A manera de paro, se convocó a que este lunes 9 de marzo ninguna mujer asistiera a trabajar, a la escuela o a realizar compras o pagos. Esto para mostrar a la sociedad el peso que tienen las mujeres en los círculos sociales y cómo afectaría su ausencia en el paro #UnDíaSinNosotras.
En el centro histórico de Zacatecas las calles lucen un tanto solas, hay menos tránsito vehícular de lo habitual y no parece un día cualquiera.
La ausencia de mujeres sobre las calles y en los comercios es evidente, algunas otras están en sus lugares de trabajo, como cualquier otro día pero seguras de apoyar #UnDíaSinNosotras.
Aunque miles de mujeres no asistieron a sus lugares de trabajo, algunas otras lo tuvieron que hacer, más que por gusto... por necesidad. Como es el caso de la señora Cristina Flores, que se dedica al comercio de plantas.
Ella es madre soltera, sus hijos están a su cuidado “yo nunca tengo descanso, tengo que echarle ganas para que mis hijos tengan estudio y que no sufran como yo”. Aunque para ella este 9 de marzo es como cualquier otro día, Cristina apoya al paro #UnDíaSinNosotras, y detrás de su puesto de plantas dice “somos mujeres y valemos mucho”.
María Concepción Medina, originaria del municipio de Trancoso, Zacatecas, es otra mujer comerciante que no dejó de lado sus labores y viajó hasta la capital zacatecana para ofrecer sus productos; nopales, miel y pipián se observan sobre la mesa que coloca en la Plazuela Genaro Codina.
“No pude dejar de trabajar porque me entregan el nopal para vender y debo salir, si no se me echa a perder”. Apoya el movimiento pero tuvo la necesidad de trabajar hoy, porque vive al día. Doña María Concepción dice enfática que ella demuestra su apoyo a #UnDíaSinNosotras desde su puesto.
Sobre la Avenida Hidalgo, de la capital del estado de Zacatecas, en una tienda de dulces típicos, María Elena Villalpando López explica por qué asistió a trabajar “estamos viendo que hay muy pocas ventas, es conciencia para ayudar, porque aquí a nosotras nos ayudan mucho, entonces es ayuda mutua”.
A pesar de que en su trabajo a María Elena y a sus compañeras no se les dio la opción de no asistir a laborar, “si me hubieran dado la opción de faltar a mi trabajo aún así hubiera venido, como cualquier otro día”.
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