Los habitantes de Colotlán, Jalisco, despidieron a las hermanas Daniela y Viviana Márquez Pichardo y a Irma Paola Vargas Montoya, cuya misa de cuerpo presente fue celebrada la tarde de este domingo.
Una multitud salió a las calles para dar el último adiós a las tres jóvenes desaparecidas el 25 de diciembre en territorio de Zacatecas y cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados el pasado jueves en el municipio de Tepetongo, Zacatecas.
“Que la muerte de nuestras hijas no sea en vano, no pueden estar así quitándonos nuestra libertad”, declaró Irma Montoya, madre de Irma Paola ante quienes asistieron a la parroquia de San Luis Obispo.
Insistió en que la sociedad debe inculcar valores a los niños para que no se repitan estos hechos. Además, se refirió a los asesinos de su hija:
No sabemos esas personas qué vivieron y porqué están actuando con tanta maldad… que Dios los perdoneIrma Montoya, madre de Irma Paola
Luego de concluida la misa exequial, pidió a la sociedad no hacer oídos sordos ante el clima de violencia: “sí, es cierto que somos más los buenos, pero los buenos tenemos que estar activos, no tenemos que estar dormidos”.
También desde el altar del templo, Daniel Márquez, padre de Viviana y Daniela, pidió a Dios que “le tiente el alma y el corazón” a los homicidas “porque son ovejas que están descarriadas”.
En un breve mensaje, minutos antes de partir rumbo al panteón de Guadalupe, agradeció el apoyo de todo el pueblo que le dio fuerzas para buscar a sus hijas: “Tenemos que dar gracias a Dios de que nos dio la oportunidad de poder recuperar a estos angelitos que ya están en el cielo”.
El sacerdote que ofició la misa, reconoció que es necesario que las instituciones revisen su proyecto de seguridad pública: “Es un clamor popular, no vamos bien, no vamos por el camino correcto”.
Minutos más tarde, entre aplausos y música, los cuerpos de las tres jóvenes fueron llevados a su última morada.