Hace más de 30 años, José Luis Rivas Madrazo, editorialista del periódico Novedades, planteaba una interrogación sobre el tema migratorio: Como rescatar nuestras fronteras?.
Sin olvidar que para 2018 las remesas recibidas por nuestro país, registraron un máximo histórico de 33 470 millones de dólares, lo cual representó el 2.7 por ciento del producto interno bruto. Y de acuerdo con BBVA México, se estima que para este 2019 se incrementarán el 5.3 por ciento, respecto al año anterior.
A la vez nos describía: La crisis ha multiplicado los efectos indeseables en el desarrollo. Por ello, la economía se ha resentido de los altos tipos de interés, de una energía cara, de la inflación, del desempleo, de la falta de eficacia e inversión y el desempleo, entre otras variables. Agregaba que debe contribuirse a las deliberaciones sobre la migración, defendiendo la tradición del respeto al derecho internacional y desalentando la política de aislacionismo, porque el gran reto de México es la defensa de su soberanía.
Así mismo, ahora considerando que los programas sociales sectoriales deberán contar con mejores condiciones de vida de las principales zonas expulsoras de mano de obra y los proyectos regionales de desarrollo. Derivado de lo cual en la frontera Norte se inclinan hacia métodos y formulas empresariales, con claras simpatías hacia Norteamérica, en el centro se sostienen los sistemas políticos existentes y el panismo norteño tiene un peso específico. En el sur, las comunidades indígenas y mestizas, se cargan hacia la izquierda y reciben una dosis de las inquietudes de los grupos de centro y sudamerica.
México recibe un caudal de refugiados, pero a su vez nuestro país manda una cantidad excedente de mano de obra a los Estados Unidos. Sin embargo, se deben descentralizar y desconcentrar las instituciones. Por cierto después de la reubicación de INEGI en el Estado de Aguascalientes, no se ha podido continuar, debido a la escasez de recursos, y a que no existen programas consistentes de recepción migratoria de los gobiernos federal y estatal.
México presenta peligro en sus fronteras. La frontera Norte ha sufrido cambios y acoso constante de los centroamericanos, quienes siempre aspiran a salarios e ingresos más altos. En el Sur, los salvadoreños y guatemaltecos refugiados, permanecen en Chiapas principalmente, pero luego avanzan a Veracruz. Nos formulamos las preguntas: Con que políticas contamos realmente para hacerles frente?. Cuáles son las consecuencias económicas, políticas y sociales de ese doble fenómeno?
En síntesis, en el norte del país, perdemos capacidades, mientras que en el sur, nos llega un increíble cúmulo de necesidades. Aprovechando que en el sureste ya existen políticas recientes de impulso económico. Considerando que en éstas soluciones, está faltando una noción más amplia del problema migratorio, que incluya los aspectos fundamentales de la seguridad nacional.
En ésta Opinión se propone la aplicación urgente de políticas de promoción y desarrollo regional A la vez los mexicanos, debemos de Norte a Sur rescatar nuestras fronteras, mantener nuestra integridad territorial y recuperar espacios para el desarrollo nacional. Es urgente hacerlo antes de que la crisis nos rebase.
