/ martes 27 de febrero de 2024

La gravedad de los cuerpos

Hoy recomiendo un interesante libro titulado: La gravedad de los cuerpos, de la autora Mónica Macías, a quien tuve el gusto de conocer.

La contraportada se advierte que el libro y el universo literario introducirán al lector a los cuentos cortos que en él se integran, y que a palabras de Gonzalo Lizardo estos cuentos eróticos se describen habitados por pasiones frustradas, desamor y perversiones, gravitan los cuerpos, grávidos y aleves, atraídos por otros cuerpos, los objetos del deseo, las presas de su acoso.

Pero el contacto entre ellos continúa Lizardo, sus fricciones, sus llagas, sus orgasmos no generan amor, ni felicidad: sus caricias duelen, sus besos emponzoñan, su mirada horroriza. La gravedad de los cuerpos, convertida en ley universal del deseo, hace de la vida y del amor una pugna perpetua, una caza voraz que sería menos grave si no fuera por la aguda consciencia de sí, por esa mirada interior que vigila cada acto corporal, por esa lucidez que multiplica el dolor al tiempo que excita la crueldad y arrastra a la abyección.

Gonzalo Lizardo señala que, con admirable malicia narrativa, Mónica Macías presenta en el citado libro líneas arriba una serie de personajes que parecen disimiles entre sí, excepto por la maldición que los hermana: por tener consciencia esclavizada al cuerpo, a sus sentidos siempre hambrientos, a sus instintos siempre irrefrenados. “Creo que un cuerpo es un mundo y cada mundo y cada mundo cuenta con su propia geografía” afirma un personaje de la gravedad de los cuerpos sin explicarnos por qué se atraen esos mundos ni por qué, en vez de explorar otras geografías, se obsesionan en invadirlas, someterlas, aniquilarlas. Cierra su opinión al referirse en que cada uno de esos cuentos, la autora nos sugiere una respuesta distinta a este enigma, a esta maldición por la cual el deseo de los cuerpos, su gravedad se emponzoña fatalmente con la sombra del horror.

El libro se compone de 13 relatos, con un común denominador que es la esencia erótica de cada uno de ellos, en ocasiones nos podemos ver reflejados en ellos, pues las pasiones y deseos como seres humanos nos llevan a conflictuarnos emocionalmente en la vida donde tomamos decisiones que tarde o temprano tendrán repercusiones, relaciones van, relaciones llegan y todo es parte de las vivencias que tarde o temprano serán recuerdos y que como personas llevamos y guardamos secretos en cuanto a estos temas. Realmente vale pena y es ampliamente recomendable, por la facilidad que la autora nos adentra en el mundo del erotismo, la perversión, o los deseos que muchas veces reprimimos. Bajo el sello de editorial Texere no deje de adquirirlo.

Hoy recomiendo un interesante libro titulado: La gravedad de los cuerpos, de la autora Mónica Macías, a quien tuve el gusto de conocer.

La contraportada se advierte que el libro y el universo literario introducirán al lector a los cuentos cortos que en él se integran, y que a palabras de Gonzalo Lizardo estos cuentos eróticos se describen habitados por pasiones frustradas, desamor y perversiones, gravitan los cuerpos, grávidos y aleves, atraídos por otros cuerpos, los objetos del deseo, las presas de su acoso.

Pero el contacto entre ellos continúa Lizardo, sus fricciones, sus llagas, sus orgasmos no generan amor, ni felicidad: sus caricias duelen, sus besos emponzoñan, su mirada horroriza. La gravedad de los cuerpos, convertida en ley universal del deseo, hace de la vida y del amor una pugna perpetua, una caza voraz que sería menos grave si no fuera por la aguda consciencia de sí, por esa mirada interior que vigila cada acto corporal, por esa lucidez que multiplica el dolor al tiempo que excita la crueldad y arrastra a la abyección.

Gonzalo Lizardo señala que, con admirable malicia narrativa, Mónica Macías presenta en el citado libro líneas arriba una serie de personajes que parecen disimiles entre sí, excepto por la maldición que los hermana: por tener consciencia esclavizada al cuerpo, a sus sentidos siempre hambrientos, a sus instintos siempre irrefrenados. “Creo que un cuerpo es un mundo y cada mundo y cada mundo cuenta con su propia geografía” afirma un personaje de la gravedad de los cuerpos sin explicarnos por qué se atraen esos mundos ni por qué, en vez de explorar otras geografías, se obsesionan en invadirlas, someterlas, aniquilarlas. Cierra su opinión al referirse en que cada uno de esos cuentos, la autora nos sugiere una respuesta distinta a este enigma, a esta maldición por la cual el deseo de los cuerpos, su gravedad se emponzoña fatalmente con la sombra del horror.

El libro se compone de 13 relatos, con un común denominador que es la esencia erótica de cada uno de ellos, en ocasiones nos podemos ver reflejados en ellos, pues las pasiones y deseos como seres humanos nos llevan a conflictuarnos emocionalmente en la vida donde tomamos decisiones que tarde o temprano tendrán repercusiones, relaciones van, relaciones llegan y todo es parte de las vivencias que tarde o temprano serán recuerdos y que como personas llevamos y guardamos secretos en cuanto a estos temas. Realmente vale pena y es ampliamente recomendable, por la facilidad que la autora nos adentra en el mundo del erotismo, la perversión, o los deseos que muchas veces reprimimos. Bajo el sello de editorial Texere no deje de adquirirlo.