El 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena, y tiene como objetivo rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo.
Históricamente las mujeres indígenas han experimentado niveles más altos de discriminación, pobreza y violencia debido al acceso limitado a los servicios sociales y una representación insuficiente en la toma de decisiones en todos los niveles.
Se calcula que hay 476.6 millones de personas indígenas en el mundo, de los cuales más de la mitad (238.4 millones) son mujeres y están presentes en unos 90 países.
En México, de acuerdo con su cultura, 23.2 millones de personas se autoidentifican como indígenas. De estas, 51.4 % (11.9 millones) son mujeres y 48.6 % (11.3 millones), hombres.
El origen de la conmemoración
Fue en el segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, realizado en 1983 que se instituyó el Día Internacional de la Mujer Indígena, en Tiahunaco, Bolivia.
La fecha se seleccionó como un tributo a la lucha que realizó Bartolina Sisa contra la dominación colonial y que, en 1872 fue sentenciada a una ejecución pública y cruel:
El fallo del oidor Francisco Tadeo Diez de Medina la condenaba a "una pena ordinaria de suplicio".
"Y que sacada del cuartel a la plaza mayor por su circunferencia, atada a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello, una coroza (cucurucho que se ponía por afrenta en la cabeza de los reos) de cuero y plumas y una aspa afianzada sobre un bastón de palo, en la mano, y a voz del pregonero que publique sus delitos sea conducida a la horca y se ponga pendiente de ella, hasta que naturalmente muera y después se claven su cabeza y manos en picotas con el rótulo correspondiente, y se fijen para el público escarmiento en los lugares de Cruz Pata, Alto de San Pedro y Pampajasi, donde estaba acampada y presidía sus juntas sediciosas y, de hecho sucesivamente, después de días, se conduzca la cabeza a los pueblos de Ayo Ayo y Sapaaqui, de su domicilio y origen, en la provincia de Sicasica, con la orden de que se queme después de tiempo y se arrojen sus cenizas al aire donde estime convenir".