Escucha la leyenda completa aquí↓
La historia de la mujer vampiro de la Iglesia San Juan Bosco, es una de las más conocidas leyendas del estado de Tamaulipas, al noreste de México.
La Iglesia San Juan Bosco se ubica en la colonia Árbol Grande en ciudad Madero, y la historia ocurre cuando el padre Ignacio Rosiles era el párroco de ese lugar y se dedicaba en cuerpo y alma a la rehabilitación del templo, la esposa del superintendente de la refinería le dio su respaldo para lograrlo.
La benefactora siempre manifestó al sacerdote que el día que muriera permitiera que sus restos descansaran en la parroquia.
Tras el paso de los años, los hijos de la mujer crecieron y fueron exitosos profesionistas por lo que fueron enviados a trabajar a Salamanca, Guanajuato, ellos llevaron a su madre para que viviera con ellos, hasta que falleció de vejez en 1973 y fue enterrada en aquella ciudad.
Al enterarse, el sacerdote Ignacio Rosiles de la muerte de la benefactora, buscó a los familiares para exhumar el cuerpo y trasladarlo a Ciudad Madero, para cumplir con su última voluntad.
La sorpresa fue cuando al desenterrarla y abrir el féretro se percataron que el cuerpo estaba intacto, incorrupto, solamente le había crecido el pelo, las uñas y los colmillos a desproporción de su fisonomía, por lo que los enterradores le llamaron la Mujer Vampiro.
A pesar de lo sucedido continuaron con el proceso de traslado a la parroquia de la colonia Árbol Grande de Ciudad Madero en donde se hizo una misa de cuerpo presente, a la cual se aglomeraron las familias de los alrededores.
Escucha nuestra leyenda en:
Como eran demasiadas personas las que se agolpaban alrededor del ataúd, terminaron por tumbarlo… fue en ese momento que se escucharon los gritos de los presentes.
Muchos de los asistentes salieron corriendo a sus casas para tomar antorchas e intentaron quemar la iglesia.
Al no encontrar el cuerpo de la Mujer Vampiro, gritaban que lo tenían escondido en el sótano de la iglesia por lo que los militares tuvieron que intervenir para evitar una mayor desgracia.
Desde ese momento la gente comenzó a decir que la ven volar desde la cúpula de la iglesia con dirección a la iglesia de la Catedral de Tampico, así como a la playa Miramar.
La niña que vio a la mujer vampiro
En la década de 1980, una niña llamada Martha que formaba parte del coro de la Iglesia de San Juan Bosco de Árbol Grande, acudía a cantar cada domingo.
Lo que más disfrutaba era cuando ella junto con sus compañeros pasaban frente a una pequeña entrada que estaba prohibida. “Todos sabíamos por qué”, afirma.
El acceso daba a unas escaleras por las que se podía subir a la torre derecha de la iglesia. “Era de todos sabido que en la cúpula de esa torre descansaba la mujer vampiro”
Cierta ocasión, uno de los compañeros del coro le presumió a Martha y a los otros niños que ahora era monaguillo, por lo que tenía acceso a las llaves de toda la iglesia. “No dudamos en pedirle que nos dejara subir”.
Así, entre todo el coro, inició un juego de varios días en el que primero no se animaban a entrar pero que, de a poco, fueron avanzando un escalón más cada día, hasta que un día llegaron hasta los escalones de la cúpula. Cuando esto pasó, Martha no se dio cuenta que desde hace un rato el resto de los niños la habían dejado a su suerte.
Relata que, aunque el aire se sentía pesado y una sensación de terror invadía su cuerpo, decidió continuar avanzando hasta que, de pronto, una fuerza la paralizó.
“No pude dar el siguiente paso, podía sentir claramente cómo se clavaba en mí una energía, cómo una mirada, cómo un algo que me miraba fijamente”.
Decidió hacer frente a aquella presencia que la retenía. “Me giré y la vi; estaba parada frente a mí con su hermoso cabello brillante y largo, largo cubriéndole el rostro, podía ver sus brillantes ojos, no pude evitarlo y bajé la mirada buscando y las vi: tenía sus uñas largas, negras como la noche”.
Martha sintió que aquello la soltó y bajó los escalones lo más rápido que pudo, sin preocuparse por no resbalar. Llegó a su casa y de inmediato se metió bajo las colchas de su cama.
“Esa noche fue la más larga de toda mi infancia; jamás volví a pisar un solo escalón de esa torre; cada que volvía a la iglesia sentía a la mujer vampiro mirándome desde lo alto”.
│Escucha más de Cofre de Leyendas│