/ domingo 9 de abril de 2023

Contratación sin discriminación

Sarahí tiene 26 años, pese a los obstáculos, se convirtió en la primera integrante de su familia en contar con un título universitario. Su compromiso, su tenacidad y su prodigiosa inteligencia la llevaron a conseguir el promedio más alto de su generación. Para ejercer su derecho al trabajo, comenzó una intensa búsqueda de ofertas laborales a través de empresas de reclutamiento y redes sociales, sin embargo, estas compañías, únicamente tienen interés en contratar a egresados de universidades privadas o “reconocidas”.

La realidad es que la discriminación en los procesos de contratación amplían las brechas de desigualdades que existen en nuestro país al imponer diversos obstáculos como exigir ciertas características que no necesariamente se encuentran relacionadas con las capacidades y habilidades de las personas que buscan trabajo o por el tipo de institución educativa de las que provengan.

De acuerdo con OCCMundial, consultora en materia de procesos de reclutamiento y selección de personal, 6 de cada 10 personas en México han sido víctimas de discriminación laboral en sus vidas. El 64% manifestaron que en sus centros de trabajo, la discriminación laboral es una práctica que ocurre con regularidad, siendo los principales motivos la edad (52%), la apariencia física (52%), la imagen personal (53%), orientación sexual (32%), condición socioeconómica (31%), las discapacidades (27%), el género (25%), la religión (13%) y la cultura (12%).

Para proteger el derecho al trabajo de todas las personas, presenté la iniciativa #ContrataciónSinDiscriminación, mediante la cual se reforma la Ley Federal del Trabajo. Este proyecto legislativo contempla que al momento de reclutar personal, las empresas empleadoras tendrán prohibido dar a conocer sus vacantes a egresados de determinadas instituciones educativas o bien, establecer que no pueden aplicar aquellos aspirantes que provengan de ciertas escuelas o universidades. Por otro lado, no podrán anunciar ofertas de trabajo que eviten la contratación de personas que se basen en los lineamientos señalados en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.

Además, durante el proceso de contratación se deberán incluir mecanismos para prevenir la discriminación. Para ello, no se podrá exigir currículum vítae con fotografía, sexo y domicilio. De igual manera, la contratación de personal deberá ser transparente, por lo que se notificará a todas las personas que participaron en este proceso, las razones por las que no fueron contratadas, así como la decisión en favor de determinada persona candidata.

Con las reformas propuestas, Sarahí no será discriminada y, en consecuencia, se respetará su derecho al trabajo. Por un México sin discriminación.

Sarahí tiene 26 años, pese a los obstáculos, se convirtió en la primera integrante de su familia en contar con un título universitario. Su compromiso, su tenacidad y su prodigiosa inteligencia la llevaron a conseguir el promedio más alto de su generación. Para ejercer su derecho al trabajo, comenzó una intensa búsqueda de ofertas laborales a través de empresas de reclutamiento y redes sociales, sin embargo, estas compañías, únicamente tienen interés en contratar a egresados de universidades privadas o “reconocidas”.

La realidad es que la discriminación en los procesos de contratación amplían las brechas de desigualdades que existen en nuestro país al imponer diversos obstáculos como exigir ciertas características que no necesariamente se encuentran relacionadas con las capacidades y habilidades de las personas que buscan trabajo o por el tipo de institución educativa de las que provengan.

De acuerdo con OCCMundial, consultora en materia de procesos de reclutamiento y selección de personal, 6 de cada 10 personas en México han sido víctimas de discriminación laboral en sus vidas. El 64% manifestaron que en sus centros de trabajo, la discriminación laboral es una práctica que ocurre con regularidad, siendo los principales motivos la edad (52%), la apariencia física (52%), la imagen personal (53%), orientación sexual (32%), condición socioeconómica (31%), las discapacidades (27%), el género (25%), la religión (13%) y la cultura (12%).

Para proteger el derecho al trabajo de todas las personas, presenté la iniciativa #ContrataciónSinDiscriminación, mediante la cual se reforma la Ley Federal del Trabajo. Este proyecto legislativo contempla que al momento de reclutar personal, las empresas empleadoras tendrán prohibido dar a conocer sus vacantes a egresados de determinadas instituciones educativas o bien, establecer que no pueden aplicar aquellos aspirantes que provengan de ciertas escuelas o universidades. Por otro lado, no podrán anunciar ofertas de trabajo que eviten la contratación de personas que se basen en los lineamientos señalados en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.

Además, durante el proceso de contratación se deberán incluir mecanismos para prevenir la discriminación. Para ello, no se podrá exigir currículum vítae con fotografía, sexo y domicilio. De igual manera, la contratación de personal deberá ser transparente, por lo que se notificará a todas las personas que participaron en este proceso, las razones por las que no fueron contratadas, así como la decisión en favor de determinada persona candidata.

Con las reformas propuestas, Sarahí no será discriminada y, en consecuencia, se respetará su derecho al trabajo. Por un México sin discriminación.