“A mí me interesa mucho el movimiento y el trazo, y cómo la profundidad puede surgir a través de gestos y transparencias” dijo el artista oriundo de Ciudad de México, Omar Rodríguez-Graham, respecto a su obra “La interrogación de la duda” que actualmente se expone en la sala de muestras temporales uno del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en Zacatecas.
Con 44 piezas, en donde el artista muestra su espíritu creativo e innovador, su obra destaca por el color, en una propuesta que siempre trabaja bajo el cuestionamiento de cómo se puede construir una imagen.
“Son obras que se alejan de la estructura, la rigidez y planeación, más libres con el cuestionamiento de qué pasa en la superficie del lienzo” explicó el autor en entrevista para El Sol de Zacatecas.
La serie de pinturas que por primera vez que se muestran en México y cuya permanencia será hasta finales del mes de marzo de 2024, dialoga con el museo con el carácter de experimentación con el resto de las colecciones.
Omar Rodríguez-Graham, recordó que hace 12 años, al ver una retrospectiva del fallecido pintor zacatecano Manuel Felguérez en el Palacio de Bellas Artes, lo motivó a evolucionar en su pintura. “Me di cuenta que había algo en mi trabajo que quería cambiar, el trabajo que hacía en ese momento era muy estructurado, íntimo con sesiones sencillas y sutiles” dijo.
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La energía en la pintura Felguérez influyó en que ahora su obra sea más movida, colorida y energética al elaborar combinaciones complejas de color, en protesta de lo que ha pasado con el arte contemporáneo en las últimas décadas, “el artista tiene que cuestionarse a uno mismo” compartió.
Sobre el pintor
Omar Rodríguez-Graham, es oriundo de la Ciudad de México, sus padres fueron los primeros en fabricar marcos de aluminio en México, “entonces entraban y salían todos los artistas” y aunque nunca quiso ser artista, lentamente se inclinó por las plásticas y la pintura, luego de estudiar filosofía, física e historia.
“Yo pinto porque la pintura es algo que me emociona, y yo busco con mi trabajo impartirle al espectador que una obra los conmueva y los lleve a un espacio que no puedan descifrar en su totalidad” comentó, pero, sobre todo, que los lleve a algo que traspase lo intelectual.