Científicos de la Universidad de Harvard podrían haber resuelto el misterio del hexágono de Saturno, uno de los planetas más curiosos del Sistema Solar. El hexágono aparece de manera habitual en el polo norte del planeta, y ahora lo que era una incógnita podría estar resuelto.
Los expertos crearon un modelo de simulación tridimensional, lo que ayudaría a dar fin al misterioso enigma.
El hexágono de Saturno fue descubierto en 1981 durante la Misión Voyager, y durante el 2006 el extraño suceso pudo ser observado con mucha más claridad y a profundidad en la Misión Cassini.
Cassini pudo grabar por primera vez un video de la zona hexagonal mientras se movía a la misma velocidad que lo hacía el propio planeta.
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Desde entonces un buen número de científicos trataron de dar una explicación al evento que sólo ocurre en Saturno; una de las interrogantes fue si el fenómeno también se daba en el polo sur del planeta, sin embargo no es así.
Rakesh K. Yadav, científico del Departamento de Ciencias Planetarias y Terrestres de Harvard, aseguraba que habían llevado a cabo una nueva simulación para tratar de dar respuesta al misterio: se trata del modelo tridimensional de la atmósfera de Saturno.
"Vemos tormentas en la Tierra con regularidad y siempre están en espiral, a veces circulares, pero nunca habíamos visto algo con segmentos hexagonales o polígonos con bordes. Eso es realmente sorprendente y completamente inesperado. La pregunta en Saturno es: ¿cómo se formó un sistema tan grande y cómo puede un sistema tan grande permanecer sin cambios en este gran planeta?", explica Yadav.
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"Imagina que tenemos una tira de goma elástica y colocamos un montón de tiras de goma más pequeñas alrededor de ella para, luego. simplemente apretar todo desde el exterior. Ese anillo central se comprimirá unos centímetros y formará una forma extraña con un cierto número de bordes. Esa es, básicamente, la física de lo que está sucediendo en Saturno", explica Yadav en su investigación.
Básicamente, lo que ocurre es que tormentas más pequeñas se encargan de presionar los extremos exteriores de otras más grandes, y en esa lucha por coexistir en el mismo espacio aquellas más grandes acaban por perder su forma para convertirse en un hexágono.
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