/ domingo 23 de abril de 2023

Raúl

En las páginas de nuestra historia nacional, se encuentran presentes dos manchas imborrables: la corrupción y la impunidad. Durante nuestro devenir histórico hemos sido testigos de hechos que transgreden a la sociedad. Ser honestos y transparentes en el ejercicio del servicio público no es una virtud, es una obligación. Sin embargo, entre los casos de impunidad en México que más laceran a la sociedad, están aquellos que justamente han sido llevados a cabo por servidores públicos, quienes irónicamente, tienen la encomienda de velar por los intereses y el bienestar de las y los mexicanos.

La construcción de la Estela de Luz, la Operación Safiro, la Estafa Maestra, la Casa Blanca y Odebrecht, por mencionar algunos casos, representan claramente los niveles de impunidad que se viven, mismos que son derivados de un sistema de justicia anquilosado, los excesos del poder y la complicidad institucional.

En esta ocasión, Zacatecas tiene la atención de todo el país por una solicitud de desafuero. El pasado 18 de abril, se dio a conocer la petición formal realizada por la Fiscalía General de Justicia del Estado para iniciar el juicio de desafuero contra Julio César Chávez Padilla, Presidente Municipal de Guadalupe, por considerar que ha participado, en calidad de coautor del delito de homicidio calificado del ciudadano zacatecano, Raúl Calderón Samaniego. En una sesión histórica, donde en todo momento se siguió el debido proceso, el pasado viernes los diputados de la LXIV Legislatura, aprobaron por unanimidad (28 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones), el dictamen de procedencia de desafuero.

Frente a todo ilícito, debe prevalecer la justicia, particularmente si proviene de las esferas del poder, aunado al actual escenario de violencia e inseguridad por el que atraviesa nuestro país y el frágil sistema de impartición de justicia.

El homicidio de Raúl Calderón tiene que esclarecerse. La voluntad política, sin importar ideologías y partidos, debe fortalecer el Estado de derecho, castigar la corrupción y erradicar la impunidad. Lo que acontece respecto al caso de desafuero de Chávez Padilla reviste total importancia. Estamos llamados a acabar con los abusos, como lo ha señalado nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador. En la Cuarta Transformación de la República debemos predicar con el ejemplo, la ética y la responsabilidad civil para cumplirle a la ciudadanía. Las autoridades judiciales deben respetar el debido proceso y la presunción de inocencia, pero de ellas, también demandamos justicia para Raúl. El peso de la ley para el o los culpables.

En las páginas de nuestra historia nacional, se encuentran presentes dos manchas imborrables: la corrupción y la impunidad. Durante nuestro devenir histórico hemos sido testigos de hechos que transgreden a la sociedad. Ser honestos y transparentes en el ejercicio del servicio público no es una virtud, es una obligación. Sin embargo, entre los casos de impunidad en México que más laceran a la sociedad, están aquellos que justamente han sido llevados a cabo por servidores públicos, quienes irónicamente, tienen la encomienda de velar por los intereses y el bienestar de las y los mexicanos.

La construcción de la Estela de Luz, la Operación Safiro, la Estafa Maestra, la Casa Blanca y Odebrecht, por mencionar algunos casos, representan claramente los niveles de impunidad que se viven, mismos que son derivados de un sistema de justicia anquilosado, los excesos del poder y la complicidad institucional.

En esta ocasión, Zacatecas tiene la atención de todo el país por una solicitud de desafuero. El pasado 18 de abril, se dio a conocer la petición formal realizada por la Fiscalía General de Justicia del Estado para iniciar el juicio de desafuero contra Julio César Chávez Padilla, Presidente Municipal de Guadalupe, por considerar que ha participado, en calidad de coautor del delito de homicidio calificado del ciudadano zacatecano, Raúl Calderón Samaniego. En una sesión histórica, donde en todo momento se siguió el debido proceso, el pasado viernes los diputados de la LXIV Legislatura, aprobaron por unanimidad (28 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones), el dictamen de procedencia de desafuero.

Frente a todo ilícito, debe prevalecer la justicia, particularmente si proviene de las esferas del poder, aunado al actual escenario de violencia e inseguridad por el que atraviesa nuestro país y el frágil sistema de impartición de justicia.

El homicidio de Raúl Calderón tiene que esclarecerse. La voluntad política, sin importar ideologías y partidos, debe fortalecer el Estado de derecho, castigar la corrupción y erradicar la impunidad. Lo que acontece respecto al caso de desafuero de Chávez Padilla reviste total importancia. Estamos llamados a acabar con los abusos, como lo ha señalado nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador. En la Cuarta Transformación de la República debemos predicar con el ejemplo, la ética y la responsabilidad civil para cumplirle a la ciudadanía. Las autoridades judiciales deben respetar el debido proceso y la presunción de inocencia, pero de ellas, también demandamos justicia para Raúl. El peso de la ley para el o los culpables.