Notre Dame en la historia; de la ficción a la realidad

La catedral de Notre Dame data del siglo XII, la construcción comenzó en 1163

Héctor Román│El Sol de Zacatecas

  · miércoles 15 de abril de 2020

La Catedral de Notre Dame fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1991 por la UNESCO / EFE

El 15 de abril del 2019, a las 18:20 horas sonó una de las alarmas de incendio en Notre Dame, mientras una misa se desarrollaba en la catedral, a las 18:43 horas volvieron a sonar. El incendio que consumiría parcialmente uno de los edificios más emblemáticos de París comenzaba.

- Notre Dame en la historia -

De estilo gótico francés, con grandes estructuras de piedra, coronada con una aguja de 96 metros y 750 toneladas, la Catedral de Notre Dame fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1991 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO por sus siglas en inglés).

La catedral de Notre Dame data del siglo XII, la construcción comenzó en 1163, para el año 1260 la catedral símbolo de los franceses estaba terminada casi en su totalidad, aunque para que estuviera completamente terminada debieron pasar varias décadas más, exactamente hasta 1345.

La aguja central, emblema de la catedral, fue desmontada en 1786 para ser reparada pues el tiempo la había desgastado.

Uno de los daños que ya había sufrido Notre Dame fue durante la Revolución Francesa, fue desacralizada y sus bienes fueron robados; además, sus bienes religiosos fueron profanados. Hasta aquí, Notre Dame hacía las veces de almacén.

Fue hasta el año 1802 que Napoleón ordenó que se devolviera su uso a la iglesia católica.

En el año 1871, durante la insurrección de la Comuna de París, que buscó instaurar en París una reforma política popular, la catedral fue parcialmente incendiada.

“Todos los ojos se alzaron hacia lo más alto de la iglesia y lo que vieron fue extraordinario. En la cumbre de la galería más alta, por encima del rosetón central, se erigía una gran llamarada que se elevaba entre los dos campanarios con un remolino de chispas, una gran llamarada descontrolada e iracunda a la que el viento le arrancaba, por momentos, jirones de humo... sus incontables esculturas de demonios y dragones se tornaron lúgubres; parecían azogados bajo el resplandor inquieto de las llamas”, es el incendio de Notre Dame que describió Víctor Hugo en 1831 en la novela Nuestra señora de París.

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