/ domingo 26 de mayo de 2024

Los escenarios / 2 de junio: qué está en juego

La puntualidad del proceso electoral es precisa y justamente en una semana, el domingo 2 de junio, más de un millón de ciudadanos zacatecanos deberán estar ante las urnas en una elección concurrente por simultánea en lo federal y local, para decidir la elección de presidenta de la República, 128 senadores y 500 diputados federales. Desde lo estatal: 2 senadores, 4 diputados federales, 30 diputados locales y 58 ayuntamientos con alcaldes, regidores y síndicos. Un calendario electoral que ajusta el cierre de campaña el próximo miércoles 29, porque jueves, viernes y sábado será de un silencio sepulcral. Todos quietos…

El mosaico político de Zacatecas es de pluralidad ideológica, 12 partidos en la competencia, 7 con registro nacional y 5 locales, todos con candidaturas que nomás no alcanzan a perfilar respuesta a los reclamos ciudadanos de calidad profesional, académica, de experiencia, pasión de servicio e imagen de honestidad, transparencia y austeridad, colectivo de notables que no pintan para superar a la actual representación popular en los municipios o el estado, como el decepcionante desempeño de la Legislatura de la vergüenza, que no debe repetirse, pero, por lo visto en el escenario, los actores y protagonistas del próximo trienio probablemente otra vez encajen en la penosa medianía o mediocridad, irrelevantes, porque desde campaña enseñan el cobre y no han sido capaces de motivar a la población, porque más que propuestas lo que presentan son cuadros de violencia política, descalificaciones, intercambio de insultos e injurias, de mentiras y calumnias.

La degradación del quehacer político, que genera desinterés, indiferencia, decepción, rechazos y anticipa engrosar la franja del abstencionismo. Y claro que los queremos equivocar, porque en el fondo, muy en el fondo, la sociedad, los ciudadanos quieren convivir políticamente en óptimas condiciones de normalidad democrática, de respeto a las diferencias y de cohesión ante los superiores intereses del estado.

Realidades versus percepción

Para estos momentos, se atisban realidades no percepciones, las batallas o competencia electoral a solo 3 días de concluir, traducen complejidad y tendencia hacia los conflictos postelectorales, las encuestas han generado un ambiente de contrastantes dimensiones engañosas, ilusionantes, falacias y atmósferas con bajos niveles democráticos, los derroches propagandísticos solo han provocado frustración social, un despilfarro que en los tiempos de precariedad, crisis económica, dolencias por la sequía y miedos por la violencia e inseguridad, por desmesurado e irracional, es inadmisible, reprochable, como así lo han expresado ciudadanos de conciencia crítica y más informados.

Dicho de otra manera, ese no es el debate de las propuestas e ideas, y en su lugar se observa un panorama que no veíamos en décadas o sexenios, la polarización social , la permanente confrontación, las amenazantes señales los malosos, una terrible mezcla de flagelos, indignación, consternación, exposición de odios y enconos, efectos que se viven, se sienten y que no pueden ser disociados de la violencia política que domina en campaña y la violencia delincuencial que quieran o no aceptar las autoridades gubernamental y electorales, ponen en riesgo el proceso y ventilan una peligrosa ausencia ciudadana, porque esa especie de campañas, no motivan ni promueven el ejercicio democrático del sufragio, al contrario, ahuyentan a la ciudadanía.

La sobredimensión que reproducen las encuestas, son interpretadas por los candidatos como una realidad presente, lo que es incierto y erróneo, pueden ocurrir acercamientos, pero distancias de 20 hasta 40 puntos entre contendientes, son poco creíbles y los comicios del 2 de junio lo van a comprobar. Esa condición en los candidatos despierta excesos de confianza, hasta desmedidos triunfalismos, que, al ser observados por la gente, reaccionan con el “ya para qué votamos”, dicen que ¡ya ganamos¡, entre otras expresiones como de que la oposición está derrotada.

Campañas poco atractivas

La etapa final de la jornada electoral está que arde entre candidatos y partidos, pero ni la presencia de liderazgos nacionales y añejados personajes en las componendas y confabulaciones electorales, logran incrementar la participación ciudadana, hay extravío retóricos muy irresponsables, la violencia verbal que se registra en los escenarios de Zacatecas Capital, Guadalupe, Fresnillo y entre los cuadros dirigentes de partidos, son hechos y dichos que imponen dudas, sospechas y más incertidumbre, los valores ya no se reivindican, ahora prevalecen y más arrecian las promesas que no se van a cumplir y por ello, la gente escucha, recibe los mensajes, los entiende pero no los atiende, bien sabe que son huecos, vacíos y que son los mismos de hace 50, 40 y 20 años, pero con otros rostros que se ostentan renovadores, transformadores, restauradores y rescatadores de la dignidad ciudadana y del compromiso con las metas y objetivos de crecimiento y desarrollo del estado.

Señores candidatos, señores dirigentes de partidos: lo que no se hizo en dos y tres meses de campaña, será imposible de alcanzar en esta semana que hoy inicia y que desembocará en la fecha electoral del domingo 2 de junio. El escenario nacional decepciona por la tirantez del discurso y los actores que no cesan en los ataques y descalificaciones, acciones y reacciones que derivan sobre Zacatecas, donde queremos avizorar una democracia fuerte y elecciones verdaderamente competidas con veracidad, objetividad, respeto a las diferencias, fortalecimiento de compromisos con la sociedad, con el pueblo bueno y sabio que otra vez tiene que consolidar la democracia electoral.

