Las artesanías de fibras vegetales son una tradición en Zacatecas, pues forman parte de la expresión popular de varios municipios en donde se realizan. Particularmente las técnicas de cestería son las que más se venden y que se proyectan a nivel nacional.
Para el artesano originario de Jiménez del Teul, Zacatecas, Eliberto Chávez, es importante que las nuevas generaciones conozcan y valoren el proceso que existe detrás de una artesanía, ante esto se dedica a realizar talleres temporales para compartir sus conocimientos.
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Con una amplia trayectoria de cinco décadas creando piezas de fibras vegetales, explicó que la materia para realizar cada creación la extrae de la sierra zacatecana, de ahí, teje las fibras para poder armar un cesto, en diversos tamaños, estilos y formas.
Tarda aproximadamente una hora en fabricar una pieza, que luego vende –según el tamaño- por 20 o hasta 100 pesos. Aunque, más que un trabajo y sustento para vivir, el artesano platicó que se trata de una labor que brinda identidad a Zacatecas.
Yo esto lo aprendí solo, vi un cesto tirado por ahí, y lo armé varias veces y así aprendí” dijo, por lo que destaca la facilidad de aprender un oficio, que además, ha mantenido vigente desde hace tiempo, “todo lo que hago es de imaginación
Por ahora, es de los pocos artesanos que quedan en Jiménez del Teul y que trabajan las fibras vegetales, por lo que invitó al público a que se interesen más por las artesanías zacatecanas pero sobre todo, a que aprendan a realizar alguna técnica para que esta labor se mantenga vigente por más décadas.
