La Agencia Espacial Europea (ESA) ha sorprendido al mundo científico al revelar nuevas imágenes de Marte, captadas en la región polar sur del planeta, donde se observan una serie de puntos oscuros que inicialmente parecían arañas negras.
Estas imágenes fueron obtenidas gracias al CaSSIS, un Sistema para tomar Imágenes Superficiales a Color del Orbitador Mars Express, como parte de la misión ExoMars. Se localizaron en un área conocida como la Ciudad Inca de Marte, un sitio particularmente intrigante por sus características geográficas que evocan ruinas antiguas.
Sin embargo, los expertos de la ESA han aclarado que estas formaciones no son arañas en absoluto, sino erupciones estacionales compuestas principalmente por dióxido de carbono. Según explicaron en un comunicado, este fenómeno se desencadena cuando la luz solar de primavera incide sobre las capas de dióxido de carbono depositadas durante los meses oscuros del invierno marciano.
El calor del sol provoca que el hielo de dióxido de carbono en la base de estas capas se sublima, convirtiéndose en gas que luego se acumula y se libera a través de grietas en las capas superiores de hielo, creando así las llamativas manchas oscuras que parecen arañas desde la distancia.
Liv Science, una de las instituciones involucradas en el análisis de estas formaciones, ha identificado estas estructuras como canales de gas, con dimensiones que oscilan entre los 45 metros y un kilómetro de ancho. Específicamente, el ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) ha proporcionado imágenes detalladas de estos patrones en forma de zarcillo, revelando una red compleja de canales tallados en el hielo marciano.
La imagen en cuestión no es reciente, sino que data del 4 de octubre de 2020, y se centra en las coordenadas aproximadas de 323°E/75°S en la Ciudad Inca de Marte. Este sitio, descubierto en 1972 por la NASA a través de la sonda orbitar Marine 9, presenta características que sugieren la presencia de un gran cráter, posiblemente formado por el impacto de un objeto espacial contra la superficie marciana.
Las "murallas" de la Ciudad Inca trazan parte de un círculo de aproximadamente 86 km de diámetro, lo que lleva a los científicos a especular que este lugar se encuentra en el interior de un antiguo cráter que ha sido modificado por procesos geológicos a lo largo del tiempo. Esta revelación ofrece nuevas perspectivas sobre la geología marciana y el impacto de fenómenos estacionales en su superficie.