/ martes 18 de junio de 2024

Crónica del poder / Confianza y optimismo debe sembrar la nueva gobernanza

Efectivamente, tras las elecciones del 2 de junio otro es el escenario en Zacatecas con apuntada tendencia favorable en lo federal, lo que implica un marcado optimismo sobre la virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, para que sean retomados los compromisos que la 4ta. transformación tiene con los zacatecanos; y una nueva correlación de fuerzas en el horizonte estatal y municipalista que necesariamente obligan a los Poderes Ejecutivo y Legislativo a una recomposición de fortalecimiento para que de inmediato se promueva un relanzamiento de las estrategias de desarrollo y que el Poder Judicial se prepare a participar en la hazaña reformista por su autonomía o supeditación.

Un desenlace de la elección intermedia que fue previsible y que por errores estratégicos desde los partidos en el poder, se cumplió con la pérdida de los polos políticos y de crecimiento económico que significan Fresnillo, Jerez, Zacatecas Capital y Guadalupe en el umbral, no deben ser causa de pesimismo, al contrario, la capacidad de diálogo y la vigorosa y creativa interlocución han de aprovechar la valiosa pluralidad para conjuntar los esfuerzos de las diferencias ideológicas, que sin duda mantienen firme voluntad política para anteponer el interés superior del estado por encima de los intereses de partido o particulares municipalistas, que también son prioritarios.

Lo importante es consolidar un ambiente de estabilidad, una atmósfera de certidumbre que con el respaldo de los sectores productivos y progresistas, admiten las nuevas condiciones regionales que la Nueva Gobernanza no puede prescindir para dar continuidad y acelerar los planes de desarrollo, y en este escenario la sociedad, los gobernados, confían en que David Monreal Ávila reasuma el compromiso de encarar la actual emergencia, como así procede exitoso hacia la pacificación del estado, con la gradual superación de la violencia e inseguridad marcadas por la negativa percepción, una experiencia con tono de firmeza que la gente, la sociedad reconoce y celebra.

El entusiasmo y la confianza que en este sentido imperan por el estado, más se extenderán si el Jefe del Ejecutivo decide un necesario sacudimiento de su gabinete, porque entre la población hay interés por ver signos de cambio hacia una mejor calidad de la función pública, que sobrevengan relevos vitalmente estratégicos en las áreas económica, turística, agropecuaria y de infraestructura, determinaciones que han de ser sustento de mayor credibilidad y confianza de la sociedad y ciudadanía en las instituciones de la nueva gobernanza y, hay que hacerlo porque éstos ya no son tiempos de complacencias o debilidades, nadie ha sido abatido, no hay triunfalismo ni derrotismo y sí la más firme convicción por impulsar con madurez y responsabilidad las más valiosas opciones de desarrollo y crecimiento que están en el aire.

Al mismo tiempo, la nueva camada de diputadas y diputados electos que conformarán la 65 Legislatura y donde Morena y Verde Ecologista son mayoría, que no han de restar valor a las minorías, sino que deben alcanzar la fórmula integradora y unificadora aún con sus diferencias, y con auténtica vocación democrática y el mayor compromiso con Zacatecas, consoliden la más respetable imagen y fortalecimiento institucional, para ya dejar atrás el desprestigio y la degradante descalificación de la actual "Legislatura de la Vergüenza". Los votos mandaron asumir esas decisiones.

Efectivamente, tras las elecciones del 2 de junio otro es el escenario en Zacatecas con apuntada tendencia favorable en lo federal, lo que implica un marcado optimismo sobre la virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, para que sean retomados los compromisos que la 4ta. transformación tiene con los zacatecanos; y una nueva correlación de fuerzas en el horizonte estatal y municipalista que necesariamente obligan a los Poderes Ejecutivo y Legislativo a una recomposición de fortalecimiento para que de inmediato se promueva un relanzamiento de las estrategias de desarrollo y que el Poder Judicial se prepare a participar en la hazaña reformista por su autonomía o supeditación.

Un desenlace de la elección intermedia que fue previsible y que por errores estratégicos desde los partidos en el poder, se cumplió con la pérdida de los polos políticos y de crecimiento económico que significan Fresnillo, Jerez, Zacatecas Capital y Guadalupe en el umbral, no deben ser causa de pesimismo, al contrario, la capacidad de diálogo y la vigorosa y creativa interlocución han de aprovechar la valiosa pluralidad para conjuntar los esfuerzos de las diferencias ideológicas, que sin duda mantienen firme voluntad política para anteponer el interés superior del estado por encima de los intereses de partido o particulares municipalistas, que también son prioritarios.

Lo importante es consolidar un ambiente de estabilidad, una atmósfera de certidumbre que con el respaldo de los sectores productivos y progresistas, admiten las nuevas condiciones regionales que la Nueva Gobernanza no puede prescindir para dar continuidad y acelerar los planes de desarrollo, y en este escenario la sociedad, los gobernados, confían en que David Monreal Ávila reasuma el compromiso de encarar la actual emergencia, como así procede exitoso hacia la pacificación del estado, con la gradual superación de la violencia e inseguridad marcadas por la negativa percepción, una experiencia con tono de firmeza que la gente, la sociedad reconoce y celebra.

El entusiasmo y la confianza que en este sentido imperan por el estado, más se extenderán si el Jefe del Ejecutivo decide un necesario sacudimiento de su gabinete, porque entre la población hay interés por ver signos de cambio hacia una mejor calidad de la función pública, que sobrevengan relevos vitalmente estratégicos en las áreas económica, turística, agropecuaria y de infraestructura, determinaciones que han de ser sustento de mayor credibilidad y confianza de la sociedad y ciudadanía en las instituciones de la nueva gobernanza y, hay que hacerlo porque éstos ya no son tiempos de complacencias o debilidades, nadie ha sido abatido, no hay triunfalismo ni derrotismo y sí la más firme convicción por impulsar con madurez y responsabilidad las más valiosas opciones de desarrollo y crecimiento que están en el aire.

Al mismo tiempo, la nueva camada de diputadas y diputados electos que conformarán la 65 Legislatura y donde Morena y Verde Ecologista son mayoría, que no han de restar valor a las minorías, sino que deben alcanzar la fórmula integradora y unificadora aún con sus diferencias, y con auténtica vocación democrática y el mayor compromiso con Zacatecas, consoliden la más respetable imagen y fortalecimiento institucional, para ya dejar atrás el desprestigio y la degradante descalificación de la actual "Legislatura de la Vergüenza". Los votos mandaron asumir esas decisiones.