Por fin se concretó el deseo de miles de mexicanos, externado en las encuestas, con el registro oficial de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, ante el Instituto Nacional Electoral (INE), como la candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
Sin duda, la algarabía que se vivió en el recinto, fue la misma de hace seis años cuando realizó su registro nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador; lugar que confirmaba la nueva etapa que venía para la historia del país, para regenerar su vida pública.En esta convicción, la Dra. Claudia Sheinbaum, arropada de la dirigencia nacional de los partidos Morena-PT- PVEM, hizo un llamado frente a la militancia que acompañaba y al pueblo mexicano, a consolidar la transformación de un país justo, libre, fraterno y democrático, que estamos construyendo juntos.
Para ello, destacó acciones que serán trascendentales en la cimentación del segundo piso de la 4T; priorizando, mantener un gobierno honesto, sin corrupción; austero, con disciplina financiera; manteniendo pues, una división entre el poder económico y político. El reforzamiento en las estrategias de seguridad pública también será importante, así como de las instituciones que realizan estas tareas, tanto corporaciones policíacas y fiscalías estatales, para garantizar justicia. Mantener la inversión pública y privada en el país, que fomente el bienestar con honestidad; para que ya nunca más nuestro país se someta a poderes económicos o político extranjero. Se va a impulsar la promoción del desarrollo científico, así como de proyectos y obras destacadas, como es el Tren Maya; además de seguir buscando la soberanía energética del país, así como un mayor manejo y uso de energías renovables. Otros ejes por atender serán la restauración del medio ambiente, la promoción de la soberanía alimentaria, que incluye la prohibición del maíz transgénico y; el incremento de la inversión extranjera.
Garantizar las libertades, al no reprimir al pueblo; respetando la diversidad de nuestra sociedad y, sobre todo, no olvidar ayudar a los que menos tienen, garantizando los presupuestos para seguir creciendo los programas sociales, al ser constitucionales.
Sabemos que el trabajo que provenga de su liderazgo, será en defensa del interés público, social y humanista, porque ella ha sido así, una mujer fiel a sus convicciones, principios y honesta, dispuesta a trabajar por el pueblo, para vivir el derecho pleno de bienestar, seguridad y tranquilidad.
Además; como mexicana, mujer, funcionaria pública y militante de este movimiento, no puedo dejar de mencionar el orgullo que representa que, por primera vez será realidad que una mujer ocupe el cargo más importante del país, la presidencia nacional.
Porque su llegada a este cargo, simboliza que la lucha de décadas de miles de mujeres, por tener voz, participación e igualdad de oportunidades en los espacios de poder, está rindiendo los frutos que siempre debieron existir. Dejando atrás vicios y desigualdades, e impulsando su empoderamiento.
¡Es tiempo de mujeres!, y ahora, con la constancia que le fue otorgada, es un hecho que la continuidad de la transformación en nuestro país, tendrá rostro de mujer.