La “escala desproporcionada” del segundo piso del bulevar de Zacatecas fue “la preocupación principal y mayoritaria” del Consejo de Monumentos Históricos Inmuebles del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) al analizar el anteproyecto de la obra más costosa y polémica del actual gobierno estatal, encabezado por David Monreal Ávila.
Los especialistas de protección al patrimonio que integran el Consejo pidieron “estudiar mejor el diseño en general, pugnando por un planteamiento más esbelto”, ello de acuerdo con el oficio que el INAH envió al titular de la Secretaría de Obras Públicas (SOP), José Luis de la Peña Alonso antes de que se licitara la obra.
En el documento fechado el 31 de octubre del 2023, y cuyos detalles no se habían hecho públicos, se pide a la autoridad estatal modificar el diseño para que tenga “una relación de escala más armónica con el entorno urbano” y “para disminuir el peso visual de la estructura”.
Según ha declarado el titular de la SOP, todas las recomendaciones del INAH deberán ser tomadas en cuenta por la empresa que ganó la licitación del segundo piso y que actualmente elabora el proyecto ejecutivo, mismo que estará concluido en junio del 2024 para de inmediato iniciar con la construcción.
En su momento, el secretario manifestó públicamente que las recomendaciones del INAH son “un aval” de la instancia federal para poder continuar con la obra que costará tres mil 652 millones de pesos y que se pretende concluir en el año 2026.
Cabe aclarar que, en el oficio referido, el INAH no avala la obra, sino que se limita a hacer una serie de “consideraciones que deberán ser incluidas en el proyecto ejecutivo”.
Ante el rechazo a la obra manifestado por sectores sociales, debido al costo elevado, las afectaciones comerciales y el posible daño al patrimonio histórico de la ciudad, el pasado 29 de enero el gobernador, David Monreal se manifestó a favor de que se haga “un debate social porque finalmente quien se beneficiará o perjudicará de las obras de infraestructura será la población”.
El Consejo de Monumentos Histórico que analizó el proyecto, está integrado por 23 expertos en arquitectura, paisajismo, ordenamiento urbano, restauración y protección de monumentos históricos, provenientes de instancias como la UNAM y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS-México).
Cabe recordar que la recomendación del ICOMOS-México en contra del segundo piso del bulevar que se intentó construir en el año 2007, fue la que provocó que la entonces gobernadora, Amalia García decidiera cancelar la obra, para así evitar que la ciudad fuera excluida de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Otras preocupaciones
Aunque el Consejo de Monumentos Históricos reconoce que la construcción no se encuentra en la zona declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, advierte que “su presencia puede modificar las perspectivas que se tienen desde algunos puntos estratégicos de la ciudad, por lo que es necesario reducir las dimensiones de la misma”.
El oficio firmado por Valeria Valero Pié, coordinadora nacional de Monumentos Históricos, contiene otras consideraciones, como la posibilidad de hasta modificar el trazo del viaducto para permitir la continuidad de las trabes y así “disminuir el peso visual de la estructura”.
Se pide además mejorar todos los elementos urbanos: banquetas, pavimentación, iluminación, accesibilidad, vegetación y el diseño de bajo puentes, ya que “una de las principales preocupaciones del consejo” es que en ese tipo de elementos se percibe la calidad de vida de los habitantes.
De igual manera se hizo la sugerencia de explorar métodos para el tratamiento del concreto, “tomando en cuenta aspectos como la sustentabilidad para una obra de tal envergadura.
Los expertos también pidieron al gobierno del estado, que, en paralelo a la construcción del segundo piso, se tomen acciones contundentes para fortalecer y ampliar el sistema de transporte público, para atender las necesidades de traslado de los habitantes “sin afectar el patrimonio histórico monumental”.
