/ sábado 4 de julio de 2020

#JuntosCrecemos Desde el son de mi corazón...

Músicos zacatecanos sobreviven en tiempos de pandemia, mostrando sus destrezas en la vía pública

“No vale nada la vida / La vida no vale nada / Comienza siempre llorando / Y así llorando se acaba / Por eso es que en este mundo / La vida no vale nada”, canciones como Caminos de Guanajuato, se escuchan casi todos los días… Así, de lunes a domingo desde que comenzó la pandemia del Covid-19, músicos zacatecanos salen a tocar y cantar para ganarse unas cuantas monedas y sobrevivir a los tiempos sin trabajo.

No importa el sol, el frío, el viento, la lluvia, este sector de la población que normalmente tenía tocada de jueves a domingo, ahora lo hace desde la calle, desde algún crucero o puente peatonal, la meta es llevar unas cuantas monedas a su hogar.

Comienzan alrededor de las 11 de la mañana y terminan cerca de las siete de la tarde… No pierden la esperanza y siguen al son de su corazón…

Los integrantes del popular Tamborazo y Banda Sierra Vieja se vieron en la necesidad de cambiar los bailes con miles de asistentes, por los cruceros donde piden monedas a los automovilistas.

Compartiendo espacio con limpiaparabrisas y vendedores de chicles y semillas, los músicos de esta agrupación –al igual que muchas otras- buscan un sustento para sus familias durante la mayor crisis que han vivido quienes se dedican a este oficio.

“Ha sido difícil, estamos sin trabajo, desde hace más de tres meses todo el gremio musical está parado por completo”, comentó Alejandro Lugo Belmonte, uno de los fundadores de la agrupación originaria del municipio de Zacatecas.

A la sombra del conocido “puente de la Nissan” (en la zona conurbada, justo frente a los semáforos), mientras se toma un descanso de cinco minutos, comenta que en un buen día recolectan entre mil y mil 500 pesos que se reparten entre los seis integrantes del tamborazo.

Descendiente de una familia de músicos, Alejandro se ha dedicado a tocar varios instrumentos, como la tuba y la tambora, desde que salió del nivel académico de preparatoria, momento en que dejó los estudios.

Sentado a un lado de la tambora, comenta que prácticamente todos sus compañeros y sus familias subsisten con lo que la música les deja: “Antes de la pandemia, teníamos varios eventos seguritos los fines de semana, viernes sábado y domingo en fiestas o bailes, pero ahorita no hay nada”.

Por evento el tamborazo –integrado por seis personas- cobra desde mil 400 pesos, mientras que la banda completa –con 15 músicos- desde cuatro mil 500.

“La gente tiene miedo y no contrata música para sus eventos, además las autoridades no dejan hacer fiestas con mucha gente, los salones no tienen permiso para abrir y los bailes están prohibidísimos”, dice Alejandro quien agregó:

“Ojalá que la gente ya se anime a contratarnos, obviamente tomando sus precauciones y también que el gobierno ya nos dé chanza, igual con todas las medidas para que la gente no se contagie”.

¡Sólo queremos trabajar!

Algunos de los integrantes de Tamborazo y Banda Sierra Vieja participaron en la marcha de músicos realizada en el bulevar metropolitano el pasado viernes 26 de junio, en la que exigieron al gobierno del estado que ya permita reactivar los eventos sociales, su principal fuente de trabajo.

“Sólo queremos trabajar” decían las pancartas que llevaron los inconformes, entre los que también se encontraban meseros, floristas y técnicos de sonido, quienes a la fecha no han obtenido respuesta a sus demandas.

Principalmente a través de redes sociales decenas de agrupaciones se han organizado para llevar a cabo otras manifestaciones en la capital del estado, en las que agrupaciones de municipios como Guadalupe, Zacatecas, Morelos, Calera y Trancoso, exigen apoyos o el permiso para trabajar, aun cuando los contagios de Covid-19 (coronavirus) siguen al alza.

Previamente, los representantes del movimiento “No vivimos del aplauso Zacatecas” integrado por músicos y artistas de otras disciplinas se manifestaron en la explanada del Congreso del Estado para denunciar el nulo apoyo del gobierno estatal, sobre todo por la ineficacia del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC).

