/ lunes 18 de junio de 2018

Coordenadas políticas

Agua embotellada

Se propuso exhortar a las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal y estatales, a implementar campañas de información y concientización para disminuir el consumo de agua embotellada o bebidas en envases de plástico (PET) y reforzar aquellas que promocionen la cultura del reciclaje.

Plantea además, solicitar a los poderes Legislativo y Judicial, Administración Pública Federal, congresos y ejecutivos locales, disminuyan gradualmente la distribución y el consumo de agua embotellada e implementen sistemas suficientes para la purificación de agua en sus áreas de trabajo.

Conforme al estudio de Kantar Wordl Panel, en 2016 México se convirtió en el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial y en 2017 ocupó esa posición en América Latina.

El año pasado, el 98 por ciento de los hogares mexicanos compraron agua embotellada, aproximadamente 1 mil 385 litros por hogar, que se traduce en un gasto monetario anual de 1 mil 315 pesos. Mientras que países como Chile y Colombia, compran alrededor de 37 y 39 litros en promedio, respectivamente.

En promedio, cada hogar mexicano suele consumir 80 garrafones de agua al año, modalidad más económica, ya que cada litro tiene un costo aproximado de 0.85 centavos, mientras que la presentación de botellas individuales representa más del doble del costo, adquiriéndose en 7.00 pesos por litro.

Conforme a los resultados del Módulo de Hogares y Medio Ambiente (Mohoma), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017 el 76.3 por ciento de los hogares mexicanos adquirieron agua embotellada o de garrafón, destinando por hogar un promedio de 52 pesos semanales.

Urge Código Territorial

Para atender la demanda de los constructores de Zacatecas que se desenvuelven en el sector de la vivienda, se requiere contar pronto con un nuevo código territorial y urbano que no sólo dicte normas actualizadas para el crecimiento de las ciudades, sino que además permita a los ayuntamientos delimitar terrenos adecuados para desarrollar fraccionamientos.

La propuesta de reglamento presentado al congreso local desde marzo, busca frenar el crecimiento exponencial y desordenado de la mancha urbana de ciudades como Guadalupe, el cual es provocado en parte por los constructores de casas que se enfocan sólo en la rentabilidad económica.

El documento no sólo se enfoca en la ubicación sustentable de los fraccionamientos, sino en muchas otras características que van desde especificar el ancho de la banqueta y de la calle, hasta el número de pisos que puede tener un edificio para evitar afectaciones a los vecinos.

También busca especificar las áreas comunes que deberá cada colonia, las características de los servicios públicos, con la obligación de que algunos sean de suministro subterráneo.

Cabe recordar que integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) culparon recientemente a la falta de reserva territorial y a las trabas burocráticas, por el déficit de producción de casas.


Agua embotellada

Se propuso exhortar a las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal y estatales, a implementar campañas de información y concientización para disminuir el consumo de agua embotellada o bebidas en envases de plástico (PET) y reforzar aquellas que promocionen la cultura del reciclaje.

Plantea además, solicitar a los poderes Legislativo y Judicial, Administración Pública Federal, congresos y ejecutivos locales, disminuyan gradualmente la distribución y el consumo de agua embotellada e implementen sistemas suficientes para la purificación de agua en sus áreas de trabajo.

Conforme al estudio de Kantar Wordl Panel, en 2016 México se convirtió en el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial y en 2017 ocupó esa posición en América Latina.

El año pasado, el 98 por ciento de los hogares mexicanos compraron agua embotellada, aproximadamente 1 mil 385 litros por hogar, que se traduce en un gasto monetario anual de 1 mil 315 pesos. Mientras que países como Chile y Colombia, compran alrededor de 37 y 39 litros en promedio, respectivamente.

En promedio, cada hogar mexicano suele consumir 80 garrafones de agua al año, modalidad más económica, ya que cada litro tiene un costo aproximado de 0.85 centavos, mientras que la presentación de botellas individuales representa más del doble del costo, adquiriéndose en 7.00 pesos por litro.

Conforme a los resultados del Módulo de Hogares y Medio Ambiente (Mohoma), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017 el 76.3 por ciento de los hogares mexicanos adquirieron agua embotellada o de garrafón, destinando por hogar un promedio de 52 pesos semanales.

Urge Código Territorial

Para atender la demanda de los constructores de Zacatecas que se desenvuelven en el sector de la vivienda, se requiere contar pronto con un nuevo código territorial y urbano que no sólo dicte normas actualizadas para el crecimiento de las ciudades, sino que además permita a los ayuntamientos delimitar terrenos adecuados para desarrollar fraccionamientos.

La propuesta de reglamento presentado al congreso local desde marzo, busca frenar el crecimiento exponencial y desordenado de la mancha urbana de ciudades como Guadalupe, el cual es provocado en parte por los constructores de casas que se enfocan sólo en la rentabilidad económica.

El documento no sólo se enfoca en la ubicación sustentable de los fraccionamientos, sino en muchas otras características que van desde especificar el ancho de la banqueta y de la calle, hasta el número de pisos que puede tener un edificio para evitar afectaciones a los vecinos.

También busca especificar las áreas comunes que deberá cada colonia, las características de los servicios públicos, con la obligación de que algunos sean de suministro subterráneo.

Cabe recordar que integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) culparon recientemente a la falta de reserva territorial y a las trabas burocráticas, por el déficit de producción de casas.