Llama la atención como siempre la reelección para unos y para otros a su siguiente cargo político confiando a que el pueblo pone y quita dio en algún momento AMLO:
Hoy los diputados ganan bastante bien en comparación al común de cualquier trabajo en México. Los salarios en el Congreso de la Unión concretamente en la Cámara de diputados federal, donde los legisladores ganan por mes un salario de $ 321 mil 225 pesos mensuales, autorizando los montos el comité en el que participan todas las bancadas incluida la de Morena, esto es más que el presidente de la República, y no pasa nada.
En la legislatura de la ciudad de Zacatecas no es la excepción, ya que los señores legisladores dispusieron de la cuchara grande, pues no cantan mal las rancheras en cuanto a emular el elevado nivel de vida y los lujos que se dan a costa del pueblo y del presupuesto. Pues no hubo reducción de salario, y si continuidad de privilegios tanto para viáticos, gasolina y demás gastos como lo es incluso la contratación de asesores por el orden de los $60 mil pesos por diputado, y la facturación por comidas y viajes.
Habría que ver si aplica para salarios que dependan del poder ejecutivo federal o se meterá en cintura los legisladores federales: diputados y senadores y legisladores locales que corresponde a las Legislaturas estatales o Congresos de los Estados según sea el caso; o incluso los ministros de la Suprema Corte Justicia de la Nación y los magistrados de los Poderes Judiciales de las entidades federativas, pues es precisamente lo que se busca con la reforma al Poder Judicial de la Federación de eliminar los fideicomisos para los trabajadores de este poder, la cosa se torna interesante. Pues bajo las premisas de no mentir, no robar y no traicionar hoy esos mismos buscan de nueva cuenta su reelección o en el mejor de los casos su siguiente posición política para los próximos tres o seis años.
En producción legislativa ni se diga, por sus iniciativas los conoceréis, vamos a ver cómo nos va con la pasarela de todos aquellos que aspiran porque respiran y se mueven como pez en el agua en los vaivenes de la política local y nacional.
