animadversión a este gobierno, han actuado sin credibilidad ni ética periodística, pues tal parece solo obedecen a los mandatos de sus patrones o de aquellos cuya única obsesión es golpear a Andrés Manuel López Obrador, quienes además son los mismos que saquearon al país durante décadas y que ahora se resisten a perder sus privilegios y sus negocios corruptos.

Brozo en medio de la mayor libertad de expresión que ha habido en México acusa de censura y Azucena Uresti quién sin pruebas y tergiversando las cosas, al decir que fue corrida de Grupo Milenio:"...ante las circunstancias actuales", dejando suponer q fue por "Órdenes de arriba", cuando la verdad es que aceptó otra oferta de trabajo en Radiofórmula, ellos no representan a la verdadera prensa libre e independiente sino que actúan como voceros de la derecha golpista, que busca generar caos, violencia y división entre el pueblo de México.

Estos personajes no tienen ningún argumento válido ni prueba alguna para sustentar sus infundios contra el presidente López Obrador, quien ha demostrado con hechos su compromiso con la democracia, con el Estado de derecho y con la libertad de expresión.

La máscara detrás de ellos no es la de un payaso, es la de los poderes fácticos que han querido someter y chantajear al presidente de México.

Yo, por mi parte siempre he sido un defensor de los derechos civiles y de las libertades de todos, pero también considero que el respeto que se exige, es lo mínimo que podemos regresar: el respeto a la verdad. Por su atención muchas. Gracias.

Amigas y amigos que siguen está columna, soy su amigo Saúl Monreal, y como cada semana les comparto mi opinión, En los últimos días, hemos sido testigos de una campaña de desprestigio y de desestabilización contra el gobierno legítimo y democrático de Andrés Manuel López Obrador, impulsada por los medios de comunicación al servicio de la oligarquía y de los intereses extranjeros.

Dos de los principales exponentes de esta campaña son Brozo y Azucena Uresti, quienes se han dedicado a difundir mentiras, calumnias y falsas acusaciones contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien han tildado de dictador, de autoritario y de violador de la Constitución.

Estos personajes movidos por su animadversión a este gobierno, han actuado sin credibilidad ni ética periodística, pues tal parece solo obedecen a los mandatos de sus patrones o de aquellos cuya única obsesión es golpear a Andrés Manuel López Obrador, quienes además son los mismos que saquearon al país durante décadas y que ahora se resisten a perder sus privilegios y sus negocios corruptos.

Brozo en medio de la mayor libertad de expresión que ha habido en México acusa de censura y Azucena Uresti quién sin pruebas y tergiversando las cosas, al decir que fue corrida de Grupo Milenio:"...ante las circunstancias actuales", dejando suponer q fue por "Órdenes de arriba", cuando la verdad es que aceptó otra oferta de trabajo en Radiofórmula, ellos no representan a la verdadera prensa libre e independiente sino que actúan como voceros de la derecha golpista, que busca generar caos, violencia y división entre el pueblo de México.

Estos personajes no tienen ningún argumento válido ni prueba alguna para sustentar sus infundios contra el presidente López Obrador, quien ha demostrado con hechos su compromiso con la democracia, con el Estado de derecho y con la libertad de expresión.

La máscara detrás de ellos no es la de un payaso, es la de los poderes fácticos que han querido someter y chantajear al presidente de México.

Yo, por mi parte siempre he sido un defensor de los derechos civiles y de las libertades de todos, pero también considero que el respeto que se exige, es lo mínimo que podemos regresar: el respeto a la verdad. Por su atención muchas. Gracias.