/ domingo 19 de mayo de 2024

Escenarios / Qué bueno sería para…

Qué bien le caería a Zacatecas, que con el nuevo gobierno federal que viene, -sea quien sea su presidenta- a los zacatecanos (as) se le cumpliera, -ahora sí-. con mínimo tres temas fundamentales, históricamente, pendientes: la federalización de la nómina educativa, la construcción de la autopista a Aguascalientes en otro tramo y el urgentísimo proyecto de la Presa Milpillas, tres obras ofrecidas por gobernantes del pasado y por los actuales. Al final del día, ninguno cumplido. ¿Será que Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o Jorge Álvarez sí le entrarían, sí cumplirían?

Zacatecas puede ser lo suficientemente fuerte para vencer cualquier obstáculo y alcanzar los objetivos de paz y tranquilidad, crecimiento económico, desarrollo social y cultural, siempre se ha demostrado la capacidad de lucha y de indomable determinación, así ha sido por siglos y décadas y los zacatecanos siempre han de presumir de la grandeza histórica; sin embargo, y ante las crisis actuales que se presentan invencibles, ya se necesita más que todas esas cualidades juntas, se requiere de pasión por servir al estado, creatividad en la planificación y firmes consignas para consolidar los retos en favor de la restauración y recuperación de esa grandeza hoy extraviada.

Duele que la entidad aparezca en las más lamentables y mínimas estadísticas, siempre en los últimos logares y faltos de competitividad. Mucho se quejan en la sociedad y los sectores productivos de la ausencia de los legisladores federales y locales en el apoyo al Ejecutivo estatal ante las gestiones presupuestarias que casi siempre son insuficientes y más se regatean desde la Federación. Pero también es real la ausencia de unidad de todos, gobiernos estatales y municipales, los empresarios, las organizaciones sociales, las instituciones políticas y culturales, para construir un solo frente y con argumentos, razones y potencialidades exigir soluciones justas, suficientes para el relanzamiento del crecimiento y desarrollo.

DMA los volvió a recordar

En el escenario electoral y en el contexto del Día del Maestro, el gobernador David Monreal Ávila, por enésima vez retomó la lucha por la nómina magisterial y al homenajear a los docentes fue más allá, que “cabe recordar que la federalización de la nómina educativa, junto con la ampliación de la autopista a Aguascalientes y la construcción de la presa Milpillas, son compromisos hechos con Zacatecas, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.”

En efecto, desde el poder presidencial “por voluntad no paramos, sobra” y durante más de dos años se han reiterado esos compromisos, realidades que se prologan, se estiran más los tiempos y se alejan para exhibir las carencias que la falta de esas obras provocan en todo el estado, y que ahora, cuando faltan poco más de cuatro meses para el fin del sexenio presidencial de López Obrador y la cuarta transformación, la realidad de las decisiones como soluciones, más lejos se observan, casi inalcanzables.

Los problemas de violencia e inseguridad, la ausencia de inversiones que apuntalen el crecimiento, la inclemente sequía que azota al campo y a los campesinos productores y el proceso electoral concurrente, se presentan como factores de más entretención y contención de esos compromisos presidenciales. Es más, políticamente y conociendo las reacciones del presidente, hay que poner los pies en la realidad y atender a los resultados electorales del 2 de junio y de plano contemplar, que, si Zacatecas no entrega buenas cuentas a la cuarta transformación, las esperanzas para que sean concretados, aprobados y presupuestados los proyectos, se van a reducir o hasta perder con el sexenio.

Las grandes preocupaciones

No se comenta al tanteo, esa es la perspectiva a considerar en todas sus dimensiones, si se pierde la balanza del poder actual, se puede producir esa paradoja de más alargar a Zacatecas el cumplimiento de esos compromisos, para que sea la próxima presidenta la que, consecuente con la continuidad, retome las palabras del todavía presidente y de inmediato decida la programación y más pronto será si se registran las victorias trazadas en el Plan C, o sea, el todo por el todo, casi, casi, el carro completo en lo federal y estatal. La verdad, es que se ve complicado, aunque no imposible. De cualquier manera, se nota que MORENA y partidos aliados harán hasta lo imposible por lograrlo. Dinero, programas y estructura sí traen.

En ese punto de quiebre o definición de realidades se encuentra Zacatecas, un dilema como tantos que han atormentado a los zacatecanos por sexenios y trienios para caer donde todavía se está inamovible, en el estancamiento del desarrollo, el retroceso económico y hasta con las más atroces y feroces crisis de violencia e inseguridad, inestabilidad e incertidumbres que Zacatecas no merece y que ya quiere dejar atrás como los más ominosos tiempos del subdesarrollo y del hundimiento de sus otrora enormes expectativas de progreso.

Finalmente, dicho de otra manera, esa es la tremenda realidad a la que se enfrenta la nueva gobernanza y la gente confía en que no sobrevenga el fracaso electoral, porque si se rompen los equilibrios del poder, menos se van a garantizar las tres obras como urgentes, federalizar la nómina magisterial, consolidar la autopista a Aguascalientes y construir la soñada prensa de Milpillas para solucionar el abasto de agua en el centro geográfico urbano y rural del estado, porque ya no puede ser, ya no se puede esperar ni soportar otro colapso más y que esos compromisos otra vez queden en la mera voluntad política y no en el cumplimiento presidencial que mucho, demasiado se ha prolongado como solución para el bienestar de los zacatecanos.


