En tiempos de incertidumbre política, la sociedad civil suele despertar con fuerza, y la Marea Rosa es un claro ejemplo de ello. Este movimiento, nacido en defensa del instituto electoral frente a los ataques del presidente y los intentos de su partido, MORENA, por debilitarlo y controlarlo, ha logrado convocar a miles de personas en la Ciudad de México y en muchas otras ciudades del país.
Hoy, a tan solo 15 días de las elecciones presidenciales en México, la Marea Rosa vuelve a salir a las calles con un propósito claro: defender la república, proteger la democracia y rechazar la posibilidad de un retroceso autoritario bajo el llamado Plan C de MORENA. Este plan, que busca socavar la democracia debilitando a la Suprema Corte de Justicia, controlando el poder judicial y eliminando organismos autónomos, representa una amenaza seria para la libertad y el equilibrio de poderes en nuestro país.
La relevancia de esta marcha no puede subestimarse. La participación masiva en la Marea Rosa es un testimonio de la vitalidad y el compromiso de la sociedad civil mexicana. En un contexto donde la política puede parecer desalentadora, ver a miles de personas unirse en defensa de valores democráticos es una señal de esperanza y resistencia.
En esta ocasión, la Marea Rosa ha invitado a la candidata presidencial de la coalición "Fuerza y Corazón por México", Xóchitl Gálvez, como la principal oradora del evento, junto con Santiago Taboada, candidato a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Algunos podrían cuestionar la congruencia de apoyar a una candidata en un movimiento que se define como defensor de la democracia. Sin embargo, desde sus inicios, la Marea Rosa se planteó como un movimiento en defensa de la democracia y en contra de cualquier intento de autoritarismo. Ante la ridiculez de que MORENA haya pedido que no se utilice el rosa porque es el color institucional del INE, ahora más que nunca iremos hasta con los calcetines rosas.
Apoyar a Xóchitl Gálvez; es una extensión natural del propósito del movimiento. Xóchitl representa una opción que promete fortalecer las instituciones democráticas y oponerse a los intentos de concentración de poder. Su presencia en la marcha subraya la necesidad de un liderazgo que se comprometa a mantener y proteger la independencia de los poderes y la integridad del proceso electoral.
La Marea Rosa no es solo una marcha, es una manifestación del poder colectivo de la ciudadanía. Es un recordatorio de que, en democracia, la voz del pueblo es fundamental. A medida que nos acercamos a las elecciones, es crucial que esta voz sea escuchada y que los intentos de socavar nuestra democracia sean firmemente rechazados.
