/ miércoles 8 de mayo de 2024

TecnoGob / Sistemas de Emergencia y Presidencia

Estamos por cumplir un aniversario de que concluyó la pandemia COVID-19 en el mundo. En México, la comisión especial para analizar los efectos de este suceso, reportan más de 800 mil personas fallecidas, muchos de los cuales se podrían haber evitado, pero los gobiernos siguen sin entender la importancia de los sistemas de información, la construcción de los datos colaborativos (públicos y privados) y sobre todo la implementación de sistemas de administración de emergencias. En esta colaboración quiero profundizar sobre esto.

Resulta decepcionante que a pesar de tantas muertes y tanto desconcierto la administración pública no aprendió nada de la pandemia. Los candidatos a puestos políticos, desde la presidencia de la república hasta las alcaldías se olvidaron del tema y ninguna de sus propuestas de campaña busca discutir la urgente necesidad de tener una política pública sobre los sistemas de emergencia gubernamental. Dicen que "no compra votos" pero puede salvar vidas.

Al menos hacen falta tres grandes políticas para diseñar un sistema público de emergencias para atender no sólo pandemias, sino terremotos, efectos del cambio climático y problemas de salud. La primer política es garantizar un internet gubernamental. No estamos hablando del internet generado por los proveedores de servicio privado, sino tener una red gubernamental propia a través de la cual garantice el flujo de datos gubernamentales y mantenga la privacidad de los mismos.

Un internet gubernamental que comience de los municipios más alejados hasta llegar a las secretarias de estado a nivel federal y estatal. No se pueden tener datos exactos sin una carretera a través de la cual circulen.

Una segunda política es diseñar e implementar un sistema de información que funcione en emergencias. En países como Chile y Japón donde han tenido terremotos, los sistemas de emergencia gubernamental están resguardados en instalaciones que operan sin energía eléctrica del exterior. Con construcciones especificas y un sistema eléctrico por baterías solares y eólicas los gobiernos siguen funcionando a pesar de la emergencia.

No sólo eso sino que exista un sistema que permita la gestión de los datos - camas de hospital, enfermos, heridos, medicamentos, destrucción de vías de comunicación, etc - que pueda ser actualizado en tiempo real ya sea telefónica o por computadora para tomar decisiones y alertar a los ciudadanos en caso de peligro inminente. Ese sistema es crucial para salvar vidas y mantener una gobernanza de datos.

Finalmente, la tercera política y tal vez la más difícil es garantizar la calidad de los datos gubernamentales para la toma de decisiones. No se trata de maquillar las cifras, ni tampoco de generar falsas expectativas sobre cuando y cómo terminará la emergencia, sino de tener datos exactos, oportunos, veraces y detallados que se puedan utilizar para la toma de decisiones por los funcionarios encargados de atender la emergencia.

En suma, estas tres ideas: un internet gubernamental, un sistema nacional de emergencia y políticas de datos gubernamentales son elementos clave para evitar que eventos como la pandemia se salgan de control y tantas muertes innecesarias vuelvan a ocurrir.

Estamos por cumplir un aniversario de que concluyó la pandemia COVID-19 en el mundo. En México, la comisión especial para analizar los efectos de este suceso, reportan más de 800 mil personas fallecidas, muchos de los cuales se podrían haber evitado, pero los gobiernos siguen sin entender la importancia de los sistemas de información, la construcción de los datos colaborativos (públicos y privados) y sobre todo la implementación de sistemas de administración de emergencias. En esta colaboración quiero profundizar sobre esto.

Resulta decepcionante que a pesar de tantas muertes y tanto desconcierto la administración pública no aprendió nada de la pandemia. Los candidatos a puestos políticos, desde la presidencia de la república hasta las alcaldías se olvidaron del tema y ninguna de sus propuestas de campaña busca discutir la urgente necesidad de tener una política pública sobre los sistemas de emergencia gubernamental. Dicen que "no compra votos" pero puede salvar vidas.

Al menos hacen falta tres grandes políticas para diseñar un sistema público de emergencias para atender no sólo pandemias, sino terremotos, efectos del cambio climático y problemas de salud. La primer política es garantizar un internet gubernamental. No estamos hablando del internet generado por los proveedores de servicio privado, sino tener una red gubernamental propia a través de la cual garantice el flujo de datos gubernamentales y mantenga la privacidad de los mismos.

Un internet gubernamental que comience de los municipios más alejados hasta llegar a las secretarias de estado a nivel federal y estatal. No se pueden tener datos exactos sin una carretera a través de la cual circulen.

Una segunda política es diseñar e implementar un sistema de información que funcione en emergencias. En países como Chile y Japón donde han tenido terremotos, los sistemas de emergencia gubernamental están resguardados en instalaciones que operan sin energía eléctrica del exterior. Con construcciones especificas y un sistema eléctrico por baterías solares y eólicas los gobiernos siguen funcionando a pesar de la emergencia.

No sólo eso sino que exista un sistema que permita la gestión de los datos - camas de hospital, enfermos, heridos, medicamentos, destrucción de vías de comunicación, etc - que pueda ser actualizado en tiempo real ya sea telefónica o por computadora para tomar decisiones y alertar a los ciudadanos en caso de peligro inminente. Ese sistema es crucial para salvar vidas y mantener una gobernanza de datos.

Finalmente, la tercera política y tal vez la más difícil es garantizar la calidad de los datos gubernamentales para la toma de decisiones. No se trata de maquillar las cifras, ni tampoco de generar falsas expectativas sobre cuando y cómo terminará la emergencia, sino de tener datos exactos, oportunos, veraces y detallados que se puedan utilizar para la toma de decisiones por los funcionarios encargados de atender la emergencia.

En suma, estas tres ideas: un internet gubernamental, un sistema nacional de emergencia y políticas de datos gubernamentales son elementos clave para evitar que eventos como la pandemia se salgan de control y tantas muertes innecesarias vuelvan a ocurrir.