La tradicional festividad que se realiza en honor de San Juan Bautista en la capital zacatecana conocidas como Morismas de Bracho, celebración que es patrimonio inmaterial de Zacatecas, se encuentra en riesgo debido a las medidas de prevención del Coronavirus (Covid-19); pues aún y cuando se realizan el último fin de semana del mes de agosto, aún no se sabe las medidas que se tomarán al finalizar el aislamiento social y, por lo pronto se han suspendido los ensayos, que iniciarían el próximo 3 de mayo en el lomerío de Bracho.
La Mesa Directiva de las Morismas de Bracho informó a los cofrades que “por motivos de la pandemia que aqueja el territorio nacional, y siguiendo las recomendaciones de la secretaria de Salud del estado de Zacatecas […] los ensayos próximos a iniciar el domingo 3 de mayo se suspenden hasta nuevo aviso".
Lo anterior, luego de que José Dolores Delgado Valenzuela, presidente de la Cofradía de San Juan Bautista fuera notificado por la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) a través del comunicado DSP/SEPCE/VIG.EPID./130/2020 para que no se realizara ninguna concentración de población para cualquier tipo de actividad y de esa manera contribuir al término de la contingencia sanitaria “Quedándose en su casa”.
La medida -se advierte en el oficio- “debe ser acatada hasta que la Secretaría de Salud de Zacatecas indique.
La capital zacatecana tiene hasta la tarde de este sábado 15 casos positivos de Coronavirus y se encuentra en la fase 3 de contingencia, al igual que los municipios que tienen casos.
- Las Morismas de Bracho, festividad centenaria –
San Juan Bautista es venerado con una gran fiesta que inicia en la conmemoración de su martirio, el festejo incluye desfiles, coloquios, simulaciones de batallas campales (basadas en la original batalla de Lepanto que ocurrió en España) y es conocida como Morismas de Bracho.
Corría el año de 1830 cuando se registró por primera vez esta escenificación monumental.
A esta festividad se unen integrantes de otras cofradías, como la de los municipios de Pánuco, Guadalupe, Villanueva, entre otros.
La mayor riqueza de esta fiesta es que proviene del pueblo y es para el pueblo: Ser el comandante del batallón segundo no es cualquier cosa, pues ese cargo —otorgado por la Cofradía de San Juan Bautista— le ha sido dado a la familia desde tiempo atrás. Legar estos roles es un honor y un gusto que abraza a los bebés desde la cuna: porque vienen hombres con chiquillos, hay abuelos, hay jóvenes y niñas por igual.
Las batallas ocurren en las Lomas de Bracho, a espaldas del Cerro de la Bufa, en la capital zacatecana. En el puente que conecta a la ciudad con las lomas hay un empedrado que el mero sábado y domingo se llena de penitentes hincados que avanzan a la capilla de San Juan Bautista.
El domingo ocurre la batalla principal y desde el centro desfilan los moros y cristianos hacia las lomas.
Se calcula que actualmente participan alrededor de 14 mil personas en la escenificación y el desfile es presenciado también por miles de personas.