Nos leemos la próxima semana.


Qué bien le caería a Zacatecas, que con el nuevo gobierno federal que viene, -sea quien sea su presidenta- a los zacatecanos (as) se le cumpliera, -ahora sí-. con mínimo tres temas fundamentales, históricamente, pendientes: la federalización de la nómina educativa, la construcción de la autopista a Aguascalientes en otro tramo y el urgentísimo proyecto de la Presa Milpillas, tres obras ofrecidas por gobernantes del pasado y por los actuales. Al final del día, ninguno cumplido. ¿Será que Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o Jorge Álvarez sí le entrarían, sí cumplirían?

Zacatecas puede ser lo suficientemente fuerte para vencer cualquier obstáculo y alcanzar los objetivos de paz y tranquilidad, crecimiento económico, desarrollo social y cultural, siempre se ha demostrado la capacidad de lucha y de indomable determinación, así ha sido por siglos y décadas y los zacatecanos siempre han de presumir de la grandeza histórica; sin embargo, y ante las crisis actuales que se presentan invencibles, ya se necesita más que todas esas cualidades juntas, se requiere de pasión por servir al estado, creatividad en la planificación y firmes consignas para consolidar los retos en favor de la restauración y recuperación de esa grandeza hoy extraviada.

Duele que la entidad aparezca en las más lamentables y mínimas estadísticas, siempre en los últimos logares y faltos de competitividad. Mucho se quejan en la sociedad y los sectores productivos de la ausencia de los legisladores federales y locales en el apoyo al Ejecutivo estatal ante las gestiones presupuestarias que casi siempre son insuficientes y más se regatean desde la Federación. Pero también es real la ausencia de unidad de todos, gobiernos estatales y municipales, los empresarios, las organizaciones sociales, las instituciones políticas y culturales, para construir un solo frente y con argumentos, razones y potencialidades exigir soluciones justas, suficientes para el relanzamiento del crecimiento y desarrollo.

DMA los volvió a recordar

En el escenario electoral y en el contexto del Día del Maestro, el gobernador David Monreal Ávila, por enésima vez retomó la lucha por la nómina magisterial y al homenajear a los docentes fue más allá, que “cabe recordar que la federalización de la nómina educativa, junto con la ampliación de la autopista a Aguascalientes y la construcción de la presa Milpillas, son compromisos hechos con Zacatecas, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.”

En efecto, desde el poder presidencial “por voluntad no paramos, sobra” y durante más de dos años se han reiterado esos compromisos, realidades que se prologan, se estiran más los tiempos y se alejan para exhibir las carencias que la falta de esas obras provocan en todo el estado, y que ahora, cuando faltan poco más de cuatro meses para el fin del sexenio presidencial de López Obrador y la cuarta transformación, la realidad de las decisiones como soluciones, más lejos se observan, casi inalcanzables.

Los problemas de violencia e inseguridad, la ausencia de inversiones que apuntalen el crecimiento, la inclemente sequía que azota al campo y a los campesinos productores y el proceso electoral concurrente, se presentan como factores de más entretención y contención de esos compromisos presidenciales. Es más, políticamente y conociendo las reacciones del presidente, hay que poner los pies en la realidad y atender a los resultados electorales del 2 de junio y de plano contemplar, que, si Zacatecas no entrega buenas cuentas a la cuarta transformación, las esperanzas para que sean concretados, aprobados y presupuestados los proyectos, se van a reducir o hasta perder con el sexenio.

Las grandes preocupaciones

No se comenta al tanteo, esa es la perspectiva a considerar en todas sus dimensiones, si se pierde la balanza del poder actual, se puede producir esa paradoja de más alargar a Zacatecas el cumplimiento de esos compromisos, para que sea la próxima presidenta la que, consecuente con la continuidad, retome las palabras del todavía presidente y de inmediato decida la programación y más pronto será si se registran las victorias trazadas en el Plan C, o sea, el todo por el todo, casi, casi, el carro completo en lo federal y estatal. La verdad, es que se ve complicado, aunque no imposible. De cualquier manera, se nota que MORENA y partidos aliados harán hasta lo imposible por lograrlo. Dinero, programas y estructura sí traen.

En ese punto de quiebre o definición de realidades se encuentra Zacatecas, un dilema como tantos que han atormentado a los zacatecanos por sexenios y trienios para caer donde todavía se está inamovible, en el estancamiento del desarrollo, el retroceso económico y hasta con las más atroces y feroces crisis de violencia e inseguridad, inestabilidad e incertidumbres que Zacatecas no merece y que ya quiere dejar atrás como los más ominosos tiempos del subdesarrollo y del hundimiento de sus otrora enormes expectativas de progreso.

Finalmente, dicho de otra manera, esa es la tremenda realidad a la que se enfrenta la nueva gobernanza y la gente confía en que no sobrevenga el fracaso electoral, porque si se rompen los equilibrios del poder, menos se van a garantizar las tres obras como urgentes, federalizar la nómina magisterial, consolidar la autopista a Aguascalientes y construir la soñada prensa de Milpillas para solucionar el abasto de agua en el centro geográfico urbano y rural del estado, porque ya no puede ser, ya no se puede esperar ni soportar otro colapso más y que esos compromisos otra vez queden en la mera voluntad política y no en el cumplimiento presidencial que mucho, demasiado se ha prolongado como solución para el bienestar de los zacatecanos.


Nos leemos la próxima semana.