El tráfico desproporcionado de vehículos, el alto costo de las rentas, la proliferación de antros, la sobre explotación comercial y la falta de agua potable, son algunas de las causas por las que las familias zacatecanas ya no quieren vivir en el centro histórico de Zacatecas, según expusieron autoridades estatales y federales.
Raquel Ciceley Toribio Rivas, titular de la Junta de Monumentos y Zonas Típicas del Estado, informó que hoy sólo están habitados cerca del 50% de los inmuebles que eran utilizados como casa habitación en el año 2001.
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Recordó que, al iniciar este siglo, las únicas vías que habían pasado a una vocación meramente turística y comercial, eran las Avenidas Guerrero, Tacuba y la Hidalgo, pero esa condición se ha extendido a otras calles como la Juan de Tolosa, Abasolo y Genaro Codina.
En esas avenidas y calles emblemáticas, que son las más concurridas durante el día, hay muy pocas casas habitadas, y quienes permanecen son casi exclusivamente adultos mayores que conservan apego por sus casas. Mientras tanto, en callejones como el Luis Moya “ya no vive nadie”.
Cada vez más se hace imposible vivir ahí, la gente prefiere irse a otra casa y rentar la que tiene aquí para negocios
Además, repuntó la demanda de turistas para espacios de Airbnb o la búsqueda de espacios para instalar negocios, aunque estos cierran constantemente debido que las rentas se han encarecido en el primer cuadro de la ciudad.
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Aunado a lo anterior, los restaurantes, antros y bares funcionan con música a todo volumen causando incomodidad a los vecinos por el escándalo diario: “Hemos tenido quejas de hoteles porque los huéspedes se les van por el ruido”.
Al remarcar que este año se conmemoran los 30 años de la inscripción de Zacatecas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Toribio Rivas comentó que se requiere un centro histórico digno, primero para los zacatecanos y después para los visitantes, por lo que es necesario reforzar “el sentido de apropiación” que permita repoblar el centro histórico.
Riegos de colapso
La Junta de Monumentos y Zonas Típicas tiene el registro de 170 fincas en riesgo de colapso, la mayoría abandonadas, ya que “los herederos no viven en Zacatecas y muestran desinterés por arreglarlas”, explicó la funcionaria.
En la Ley de Protección y Conservación de Zonas Típicas que ahora es del Patrimonio Cultural de Zacatecas, desde 1965 se dejó asentado que los propietarios tienen la obligación de mantener en buenas condiciones sus casas, aunque apuntó que la mayoría hace caso omiso.
Carlos Torreblanca Padilla, director del Centro INAH Zacatecas, dio a conocer que algunos de estos inmuebles están intestados, lo que acrecienta la problemática.
Ante las desventajas que ocasionan el despoblamiento como la falta de estacionamientos, la apertura de antros, y el constante déficit de abasto de agua, el funcionario reconoció: “el habitante se ve presionado, no está cómodo y empieza a migrar, por lo que es necesario trabajar sobre cómo se puede adaptar el patrimonio a las nuevas necesidades de la población”.
El INAH tiene catalogados mil 198 inmuebles históricos en el centro histórico, aunque “una gran cantidad de ellos sin claridad de la posesión de los dueños”.
