/ jueves 9 de abril de 2020

La salud en México hacia un futuro incierto

Una vez mas los sistemas de salud en México y el mundo se han puesto a prueba, y como en otras ocasiones nos hemos visto rebasados.

México vivió un episodio difícil en 2009 cuando la influenza H1N1 azotó a nuestro débil sistema de salud, y aunque salimos bien librados, este suceso no sirvió para implementar un sistema basado en esa experiencia y saber actuar en crisis epidemiológicas y escenarios como el que ahora se presenta, pero ¿cómo estarlo? si aún las grandes potencias no lo estaban y están siendo azotados por este virus covid-19. El mundo entero está de rodillas ante este virus, su virulencia y contagiosidad ha tronado a todos los servicios de salud del planeta, los infectados ya suman más de un millón y las muertes por cientos de miles, los daños a las economías son inminentes y tomará mucho tiempo resarcirlas.

Es claro que nuestro sistema de salud debe de implementar políticas públicas enfocadas a establecer programas de investigación epidemiológica que sirvan no para “predecir” sino para saber cómo actuar de manera oportuna ante cualquier riesgo epidemiológico a la población, también es importante que los programas académicos de las universidades que forman a los profesionales de la salud incluyan contenidos que les permitan adquirir competencias sobre como actuar de manera inmediata ante estos eventos masivos de salud pública y no perder tiempo en capacitarlos en el momento mismo de la contingencia sanitaria.

Las instituciones de salud deben tener protocolos ya establecidos y entendidos por todo el personal para actuar de manera rápida, además contar con planes de reconversión hospitalaria ya probados para aplicar sin ninguna dilación, y tener un stock de insumos propios de estas contingencias que se puedan usar en lo inmediato, procurando desechar y cambiar periódicamente los que ya cumplieron su tiempo de efectividad, y tenerlos listos para ser usados prontamente.

Las áreas de investigación son imprescindibles en cualquier institución de salud pública, tener grupos de investigadores capacitados en materia estadística y de probabilidad es una necesidad y una obligación en este sector, si en verdad nos preocupan las generaciones futuras debemos aplicarnos en el presente.

Por otro lado, en los sistemas educativos básicos se debe de incluir contenidos donde se de a conocer a los niños y adolescentes sobre las amenazas sanitarias que pueden ocurrir, ya sea por virus o agentes contaminantes que puedan amenazar nuestra salud, los niños y jóvenes deben de estar informados de manera didáctica sobre como actuar y como ser agentes de ayuda en esos momentos dejando en claro que ellos son los factores de cambio que decretarán el futuro de nuestro planeta, la educación es primordial para poder avanzar y ser un pueblo más consciente y disciplinado en materia de salud. Para reflexionar

Una vez mas los sistemas de salud en México y el mundo se han puesto a prueba, y como en otras ocasiones nos hemos visto rebasados.

México vivió un episodio difícil en 2009 cuando la influenza H1N1 azotó a nuestro débil sistema de salud, y aunque salimos bien librados, este suceso no sirvió para implementar un sistema basado en esa experiencia y saber actuar en crisis epidemiológicas y escenarios como el que ahora se presenta, pero ¿cómo estarlo? si aún las grandes potencias no lo estaban y están siendo azotados por este virus covid-19. El mundo entero está de rodillas ante este virus, su virulencia y contagiosidad ha tronado a todos los servicios de salud del planeta, los infectados ya suman más de un millón y las muertes por cientos de miles, los daños a las economías son inminentes y tomará mucho tiempo resarcirlas.

Es claro que nuestro sistema de salud debe de implementar políticas públicas enfocadas a establecer programas de investigación epidemiológica que sirvan no para “predecir” sino para saber cómo actuar de manera oportuna ante cualquier riesgo epidemiológico a la población, también es importante que los programas académicos de las universidades que forman a los profesionales de la salud incluyan contenidos que les permitan adquirir competencias sobre como actuar de manera inmediata ante estos eventos masivos de salud pública y no perder tiempo en capacitarlos en el momento mismo de la contingencia sanitaria.

Las instituciones de salud deben tener protocolos ya establecidos y entendidos por todo el personal para actuar de manera rápida, además contar con planes de reconversión hospitalaria ya probados para aplicar sin ninguna dilación, y tener un stock de insumos propios de estas contingencias que se puedan usar en lo inmediato, procurando desechar y cambiar periódicamente los que ya cumplieron su tiempo de efectividad, y tenerlos listos para ser usados prontamente.

Las áreas de investigación son imprescindibles en cualquier institución de salud pública, tener grupos de investigadores capacitados en materia estadística y de probabilidad es una necesidad y una obligación en este sector, si en verdad nos preocupan las generaciones futuras debemos aplicarnos en el presente.

Por otro lado, en los sistemas educativos básicos se debe de incluir contenidos donde se de a conocer a los niños y adolescentes sobre las amenazas sanitarias que pueden ocurrir, ya sea por virus o agentes contaminantes que puedan amenazar nuestra salud, los niños y jóvenes deben de estar informados de manera didáctica sobre como actuar y como ser agentes de ayuda en esos momentos dejando en claro que ellos son los factores de cambio que decretarán el futuro de nuestro planeta, la educación es primordial para poder avanzar y ser un pueblo más consciente y disciplinado en materia de salud. Para reflexionar