Recordaron que desde el pasado 2 de junio se reunieron con autoridades del IZC, donde se hizo entrega de un pliego petitorio, el cual ha sido ignorado según denunciaron los inconformes.

Continúa cierre de antros, centros nocturnos

Los bares y centros nocturnos, que también son espacio para agrupaciones musicales, no han recibido luz verde para reabrir.

Tan sólo en la zona conurbada de la capital y el municipio de Guadalupe, 90 negocios han permanecido cerrados como una medida que busca evitar contagios de Covid-19. En estos momentos se encuentran desocupadas más de 500 personas, pero a los empleos directos se suman un número mayor de la cadena de proveedores.

Cabe recordar que los negocios de este giro fueron los primeros que recibieron la orden de cerrar, incluso antes de que fuera declarada oficialmente la emergencia sanitaria.

Aunque desde hace un mes la Asociación de Centros de Esparcimiento Social del Estado de Zacatecas (ACESZ) elaboró un documento denominado “Protocolo Anti Covid” para aplicarse en todos los establecimientos, la Secretaría de Salud no ha dado una fecha para reabrir.

El líder de dicha organización, Jorge Roberto Sanders Muñoz lamentó que el gobierno no se ha interesado en generar apoyos reales para salvar a las empresas y a los miles de empleos que generan, centrando su interés sólo en rescatar la realización de la Feria Nacional de Zacatecas.

La música como profesión y oficio

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Zacatecas es el séptimo estado con más población matriculada en estudios relacionados con el campo de la música, sólo superado por la Ciudad de México, Puebla, Nuevo León, Veracruz, Chihuahua y Querétaro.

Según dicha encuesta, que es elaborada y publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la edad promedio de los músicos es de 38 años; en los hombres es de 38.3 y en las mujeres de 33.2 años.

La población ocupada como músico representa el 0.3 de la población ocupada, de la cual 92.6 por ciento es corresponde a hombres, ello a nivel nacional.

La población ocupada como músico, conforme a los datos proporcionados por la ENOE, tiene un grado promedio de escolaridad de 9.3 años, esto es, hasta el tercer año de secundaria.

En la distribución por nivel de escolaridad, se tiene que de cada cien ocupados, 33 tienen algún grado aprobado de la primaria, 36 en secundaria, 18 en el nivel medio superior y solo 12 en el nivel superior.

Observa:

“No vale nada la vida / La vida no vale nada / Comienza siempre llorando / Y así llorando se acaba / Por eso es que en este mundo / La vida no vale nada”, canciones como Caminos de Guanajuato, se escuchan casi todos los días… Así, de lunes a domingo desde que comenzó la pandemia del Covid-19, músicos zacatecanos salen a tocar y cantar para ganarse unas cuantas monedas y sobrevivir a los tiempos sin trabajo.

No importa el sol, el frío, el viento, la lluvia, este sector de la población que normalmente tenía tocada de jueves a domingo, ahora lo hace desde la calle, desde algún crucero o puente peatonal, la meta es llevar unas cuantas monedas a su hogar.

Comienzan alrededor de las 11 de la mañana y terminan cerca de las siete de la tarde… No pierden la esperanza y siguen al son de su corazón…

Los integrantes del popular Tamborazo y Banda Sierra Vieja se vieron en la necesidad de cambiar los bailes con miles de asistentes, por los cruceros donde piden monedas a los automovilistas.

Compartiendo espacio con limpiaparabrisas y vendedores de chicles y semillas, los músicos de esta agrupación –al igual que muchas otras- buscan un sustento para sus familias durante la mayor crisis que han vivido quienes se dedican a este oficio.

“Ha sido difícil, estamos sin trabajo, desde hace más de tres meses todo el gremio musical está parado por completo”, comentó Alejandro Lugo Belmonte, uno de los fundadores de la agrupación originaria del municipio de Zacatecas.

A la sombra del conocido “puente de la Nissan” (en la zona conurbada, justo frente a los semáforos), mientras se toma un descanso de cinco minutos, comenta que en un buen día recolectan entre mil y mil 500 pesos que se reparten entre los seis integrantes del tamborazo.

Descendiente de una familia de músicos, Alejandro se ha dedicado a tocar varios instrumentos, como la tuba y la tambora, desde que salió del nivel académico de preparatoria, momento en que dejó los estudios.

