/ lunes 16 de julio de 2018

Coordenadas políticas

Equipos de videovigilancia

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados, afirma que en México hace falta una legislación federal para enmarcar el funcionamiento de los dispositivos de vigilancia a nivel nacional y definir criterios de instalación, administración y gestión.

Sin embargo, la proliferación de sistemas de videovigilancia hace necesario construir un marco normativo que limite y regule su uso, lo que implica una legislación formal federal, códigos de prácticas, estándares técnicos y la intervención de los diferentes niveles de gobierno, precisa.

En el documento “Vigilar sin castigar. Un panorama de la videovigilancia en México”, indica que mucho se ha discutido sobre el fin que persiguen estos sistemas debido a la ineficiencia en la reducción de la criminalidad en ciudades que han decidido invertir en ellos con el propósito de ser seguras, resolver cualquier problema (delictivo) y convertirse en un polo de atracción y confianza para el turismo.

La legislación sobre el uso de la videovigilancia, abunda, es todavía incipiente en México; se centra en los temas relativos a privacidad y la protección de datos personales, pero deja de lado los efectos sociales.

CESOP resalta que aunque se registró una disminución en la incidencia de delitos de alto impacto, ello no se puede atribuir a la existencia de cámaras de videovigilancia.

Asegura que “la proliferación del uso de estos sistemas tiene un elevado potencial simbólico para transmitir una imagen de capacidad y de acción política”. No obstante, precisa, “van en detrimento del derecho a la libertad y privacidad de quien habita las ciudades custodiadas por el lente”.

De acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2017, al cierre de 2016 se reportó la existencia de 36 mil 194 cámaras de vigilancia en el país.

En tanto, el Estado de México ocupó la segunda posición en número de cámaras con 10 mil, seguido de Guanajuato con dos mil 189. Baja California Sur y Aguascalientes menores cifras, y de Campeche y Tamaulipas no se dispuso información.

Insuficientes unidades de limpia

A pesar de los esfuerzos realizados durante la actual administración del municipio de Zacatecas, en la cual se hizo la adquisición de varios camiones recolectores de basura, estos siguen siendo insuficientes para cubrir la demanda de la población.

Uno de los problemas que agravan la situación es el de las recurrentes averías de las unidades. De los 51 que tiene el departamento de recolección, 4 camiones están en el taller por fallas en el motor, lo cual llega a mantenerlos fuera de funcionamiento hasta por un mes.

Al día se producen 120 toneladas de basura en la capital, de las cuales 60 son llevadas a la estación de la comunidad de Bracho y el resto se dejan directamente en la estación de transferencia.

Ante la cantidad tan grande de residuos ha sido necesario doblar turnos o dar el servicio en horarios vespertinos e incluso nocturnos.

Recientemente el secretario de Servicios Públicos del ayuntamiento capitalino, Miguel Félix Carrillo lamentó que la falta de camiones recolectores impide atender las zonas de la ciudad con mayor demanda.


Equipos de videovigilancia

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados, afirma que en México hace falta una legislación federal para enmarcar el funcionamiento de los dispositivos de vigilancia a nivel nacional y definir criterios de instalación, administración y gestión.

Sin embargo, la proliferación de sistemas de videovigilancia hace necesario construir un marco normativo que limite y regule su uso, lo que implica una legislación formal federal, códigos de prácticas, estándares técnicos y la intervención de los diferentes niveles de gobierno, precisa.

En el documento “Vigilar sin castigar. Un panorama de la videovigilancia en México”, indica que mucho se ha discutido sobre el fin que persiguen estos sistemas debido a la ineficiencia en la reducción de la criminalidad en ciudades que han decidido invertir en ellos con el propósito de ser seguras, resolver cualquier problema (delictivo) y convertirse en un polo de atracción y confianza para el turismo.

La legislación sobre el uso de la videovigilancia, abunda, es todavía incipiente en México; se centra en los temas relativos a privacidad y la protección de datos personales, pero deja de lado los efectos sociales.

CESOP resalta que aunque se registró una disminución en la incidencia de delitos de alto impacto, ello no se puede atribuir a la existencia de cámaras de videovigilancia.

Asegura que “la proliferación del uso de estos sistemas tiene un elevado potencial simbólico para transmitir una imagen de capacidad y de acción política”. No obstante, precisa, “van en detrimento del derecho a la libertad y privacidad de quien habita las ciudades custodiadas por el lente”.

De acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2017, al cierre de 2016 se reportó la existencia de 36 mil 194 cámaras de vigilancia en el país.

En tanto, el Estado de México ocupó la segunda posición en número de cámaras con 10 mil, seguido de Guanajuato con dos mil 189. Baja California Sur y Aguascalientes menores cifras, y de Campeche y Tamaulipas no se dispuso información.

Insuficientes unidades de limpia

A pesar de los esfuerzos realizados durante la actual administración del municipio de Zacatecas, en la cual se hizo la adquisición de varios camiones recolectores de basura, estos siguen siendo insuficientes para cubrir la demanda de la población.

Uno de los problemas que agravan la situación es el de las recurrentes averías de las unidades. De los 51 que tiene el departamento de recolección, 4 camiones están en el taller por fallas en el motor, lo cual llega a mantenerlos fuera de funcionamiento hasta por un mes.

Al día se producen 120 toneladas de basura en la capital, de las cuales 60 son llevadas a la estación de la comunidad de Bracho y el resto se dejan directamente en la estación de transferencia.

Ante la cantidad tan grande de residuos ha sido necesario doblar turnos o dar el servicio en horarios vespertinos e incluso nocturnos.

Recientemente el secretario de Servicios Públicos del ayuntamiento capitalino, Miguel Félix Carrillo lamentó que la falta de camiones recolectores impide atender las zonas de la ciudad con mayor demanda.