/ miércoles 27 de marzo de 2024

TecnoGob / El día después

Una de las reflexiones que se hace en estos días son apocalípticas o de lo que puede suceder si el futuro nos alcanzara de repente. Esta columna no escapa a esa tendencia. ¿Qué pasaría si desaparece el internet en el mundo? Olvidemos por un momento las causas y concentremos nuestra explicación en los efectos.

El día después de internet. Lo primero que ocasionará será la pérdida de comunicación en las redes sociales. Dejar sin mensajes banales o efímeros de felicitación o descontento no serían problema. Pero eliminar los mensajes de negocios, las posibles transacciones comerciales; los mensajes de asesoría psicológica, las clases en línea, el envío de proyectos etc.

El día después sin internet nos dejaría varados en muchos aeropuertos, estaciones de trenes y autobuses, en algunas carreteras no se podría pasar si están siendo operadas automáticamente. Las reservaciones, ventas de boletos, asignación de lugares no podrían visualizarse. No podría ingresar a su transporte con el subsecuente caos que ello traería.

En el día después no llegarían muchos pedidos; los envíos de carga, ya sea en avión, tren o autobús estarían detenidos, no sabemos si pueden llegar o si tienen la carga completa o si hay algún contratiempo. Un caos para lograr determinar si existe o no u envió puede llegar a ocasionar que se pierdan materias primas fundamentales para la producción de alimentos o medicinas, que no existan los materiales para la construcción de alguna pieza clave en las fábricas o que se detenga de inmediato la producción

En el día después muchas decisiones políticas tendrían que tomarse. ¿Quién tiene el poder de la decisión? ¿Quién tiene el poder de la información cuando esta no circula? ¿Cómo decidir sin información? Sin duda alguna muchas decisiones cruciales se verían detenidas hasta no contar con datos que ayuden a reducirla. Los funcionarios públicos y los políticos estarían “congelados” hasta no saber qué hacer sin los datos que les permiten toma las decisiones.

En los hospitales, guarderías, escuelas y universidades muchas actividades se verían entorpecidas o detenidas por la falta de internet. Aparatos que no podrían usarse, clases que no se podrían impartir, medicamentos que no se pueden administrar, calificaciones que no pueden imprimirse. Un día después sin internet detendría el progreso.

La seguridad doméstica y nacional se vería comprometida. Los edificios, casas, oficinas con cámara de videovigilancia no funcionan. Nadie podría asegurar quienes entran o salen por la falta de internet para transmitir. A nivel seguridad nacional, los servidores con información gubernamental estarían comprometidos, muy pocos podrían sacar información de manera física y los datos tan importantes como claves de acceso e información vital estarían en riesgo.

Este breve recorrido del impacto que tiene la conexión de internet en múltiples actividades cotidianas nos obliga a reflexionar, que, ¿tanto debemos desconectarnos de esta red de redes para ser funcionales? ¿Podemos trabajar y funcionar sin internet? Es fundamental pensar en un protocolo de acción o actuación alterno que permita enfrentar esta circunstancia. Espero que en estos días de asueto pueda pensar en alguno, se lo dejo de tarea.

Una de las reflexiones que se hace en estos días son apocalípticas o de lo que puede suceder si el futuro nos alcanzara de repente. Esta columna no escapa a esa tendencia. ¿Qué pasaría si desaparece el internet en el mundo? Olvidemos por un momento las causas y concentremos nuestra explicación en los efectos.

El día después de internet. Lo primero que ocasionará será la pérdida de comunicación en las redes sociales. Dejar sin mensajes banales o efímeros de felicitación o descontento no serían problema. Pero eliminar los mensajes de negocios, las posibles transacciones comerciales; los mensajes de asesoría psicológica, las clases en línea, el envío de proyectos etc.

El día después sin internet nos dejaría varados en muchos aeropuertos, estaciones de trenes y autobuses, en algunas carreteras no se podría pasar si están siendo operadas automáticamente. Las reservaciones, ventas de boletos, asignación de lugares no podrían visualizarse. No podría ingresar a su transporte con el subsecuente caos que ello traería.

En el día después no llegarían muchos pedidos; los envíos de carga, ya sea en avión, tren o autobús estarían detenidos, no sabemos si pueden llegar o si tienen la carga completa o si hay algún contratiempo. Un caos para lograr determinar si existe o no u envió puede llegar a ocasionar que se pierdan materias primas fundamentales para la producción de alimentos o medicinas, que no existan los materiales para la construcción de alguna pieza clave en las fábricas o que se detenga de inmediato la producción

En el día después muchas decisiones políticas tendrían que tomarse. ¿Quién tiene el poder de la decisión? ¿Quién tiene el poder de la información cuando esta no circula? ¿Cómo decidir sin información? Sin duda alguna muchas decisiones cruciales se verían detenidas hasta no contar con datos que ayuden a reducirla. Los funcionarios públicos y los políticos estarían “congelados” hasta no saber qué hacer sin los datos que les permiten toma las decisiones.

En los hospitales, guarderías, escuelas y universidades muchas actividades se verían entorpecidas o detenidas por la falta de internet. Aparatos que no podrían usarse, clases que no se podrían impartir, medicamentos que no se pueden administrar, calificaciones que no pueden imprimirse. Un día después sin internet detendría el progreso.

La seguridad doméstica y nacional se vería comprometida. Los edificios, casas, oficinas con cámara de videovigilancia no funcionan. Nadie podría asegurar quienes entran o salen por la falta de internet para transmitir. A nivel seguridad nacional, los servidores con información gubernamental estarían comprometidos, muy pocos podrían sacar información de manera física y los datos tan importantes como claves de acceso e información vital estarían en riesgo.

Este breve recorrido del impacto que tiene la conexión de internet en múltiples actividades cotidianas nos obliga a reflexionar, que, ¿tanto debemos desconectarnos de esta red de redes para ser funcionales? ¿Podemos trabajar y funcionar sin internet? Es fundamental pensar en un protocolo de acción o actuación alterno que permita enfrentar esta circunstancia. Espero que en estos días de asueto pueda pensar en alguno, se lo dejo de tarea.