/ sábado 6 de octubre de 2018

Ridiculizan a revistas sociológicas en Estados Unidos

Académicos logran engañar a publicaciones de EU con investigaciones inventadas y conclusiones absurdas

WASHINGTON, EU. Tres académicos lograron un sofisticado engaño en EU al hacer que varias revistas de sociología publicaran artículos de investigación totalmente inventados y con conclusiones ridículas para demostrar, dijeron, la falta de rigor y el sesgo ideológico de muchas revistas de este tipo.

En total, siete artículos de los 20 escritos por el trío fueron aceptados por revistas, superando el obstáculo de los comités de lectura que supuestamente deben verificar el rigor académico de los artículos.

“Los parques para perros son cajas de Petri para la cultura de la violación canina”, afirma Helen Wilson, autora ficticia de un estudio publicado en mayo en la revista Gender, Place & Culture, que sugiere que adiestrar a los hombres como se hace con los perros podría reducir el abuso sexual (humano).

Esta vez, los falsos artículos tienen en común el estudio de temas sociales sensibles como género, racismo y sexualidad.

Los autores, tres investigadores que firmaron los trabajos con seudónimos, pretendían demostrar que la comunidad académica en estos campos estaba dispuesta a aceptar cualquier tesis si contribuía a denunciar la dominación de los hombres blancos.

Uno de los artículos analiza por qué un hombre que se masturba mientras piensa en una mujer sin su consentimiento comete una agresión sexual. Otro es una reescritura feminista de un capítulo de “Mi lucha”, de Adolf Hitler.

Algunos artículos afirman que se apoyan en datos, como entrevistas, lo que en teoría sería verificable. Este fue el caso de un estudio sobre el uso de consoladores anales por hombres heterosexuales y el consecuente efecto en su transfobia. Los autores sostuvieron haber hecho entrevistas a 13 hombres.

VERIFICAR LA IDENTIDAD

Los otros dos investigadores embarcados en este proyecto engañoso son Peter Boghossian, profesor de filosofía de la Universidad de Portland, y Helen Pluckrose, editora en jefe del sitio web AreoMagazine. com, que ha publicado una descripción pormenorizada del engaño, cuyos detalles han sido confirmados por separado por el diario estadounidense The Wall Street Journal .

El artículo sobre los perros fue eliminado pues el editor finalmente se dio cuenta de que Helen Wilson no existía.

Existen miles de revistas científicas en el mundo. Las organizaciones han establecido estándares de transparencia, pero su aplicación por las publicaciones es muy variable.

Para las ciencias médicas o biológicas, estas normas consisten, por ejemplo, en enviar los datos sin procesar al comité de lectura para así verificar los resultados.

WASHINGTON, EU. Tres académicos lograron un sofisticado engaño en EU al hacer que varias revistas de sociología publicaran artículos de investigación totalmente inventados y con conclusiones ridículas para demostrar, dijeron, la falta de rigor y el sesgo ideológico de muchas revistas de este tipo.

En total, siete artículos de los 20 escritos por el trío fueron aceptados por revistas, superando el obstáculo de los comités de lectura que supuestamente deben verificar el rigor académico de los artículos.

“Los parques para perros son cajas de Petri para la cultura de la violación canina”, afirma Helen Wilson, autora ficticia de un estudio publicado en mayo en la revista Gender, Place & Culture, que sugiere que adiestrar a los hombres como se hace con los perros podría reducir el abuso sexual (humano).

Esta vez, los falsos artículos tienen en común el estudio de temas sociales sensibles como género, racismo y sexualidad.

Los autores, tres investigadores que firmaron los trabajos con seudónimos, pretendían demostrar que la comunidad académica en estos campos estaba dispuesta a aceptar cualquier tesis si contribuía a denunciar la dominación de los hombres blancos.

Uno de los artículos analiza por qué un hombre que se masturba mientras piensa en una mujer sin su consentimiento comete una agresión sexual. Otro es una reescritura feminista de un capítulo de “Mi lucha”, de Adolf Hitler.

Algunos artículos afirman que se apoyan en datos, como entrevistas, lo que en teoría sería verificable. Este fue el caso de un estudio sobre el uso de consoladores anales por hombres heterosexuales y el consecuente efecto en su transfobia. Los autores sostuvieron haber hecho entrevistas a 13 hombres.

VERIFICAR LA IDENTIDAD

Los otros dos investigadores embarcados en este proyecto engañoso son Peter Boghossian, profesor de filosofía de la Universidad de Portland, y Helen Pluckrose, editora en jefe del sitio web AreoMagazine. com, que ha publicado una descripción pormenorizada del engaño, cuyos detalles han sido confirmados por separado por el diario estadounidense The Wall Street Journal .

El artículo sobre los perros fue eliminado pues el editor finalmente se dio cuenta de que Helen Wilson no existía.

Existen miles de revistas científicas en el mundo. Las organizaciones han establecido estándares de transparencia, pero su aplicación por las publicaciones es muy variable.

Para las ciencias médicas o biológicas, estas normas consisten, por ejemplo, en enviar los datos sin procesar al comité de lectura para así verificar los resultados.

Mundo

En Nueva York informan a inmigrantes sobre sus derechos laborales

La declaración de los derechos de los trabajadores estará disponible en 12 idiomas en un panfleto

Local

En Zacatecas, marchan miles por derechos laborales

Reforma a la ley del Issstezac y reducción de la jornada laboral, las exigencias

Elecciones 2024

Han renunciado en Zacatecas 257 candidatas

Ninguna fue causada por la inseguridad, insiste el IEEZ

Ciencia

Descifran el genoma del café Arábica

Estudio revela que se originó hace 600 mil años en Etiopía

Salud

Estados Unidos reclasificaría la marihuana como droga menos peligrosa

La nueva clasificación podría tener repercusiones económicas, al estimular la investigación médica sobre la marihuana

Cultura

[Podcast] Cofre de Leyendas / Chulinche y la india chichimeca

Antes de que la ciudad de Aguascalientes fuera una villa, vivía cerca del actual Jardín Zaragoza una familia chichimeca en un pequeño jacal