Moreira Miguel, junto a su esposa y sus tres hijos, salieron de Ecuador huyendo de la violencia; hoy reúne dinero en calles de la ciudad de Zacatecas antes de volver a abordar el tren rumbo a los Estados Unidos.
Este que es uno de miles de migrantes que cruzan diariamente el territorio zacatecano, recuerda que en Ecuador sus hijos eran presionados por un grupo de la delincuencia para vender droga, y uno de sus sobrinos fue asesinado a la edad de 18 años porque no quiso incorporarse a una banda de extorsionadores.
En México viaja junto con su esposa, su primogénito de 14 años, y dos hijos menores, de los cuales el más pequeño padece escoliosis congénita: “He dormido en la calle con mis hijos, he pasado días sin comer” recuerda.
Hoy prefiere ir a bordo de “La bestia” a pesar del peligro que ello implica, pues en dos intentos previos de llegar a la frontera en autobús, fueron víctimas de las extorsiones de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
En Piedras Negras, Coahuila “íbamos en el camión gente de Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela, y los de migración dicen: ´a ver Ecuador… baja’ y nos empiezan a pedir dinero”. Antes de que el camión arrancara, alcanzó a escuchar que el agente le dijo al chofer: “ya sabes, la próxima que vengan (de Ecuador) nos avisas… toma”, y entonces vio cómo le entregó una parte de su dinero.
Desde el sábado pasado él y su familia se bajaron del tren en Zacatecas para juntar dinero antes de retomar su camino. Mientras tanto, su hijo de 14 años ayuda en un negocio de comida haciendo la limpieza, y Moreira pide dinero en cruceros viales junto con su esposa, y sus otros hijos, ya que es complicado conseguir trabajo por ser migrante.
Víctima de “los pícaros”
El año pasado, Herber Eleazar Maldonado vendió su casa en Honduras para poder pagar al "coyote" que lo cruzaría a él, a su madre, su esposa y sus dos hijos, a través de las fronteras de México y Estados Unidos.
El "coyote" los abandonó en Chiapas donde poco después fueron víctimas de un asalto: “Por evitar a los de migración fue que rodeamos por la vía del tren y nos encontramos a los pícaros y nos desnudaron”. Este hecho los obligó a pedir ayuda “de pueblito en pueblito”.
Tras recorrer México, llegaron a Estados Unidos, donde sólo sus familiares recibieron asilo, mientras que él fue deportado hace medio año. Desde entonces ha tratado de hacer los trámites para poder reencontrarse con ellos.
Con lo que recolecta diariamente, paga los 600 pesos de un cuarto: “Ahí duermo, como algo, mientras junto dinero para otro coyote que me ayude a pasar por San Luis Río, Colorado”.
Violan sus derechos
Entre mil y tres mil extranjeros transitan por Zacatecas diariamente, la gran mayoría a bordo del tren de la empresa Ferromex, según comentó el diputado migrante, José Juan Estrada Hernández.
Estos indocumentados de Centro y Sudamérica arriban al territorio zacatecano por Aguascalientes pasando por el centro del estado de hasta llegar a Mazapil, municipio que colinda con Durango y Coahuila.
Algunos indocumentados que bajan del tren en Zacatecas, son mantenidos ilegalmente por periodos de hasta más de 15 días en el centro de detención del INM para luego ser deportados, denunció el diputado local migrante, José Juan Estrada Hernández.
El Sol de Zacatecas solicitó información oficial o una entrevista con alguna autoridad de dicho Instituto para obtener su versión sobre el trato que se da a los migrantes, sin embargo, la petición no fue respondida.
Aunque sólo una minoría llega a ser “detenida” o “rescatada” por corporaciones federales, insistió en que se trata de una violación que no debe permitirse más: “Sólo pueden ser detenidos 36 horas, y después de eso deberían ser puestos en libertad”, comentó en entrevista.
Las personas en tránsito que son detenidas, pueden acogerse a los sistemas de refugio en México, aunque en el caso de Zacatecas se tiene el obstáculo de que no hay oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
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“Transitar por el país sin documentos no es un crimen, la Suprema Corte de Justicia ya lo ha dicho muchas veces”, insistió el diputado.
Nueva Esperanza en Guadalupe
En un predio ubicado en la colonia Ojo de Agua, en el municipio de Guadalupe, Zacatecas, un grupo de 50 personas que integran el grupo Voluntarios Nueva Esperanza, desde hace mes y medio brindan apoyo a los migrantes obsequiándoles alimento, agua, ropa, material higiénico.
║ Con información de Ana Vacio y Rafael de Santiago | El Sol de Zacatecas
