La mañana de este viernes, entre baile de danzantes matlachines y fuegos artificiales, los féretros del seminarista José Dorian Piña Hernández y de su sobrino, el niño Tadeo Piña de la Cruz fueron recibidos en la cabecera municipal de Noria de Ángeles, Zacatecas, procedentes de la comunidad El Tepozán, donde fueron velados la noche del jueves.
El equipo formador y algunos alumnos del Seminario Conciliar de la Purísima acompañaron el cortejo fúnebre desde la entrada a la cabecera municipal hasta el templo donde se ofició una misa de cuerpo presente.
Los féretros de color blanco fueron llevados en hombros por jóvenes seminaristas hasta la parroquia del lugar.
Cientos de habitantes de la cabecera municipal recibieron los cuerpos del joven y el niño cuya vida fue arrebatada por las balas de la criminalidad que también se robó la tranquilidad de varias regiones de Zacatecas en los años recientes.
“Vamos a la casa del señor”
Con la entonación del Salmo 122 “Vamos a la casa del Señor” interpretado por seminaristas y feligreses, comenzó la celebración de exequias.
Los familiares de José Dorian asistieron a la misa exequial y escucharon las palabras del padre Ascensión Martínez Escobar, rector del Seminario, quien explicó que el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló no se encontraba en ese momento ya que está en Granados, Sonora, de donde es originario.
“Demos gracias a nuestro Padre Dios por el tiempo que nos permitió compartir con José Dorian y con Tadeo”, exhortó el rector del Seminario al comenzar la celebración eucarística.
La primera lectura, ‘Dios no hizo la muerte’ del libro de la Sabiduría, que en un extracto dice: “Los insensatos pensaban que su partida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción, pero ellos están en paz", fue el preámbulo de la misa exequial.
Durante la homilía, Ascensión Martínez Escobar hizo hincapié que “se celebra la vida y que la muerte no es la última palabra en este mundo”, recordó que este día la Iglesia celebra la Sagrada Familia y que para Dios todos estamos vivos.
El sacerdote dio a conocer que la madre de José Dorian viajaba en la camioneta, el día en que fueron agredidos por un grupo armado, acompañados además por hermanos y hermanas del seminarista, quienes aún se encuentran en el hospital, por lo que pidió la solidaridad de los asistentes.
Recordó que a José Dorian le faltaba muy poco para convertirse en sacerdote, ya que llevaba siete años en el Seminario, "era un joven muy talentoso, muy activo -refirió el rector del Seminario- al que le gustaba la música para fortalecer su apostolado y servicio a los demás y recordó que le gustaba bolear los zapatos de sus compañeros, era el bolero de los seminaristas”.
Durante la oración colecta los seminaristas rogaron por el descanso eterno de José Dorian y Tadeo, así como por los familiares y amigos de ellos, quienes se encuentran desconcertados por lo ocurrido.
También se rogó por “quienes han muerto en circunstancias extrañas y por quienes hayan tenido alguna responsabilidad en la muerte de los hermanos nuestros, para que reconsideren su acción y se integren convirtiendo y reconciliando en la comunidad cristiana (...) y defienda eficazmente el sagrado derecho a la vida”.
La agresión armada que arrebató la vida del seminarista
El martes 26 de diciembre por la noche, un grupo armado agredió a una familia que se trasladaba a bordo de un vehículo en la comunidad Ignacio Zaragoza, en el municipio de Noria de Ángeles, como resultado de la agresión, José Dorian y el menor Tadeo (sobrino del seminarista) murieron, en tanto que otros integrantes de la familia resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital donde aún reciben atención médica.
La Diócesis de Zacatecas, a través de su departamento de Comunicación Social informó sobre los hechos y, en tanto el Seminario Conciliar de la Purísima exigió a las autoridades la investigación sobre el caso a fin de lograr justicia y se declaró en luto institucional.
Al menos 70 seminarios de todo el país han enviado sus condolencias.