Como herencia familiar, José Dalí aprendió talabartería, una técnica de las más antiguas y practicadas en el estado de Zacatecas, convirtiéndose en un artesano joven que imprime su creatividad en cada pieza.
Oriundo de la comunidad de Tacoaleche, Guadalupe, Zacatecas, el arte en cuero que propone lo aprendió desde los 15 años bajo las instrucciones de su abuelo Santiago Pacheco, y que ahora, junto a sus padres se ha convertido en un negocio familiar.
“Estábamos cortos de dinero y empezamos a realizarlo”, dijo José, al explicar los motivos de su acercamiento e interés por aprender a ejercer el trabajo como talabartero.
Ahora, con 16 años de edad, conoce y fabrica diversos artículos de cuero; entre la oferta que elabora destacan monederos, pulseras, bolsas, fundas de teléfono hechas a mano e incluso, con algunas decoraciones en pintura.
LOS MAESTROS DEL ARTE EN CUERO
La transformación de una pieza en piel, a llegar a ser una artesanía, sólo se puede elaborar bajo las manos maestras del arte en esta técnica.
La historia cuenta que la talabartería, se usaba con mayor ocupación por el hombre para fabricar artículos de piel que estaban vinculados con animales de silla y tiro, siendo una de las primeras actividades desarrolladas en el ámbito campestre.
En la actualidad, las mujeres también practican esta técnica, y en la mayoría de los casos es por herencia familiar.
Entre los artículos más fabricados, figuran las sillas de montar y cinturones, aunque con el paso del tiempo la creatividad ha llegado a las fundas para navajas y hasta llaveros.
OFICIO DE TRADICIÓN
La talabartería que realiza José es única, las piezas que elabora junto a sus padres son una muestra del talento de los artesanos zacatecanos que ejercen un oficio que durante décadas de resiste a desaparecer.
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Más que un producto, cada una de las artesanías están llenas de tradición y costumbres que representan la cultura e identidad de los mexicanos.
En Tacoaleche, José y su familia tienen su taller, en donde se dedican a detallar cada una de sus piezas, para luego salir a venderlas.
Ante la falta de un local formal, se dedican a promover su labor en diversos corredizos artesanales; su última participación fue el pasado mes de marzo, en una expo venta que fue montada en el Portal de las Flores.
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Ante la suspensión del Festival Cultural por la contingencia del Covid-19, no podrán participar en el corredizo artesanal que ya se tenía previsto, pero cuentan con su página en redes sociales de Tacoaleche Artesanías en donde están al pendiente de sus clientes.
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