Sentado a un lado de la tambora, comenta que prácticamente todos sus compañeros y sus familias subsisten con lo que la música les deja: “Antes de la pandemia, teníamos varios eventos seguritos los fines de semana, viernes sábado y domingo en fiestas o bailes, pero ahorita no hay nada”.

Por evento el tamborazo –integrado por seis personas- cobra desde mil 400 pesos, mientras que la banda completa –con 15 músicos- desde cuatro mil 500.

“La gente tiene miedo y no contrata música para sus eventos, además las autoridades no dejan hacer fiestas con mucha gente, los salones no tienen permiso para abrir y los bailes están prohibidísimos”, dice Alejandro quien agregó:

“Ojalá que la gente ya se anime a contratarnos, obviamente tomando sus precauciones y también que el gobierno ya nos dé chanza, igual con todas las medidas para que la gente no se contagie”.

¡Sólo queremos trabajar!

Algunos de los integrantes de Tamborazo y Banda Sierra Vieja participaron en la marcha de músicos realizada en el bulevar metropolitano el pasado viernes 26 de junio, en la que exigieron al gobierno del estado que ya permita reactivar los eventos sociales, su principal fuente de trabajo.

“Sólo queremos trabajar” decían las pancartas que llevaron los inconformes, entre los que también se encontraban meseros, floristas y técnicos de sonido, quienes a la fecha no han obtenido respuesta a sus demandas.

Principalmente a través de redes sociales decenas de agrupaciones se han organizado para llevar a cabo otras manifestaciones en la capital del estado, en las que agrupaciones de municipios como Guadalupe, Zacatecas, Morelos, Calera y Trancoso, exigen apoyos o el permiso para trabajar, aun cuando los contagios de Covid-19 (coronavirus) siguen al alza.

Previamente, los representantes del movimiento “No vivimos del aplauso Zacatecas” integrado por músicos y artistas de otras disciplinas se manifestaron en la explanada del Congreso del Estado para denunciar el nulo apoyo del gobierno estatal, sobre todo por la ineficacia del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC).

Recordaron que desde el pasado 2 de junio se reunieron con autoridades del IZC, donde se hizo entrega de un pliego petitorio, el cual ha sido ignorado según denunciaron los inconformes.

Continúa cierre de antros, centros nocturnos

Los bares y centros nocturnos, que también son espacio para agrupaciones musicales, no han recibido luz verde para reabrir.

Tan sólo en la zona conurbada de la capital y el municipio de Guadalupe, 90 negocios han permanecido cerrados como una medida que busca evitar contagios de Covid-19. En estos momentos se encuentran desocupadas más de 500 personas, pero a los empleos directos se suman un número mayor de la cadena de proveedores.

Cabe recordar que los negocios de este giro fueron los primeros que recibieron la orden de cerrar, incluso antes de que fuera declarada oficialmente la emergencia sanitaria.

Aunque desde hace un mes la Asociación de Centros de Esparcimiento Social del Estado de Zacatecas (ACESZ) elaboró un documento denominado “Protocolo Anti Covid” para aplicarse en todos los establecimientos, la Secretaría de Salud no ha dado una fecha para reabrir.

El líder de dicha organización, Jorge Roberto Sanders Muñoz lamentó que el gobierno no se ha interesado en generar apoyos reales para salvar a las empresas y a los miles de empleos que generan, centrando su interés sólo en rescatar la realización de la Feria Nacional de Zacatecas.

La música como profesión y oficio

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Zacatecas es el séptimo estado con más población matriculada en estudios relacionados con el campo de la música, sólo superado por la Ciudad de México, Puebla, Nuevo León, Veracruz, Chihuahua y Querétaro.

Según dicha encuesta, que es elaborada y publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la edad promedio de los músicos es de 38 años; en los hombres es de 38.3 y en las mujeres de 33.2 años.

La población ocupada como músico representa el 0.3 de la población ocupada, de la cual 92.6 por ciento es corresponde a hombres, ello a nivel nacional.

La población ocupada como músico, conforme a los datos proporcionados por la ENOE, tiene un grado promedio de escolaridad de 9.3 años, esto es, hasta el tercer año de secundaria.

En la distribución por nivel de escolaridad, se tiene que de cada cien ocupados, 33 tienen algún grado aprobado de la primaria, 36 en secundaria, 18 en el nivel medio superior y solo 12 en el nivel superior.

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