Nos leemos la próxima semana.

La puntualidad del proceso electoral es precisa y justamente en una semana, el domingo 2 de junio, más de un millón de ciudadanos zacatecanos deberán estar ante las urnas en una elección concurrente por simultánea en lo federal y local, para decidir la elección de presidenta de la República, 128 senadores y 500 diputados federales. Desde lo estatal: 2 senadores, 4 diputados federales, 30 diputados locales y 58 ayuntamientos con alcaldes, regidores y síndicos. Un calendario electoral que ajusta el cierre de campaña el próximo miércoles 29, porque jueves, viernes y sábado será de un silencio sepulcral. Todos quietos…

El mosaico político de Zacatecas es de pluralidad ideológica, 12 partidos en la competencia, 7 con registro nacional y 5 locales, todos con candidaturas que nomás no alcanzan a perfilar respuesta a los reclamos ciudadanos de calidad profesional, académica, de experiencia, pasión de servicio e imagen de honestidad, transparencia y austeridad, colectivo de notables que no pintan para superar a la actual representación popular en los municipios o el estado, como el decepcionante desempeño de la Legislatura de la vergüenza, que no debe repetirse, pero, por lo visto en el escenario, los actores y protagonistas del próximo trienio probablemente otra vez encajen en la penosa medianía o mediocridad, irrelevantes, porque desde campaña enseñan el cobre y no han sido capaces de motivar a la población, porque más que propuestas lo que presentan son cuadros de violencia política, descalificaciones, intercambio de insultos e injurias, de mentiras y calumnias.

La degradación del quehacer político, que genera desinterés, indiferencia, decepción, rechazos y anticipa engrosar la franja del abstencionismo. Y claro que los queremos equivocar, porque en el fondo, muy en el fondo, la sociedad, los ciudadanos quieren convivir políticamente en óptimas condiciones de normalidad democrática, de respeto a las diferencias y de cohesión ante los superiores intereses del estado.

Realidades versus percepción

Para estos momentos, se atisban realidades no percepciones, las batallas o competencia electoral a solo 3 días de concluir, traducen complejidad y tendencia hacia los conflictos postelectorales, las encuestas han generado un ambiente de contrastantes dimensiones engañosas, ilusionantes, falacias y atmósferas con bajos niveles democráticos, los derroches propagandísticos solo han provocado frustración social, un despilfarro que en los tiempos de precariedad, crisis económica, dolencias por la sequía y miedos por la violencia e inseguridad, por desmesurado e irracional, es inadmisible, reprochable, como así lo han expresado ciudadanos de conciencia crítica y más informados.

Dicho de otra manera, ese no es el debate de las propuestas e ideas, y en su lugar se observa un panorama que no veíamos en décadas o sexenios, la polarización social , la permanente confrontación, las amenazantes señales los malosos, una terrible mezcla de flagelos, indignación, consternación, exposición de odios y enconos, efectos que se viven, se sienten y que no pueden ser disociados de la violencia política que domina en campaña y la violencia delincuencial que quieran o no aceptar las autoridades gubernamental y electorales, ponen en riesgo el proceso y ventilan una peligrosa ausencia ciudadana, porque esa especie de campañas, no motivan ni promueven el ejercicio democrático del sufragio, al contrario, ahuyentan a la ciudadanía.

La sobredimensión que reproducen las encuestas, son interpretadas por los candidatos como una realidad presente, lo que es incierto y erróneo, pueden ocurrir acercamientos, pero distancias de 20 hasta 40 puntos entre contendientes, son poco creíbles y los comicios del 2 de junio lo van a comprobar. Esa condición en los candidatos despierta excesos de confianza, hasta desmedidos triunfalismos, que, al ser observados por la gente, reaccionan con el “ya para qué votamos”, dicen que ¡ya ganamos¡, entre otras expresiones como de que la oposición está derrotada.

Campañas poco atractivas

La etapa final de la jornada electoral está que arde entre candidatos y partidos, pero ni la presencia de liderazgos nacionales y añejados personajes en las componendas y confabulaciones electorales, logran incrementar la participación ciudadana, hay extravío retóricos muy irresponsables, la violencia verbal que se registra en los escenarios de Zacatecas Capital, Guadalupe, Fresnillo y entre los cuadros dirigentes de partidos, son hechos y dichos que imponen dudas, sospechas y más incertidumbre, los valores ya no se reivindican, ahora prevalecen y más arrecian las promesas que no se van a cumplir y por ello, la gente escucha, recibe los mensajes, los entiende pero no los atiende, bien sabe que son huecos, vacíos y que son los mismos de hace 50, 40 y 20 años, pero con otros rostros que se ostentan renovadores, transformadores, restauradores y rescatadores de la dignidad ciudadana y del compromiso con las metas y objetivos de crecimiento y desarrollo del estado.

Señores candidatos, señores dirigentes de partidos: lo que no se hizo en dos y tres meses de campaña, será imposible de alcanzar en esta semana que hoy inicia y que desembocará en la fecha electoral del domingo 2 de junio. El escenario nacional decepciona por la tirantez del discurso y los actores que no cesan en los ataques y descalificaciones, acciones y reacciones que derivan sobre Zacatecas, donde queremos avizorar una democracia fuerte y elecciones verdaderamente competidas con veracidad, objetividad, respeto a las diferencias, fortalecimiento de compromisos con la sociedad, con el pueblo bueno y sabio que otra vez tiene que consolidar la democracia electoral.

Nos leemos la próxima semana.