“El principito” es uno de los libros más populares no sólo de la literatura francesa, sino de la literatura universal. Es un libro que muchas veces se confunde con un cuento infantil, pero el trasfondo de la obra va más allá de eso, hasta llegar al punto filosófico y retórico.
Una de las figuras más importantes -y famosas- de la obra autoría de Antoine de Saint-Exupéry es la rosa, figura que para el autor era muy importante.
¿A quién representa la rosa?
Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña o Consuelo de Saint-Exupéry fue la esposa de Antoine de Saint-Exupéry, una mujer salvadoreña miembro de una familia acomodada, dueña de cafetales y tierras. Ella se dedicaba a la pintura y a la poesía.
En San Francisco, California, conoció a quien sería su primer marido, el mexicano Ricardo Cárdenas, quien era un dependiente de una tienda de pinturas. Ese matrimonio duró poco tiempo y terminó en divorcio. Consuelo mintió sobre el fin de su matrimonio, llegó a expresar que era viuda y que su entonces esposo era militar.
Consuelo se mudó a Europa y en Francia a su segundo esposo, al diplomático guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, quien falleció a los nueve meses de su matrimonio.
Ella se mudó a Argentina, en el año 1931 conoció en Buenos Aires a Antoine de Saint-Exupéry de quien se enamoró de inmediato.
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Durante el matrimonio ambos se enfrentaron a varios problemas, entre ellos el hecho de que la sociedad francesa no veía con buenos ojos el matrimonio, puesto que ella era una mujer que había estado casada ya en varias ocasiones.
El amor que Antoine de Saint-Exupéry le tenía a Consuelo era tanto, que la rosa que aparece en “El principito” hace referencia directa a su esposa, a quien cuida bajo una campana de cristal.
