/ sábado 24 de diciembre de 2016

El nacimiento... tradición arraigada en Zacatecas

Hoy se celebra la Nochebuena, y con ello, familias reunidas ensus hogares en prácticamente todo el país lo celebrarán con lacena previa a la Navidad; pero el festejo no está completo, si nose realiza el acostamiento del Niño Dios, una tradición arraigadade los católicos mexicanos que se incluyó como parte de nuestracultura desde el siglo XVI y que hasta la fecha se continuaefectuando.

Zacatecas, no es la excepción, pues la costumbre ha pasado degeneración en generación, se trata de un ritual popular que porlo general organizan los mayores de la familia, y tras reunirse ladescendencia completa alrededor de un pesebre -hecho con figurillasque representan el nacimiento de Jesús- rezan para venerar alniño.

La ceremonia se efectúa particularmente dentro de los hogaresen presencia de los padrinos, -personas que dotan al niño Dios deropa nueva anualmente- consiste en entonar el rosario, y entre cadamisterio cantar algún villancico, después, se toma la figura delNiño Dios para desvestirlo, limpiarlo con algodón y arrullarlo,para que luego circule entre los asistentes y le den el conocidobeso de veneración.

Posteriormente, la imagen casi desnuda, es expuesta en elpesebre –como el relato evangélico indica que se encontraba enla original Nochebuena- y ahí se queda hasta que lo“levanten”, rito similar que sólo difiere en que le colocanropa nueva a la figura, tradicionalmente son vestidos o ropones debautizo tejidos a mano –toda una artesanía- aunque con el pasode los años sorprende la gran diversidad de atuendos, llegando alextremo de vestir al niño con el uniforme de un equipo defútbol.

El acto de levantarlo se programa para el dos de febrero fechaen que se conmemora a la Candelaria –o día de la purificaciónde la Virgen- aunque mucha gente lo prefiere hacer en el mes deenero especialmente el día de reyes.

Al finalizar cada culto, los padrinos en su mayoría adultos,regalan dulces a la concurrencia, esto difiere un poco en losmunicipios del estado, ya que en Jerez de García Salinas lostutores deben ser infantes y no mayores.

En Villa García, Ojocaliente, Guadalupe y la capital, pormencionar algunos, también incluyen a los vecinos y conocidos dela región para que se unan a rezar y hacer del acto un magnoevento.

La familia dueña el Niño Dios, ofrece como reliquia para losinvitados una cena que incluye platillos típicos de la épocadecembrina: tamales rellenos de ricos guisados y pozole son losmás comunes, también los famosos buñuelos bañados de azúcar ycomo bebida principal, el ponche o el champurrado.

Lo cierto es, que es un acto religioso de fervor, fe y amor, queha permanecido durante siglos, y que además de ser un momento queincita a la unión familiar, paz y alegría, forma parte de nuestraidentidad como mexicanos.

Hoy se celebra la Nochebuena, y con ello, familias reunidas ensus hogares en prácticamente todo el país lo celebrarán con lacena previa a la Navidad; pero el festejo no está completo, si nose realiza el acostamiento del Niño Dios, una tradición arraigadade los católicos mexicanos que se incluyó como parte de nuestracultura desde el siglo XVI y que hasta la fecha se continuaefectuando.

Zacatecas, no es la excepción, pues la costumbre ha pasado degeneración en generación, se trata de un ritual popular que porlo general organizan los mayores de la familia, y tras reunirse ladescendencia completa alrededor de un pesebre -hecho con figurillasque representan el nacimiento de Jesús- rezan para venerar alniño.

La ceremonia se efectúa particularmente dentro de los hogaresen presencia de los padrinos, -personas que dotan al niño Dios deropa nueva anualmente- consiste en entonar el rosario, y entre cadamisterio cantar algún villancico, después, se toma la figura delNiño Dios para desvestirlo, limpiarlo con algodón y arrullarlo,para que luego circule entre los asistentes y le den el conocidobeso de veneración.

Posteriormente, la imagen casi desnuda, es expuesta en elpesebre –como el relato evangélico indica que se encontraba enla original Nochebuena- y ahí se queda hasta que lo“levanten”, rito similar que sólo difiere en que le colocanropa nueva a la figura, tradicionalmente son vestidos o ropones debautizo tejidos a mano –toda una artesanía- aunque con el pasode los años sorprende la gran diversidad de atuendos, llegando alextremo de vestir al niño con el uniforme de un equipo defútbol.

El acto de levantarlo se programa para el dos de febrero fechaen que se conmemora a la Candelaria –o día de la purificaciónde la Virgen- aunque mucha gente lo prefiere hacer en el mes deenero especialmente el día de reyes.

Al finalizar cada culto, los padrinos en su mayoría adultos,regalan dulces a la concurrencia, esto difiere un poco en losmunicipios del estado, ya que en Jerez de García Salinas lostutores deben ser infantes y no mayores.

En Villa García, Ojocaliente, Guadalupe y la capital, pormencionar algunos, también incluyen a los vecinos y conocidos dela región para que se unan a rezar y hacer del acto un magnoevento.

La familia dueña el Niño Dios, ofrece como reliquia para losinvitados una cena que incluye platillos típicos de la épocadecembrina: tamales rellenos de ricos guisados y pozole son losmás comunes, también los famosos buñuelos bañados de azúcar ycomo bebida principal, el ponche o el champurrado.

Lo cierto es, que es un acto religioso de fervor, fe y amor, queha permanecido durante siglos, y que además de ser un momento queincita a la unión familiar, paz y alegría, forma parte de nuestraidentidad como mexicanos.

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