/ martes 20 de octubre de 2020

Referente periodístico │ AMLO es derrotable

El PRI arrasó en Coahuila

Aunque fueron elecciones no tan relevantes, -por llamarlo de alguna manera-, los resultados a favor del PRI en Coahuila e Hidalgo, lo único que demostraron es que Morena es derrotable en 2021, así como el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador. Si hubo poca gente en las urnas o no, eso ya es otra cosa. A ver si con esto los morenazos reaccionan y cambian. Tiempo hay.

Están perdiendo confianza.

Desde luego, ya la elección concurrente en 15 estados del país en 2021 será muy distinta, pero el riesgo de perder para Morena y los otros partidos quedó de manifiesto ayer en estos dos Estados. Los morenos deben con humildad comenzar a cambiar y no andar repartiendo culpas.

Sobre aviso no hay engaño.

Quienes pensaban que el PRI en este país estaba muerto, con todo y los actos de corrupción que se han visto ya vimos que no, se resiste a morir, porque es el partido mejor estructurado y ordenado de México. un sector de la sociedad mexicana continúa creyendo en el tricolor.

Coahuila e Hidalgo es el ejemplo.

Repartición de culpas

Como en toda derrota electoral la repartición de culpas por los resultados en Coahuila e Hidalgo han comenzado. Los morenos atribuyen la derrota al aun presidente nacional interino, el zacatecano Alfonso Ramírez Cuéllar quien aseguran no hizo la tarea, poco interés mostró.

Agreguen la desconfianza y los pleitos.

Evidentemente, la crisis política que se ha prolongado en Morena por cerca de dos años también vino a contribuir a la derrota. Los llamados del presidente López Obrador a tranquilizarse de nada sirvieron. El domingo en Coahuila e Hidalgo se consumó la derrota para el partido en el gobierno.

Y nada de poner peros. Reconozcan.

Morena y AMLO son derrotables.

A lo que pretendo llegar es que mientras Morena continúe con sus pleitos y el propio AMLO con la soberbia y el orgullo los resultados pudieran venirse abajo. Hay tiempo para rectificar.

Ellos lo saben.

Aprender de la derrota

Morena acudirá el fin de semana a las urnas para designar -parece que ahora sí- a su nuevo presidente nacional y Secretario (a) General y con ello sanear bastantes heridas. Todo apunta que Mario Delgado Carrillo ahora sí se impondrá a Porfirio Muñoz Ledo.

Y por ende comenzar a sanear el Movimiento.

Por supuesto, que de las derrotas electorales es de donde más aprenden los partidos y los gobiernos. A ver si lo ocurrido en Coahuila e Hidalgo, permite a Morena rectificar el camino. Y al presidente de México, López Obrador hacer lo propio.

El que entendió, entendió.

En suma, el domingo en Coahuila e Hidalgo quedó demostrado que tanto Morena como AMLO son derrotables en 2021, así que, a ponerse las pilas, con humildad y sin soberbia.

Cambian o comienza la debacle.

El PRI arrasó en Coahuila

Aunque fueron elecciones no tan relevantes, -por llamarlo de alguna manera-, los resultados a favor del PRI en Coahuila e Hidalgo, lo único que demostraron es que Morena es derrotable en 2021, así como el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador. Si hubo poca gente en las urnas o no, eso ya es otra cosa. A ver si con esto los morenazos reaccionan y cambian. Tiempo hay.

Están perdiendo confianza.

Desde luego, ya la elección concurrente en 15 estados del país en 2021 será muy distinta, pero el riesgo de perder para Morena y los otros partidos quedó de manifiesto ayer en estos dos Estados. Los morenos deben con humildad comenzar a cambiar y no andar repartiendo culpas.

Sobre aviso no hay engaño.

Quienes pensaban que el PRI en este país estaba muerto, con todo y los actos de corrupción que se han visto ya vimos que no, se resiste a morir, porque es el partido mejor estructurado y ordenado de México. un sector de la sociedad mexicana continúa creyendo en el tricolor.

Coahuila e Hidalgo es el ejemplo.

Repartición de culpas

Como en toda derrota electoral la repartición de culpas por los resultados en Coahuila e Hidalgo han comenzado. Los morenos atribuyen la derrota al aun presidente nacional interino, el zacatecano Alfonso Ramírez Cuéllar quien aseguran no hizo la tarea, poco interés mostró.

Agreguen la desconfianza y los pleitos.

Evidentemente, la crisis política que se ha prolongado en Morena por cerca de dos años también vino a contribuir a la derrota. Los llamados del presidente López Obrador a tranquilizarse de nada sirvieron. El domingo en Coahuila e Hidalgo se consumó la derrota para el partido en el gobierno.

Y nada de poner peros. Reconozcan.

Morena y AMLO son derrotables.

A lo que pretendo llegar es que mientras Morena continúe con sus pleitos y el propio AMLO con la soberbia y el orgullo los resultados pudieran venirse abajo. Hay tiempo para rectificar.

Ellos lo saben.

Aprender de la derrota

Morena acudirá el fin de semana a las urnas para designar -parece que ahora sí- a su nuevo presidente nacional y Secretario (a) General y con ello sanear bastantes heridas. Todo apunta que Mario Delgado Carrillo ahora sí se impondrá a Porfirio Muñoz Ledo.

Y por ende comenzar a sanear el Movimiento.

Por supuesto, que de las derrotas electorales es de donde más aprenden los partidos y los gobiernos. A ver si lo ocurrido en Coahuila e Hidalgo, permite a Morena rectificar el camino. Y al presidente de México, López Obrador hacer lo propio.

El que entendió, entendió.

En suma, el domingo en Coahuila e Hidalgo quedó demostrado que tanto Morena como AMLO son derrotables en 2021, así que, a ponerse las pilas, con humildad y sin soberbia.

Cambian o comienza la debacle.