El artista fresnillense Carlos Alberto Sánchez expuso por primera vez en Tokio, Japón, la obra titulada “Entre el ritual y la magia”, además de participar en una serie de actividades a manera de intercambio cultural, al lado del también artista internacional Kenryo Hara.
En entrevista para El Sol de Zacatecas, Carlos Alberto informó que su estancia en el continente asiático se debió a cuatro actividades en las que compartió su leguaje artístico, pero también aprendió nuevas enseñanzas: la primera correspondió a la inauguración de su muestra pictórica en donde exhibió 15 piezas en óleo realizadas ex profeso para este espacio.
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La segunda, fue aprender la técnica kanji, escritura japonesa con significados de espiritualidad, “ese ritual se parece mucho al que yo realizó de pintar en el piso; el arte abstracto zacatecano es el que yo desarrollo” comentó.
La tercera actividad fue hacer un performance en vivo con los alumnos más destacados del maestro Kenryo, y la cuarta atendió a un performance entre ambos artistas con una simbología de representar al sol, la espiritualidad de las personas y la comunicación con la deidad.
“Yo hice una intervención con respeto y solemnidad sin ser invasivo y protagonista, para que hubiera una armonía entre el trabajo de él y el mío; la abstracción es la emoción, la espiritualidad y la no figuración que yo representé a través de un gesto y el color”, dijo.
Recordó que conoció a Kenryo Hara en un viaje a Venecia y de ahí, surgió la invitación a Japón para una colaboración, por lo que espera en 2024 el artista japonés visite Zacatecas para compartir su arte, en este lado del mundo.
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Sobre la retroalimentación de compartir su trabajo comentó que, “fue una experiencia de vida en esa cultura, la gente es muy silenciosa, tiene una cultura muy elevada y refinada, son tan solemnes” e incluso, destacó que la gente se quedó complacida por el lenguaje de dos culturas diferentes: la mexicana y la japonesa.
Como parte de sus próximos proyectos, Carlos Alberto Sánchez regresa a Oaxaca este mes de octubre para exponer una pieza que se exhibirá de forma permanente en el Museo de los Pintores Oaxaqueños, donde ya se albergan obras de Manuel Felguérez, Rafael Coronel, Rufino Tamayo, entre otros.
