El Estado de Zacatecas sigue pagando la deuda contratada para finiquitar la construcción de la Ciudad de Gobierno.
El secretario de Finanzas de Zacatecas, Ricardo Olivares Sánchez informó que de los seis mil 820 millones de pesos de la deuda a largo plazo que está pendiente de pagar, cerca de tres mil millones corresponden al pago de dicha obra.
La construcción de la Ciudad de Gobierno inició en la administración de Amalia García Medina quien firmó un contrato con la empresa L. L. Operaciones y Servicios, bajo el esquema de Proyectos para Prestación de Servicios (PPS).
“Con los PPS, una empresa realiza un inmueble y lo equipa, y el gobierno se compromete a pagarle una renta por 25 ó 30 años (…) pero a lo largo de esos años, eso se convierte en una deuda muy pesada”, explicó Ricardo Olivares.
En el año 2007 Amalia García firmó el contrato que tenía una vigencia de 22 años para la construcción del complejo de 122 mil metros cuadrados de áreas exteriores y 160 mil metros de superficie construida, conformada por nueve edificios de oficinas, un auditorio y dos edificios de estacionamientos techados.
El contrato que en su momento se anunció con un costo aproximado de dos mil 400 millones de pesos, fue finiquitado en un solo pago por el exgobernador Miguel Alonso Reyes al segundo año de su sexenio, para lo cual contrató un empréstito de mil 545 millones de pesos.
Dicho costo se sumó a los 258 millones que el gobierno estatal ya había estado pagando mensualmente a la contratista.
“Miguel Alonso lo que hizo fue decir que le salía costoso el PPS y lo convirtió en deuda de largo plazo”, recordó Olivares Sánchez.
El empréstito adquirido hace casi 12 años, representa cerca de la mitad de la deuda de largo plazo que actualmente es de seis mil 820 millones de pesos y que al iniciar el gobierno de David Monreal Ávila era de siete mil 600 millones.
No se prevén refinanciamientos
“Vamos bajando y vamos con muy buena estrategia en materia de finanzas rumbo al cierre de esta administración”, afirmó el secretario de Finanzas, quien luego reconoció que “todavía falta una buena cantidad de años” para liquidar, pues los créditos vencen hasta el 2037.
Ricardo Olivares subrayó que la diferencia con las anteriores administraciones, es que se han dejado de contratar créditos de corto plazo y de pedir adelantos de participaciones, lo que calificó como “una terrible dinámica” de otros gobiernos para cubrir pasivos y subejercicios.
Por otro lado, descartó reestructurar la deuda de largo plazo por el escenario de incertidumbre que vive la economía, que tiene actualmente una tasa de interés alta, del 11.25%.
Es precisamente porque las tasas “están carísimas” no se podría pedir a los bancos con los que se tienen los créditos (Banobras y Banorte) menores intereses: “Hasta que bajen las tasas por debajo del 6.8% es cuando podemos hablar de una reestructura con mejores condiciones”.
Sobre un posible refinanciamiento, este implicaría ampliar el plazo de pago, pasando del 2037 al 2045 tentativamente, pero mejorando las condiciones de pago.
“Ahora no hay necesidad de todo eso, sería hasta la siguiente administración o nosotros tal vez hasta el 2026 pensaríamos en un refinanciamiento, pero se ve complicado, estamos en condiciones de mantener las mismas condiciones la deuda de largo plazo”.
