El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, demostró la “violencia inhumana” que se vive y el asesinato de Fray Juan Antonio Orozco Alvarado.

Dentro de la misa del lunes, el obispo expresó: “nos unimos a la prelatura del Nayar, que es la Diócesis del Nayar, que cubre parte de la sierra de Nayarit, parte de Durango y parte de Zacatecas, por esta enorme pena de haber perdido a Fray Juan Antonio Orozco Alvarado”.

Explicó que el párroco fue asesinado, parece ser, que el mismo día jueves pasado, consecuencia de la violencia que vivimos.

Dios le dé la gloria eterna a él, Dios dé más vocaciones a nuestra Iglesia.

Agregó que “le damos el pésame a toda la familia franciscana, a la que pertenecía Fray Juan Antonio, con sede en Zapopan, Jalisco, un abrazo fuerte a su familia de origen”.

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Pidió que “Dios nos conceda a todos vivir en paz, construir la paz cada día”.

Además, por la Iglesia del Nayar, que vive esta enorme pena, por las comunidades cristianas de Santa Lucía y esa parroquia, muy vecina de la Diócesis de Zacatecas.

Por esta toda esta gente que se ha quedado sin sacerdote a causa de esta violencia asesina, inhumana, pidamos que pronto pueda proveer de sacerdotes.

“Que el Señor pues, nos haga generosos a todos, que promovamos vocaciones, que sepamos compartir nuestros recursos, nuestros bienes espirituales y pastorales, Dios dé el descanso eterno a Fray Juan Antonio Orozco Alvarado”.

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