Tras el registro por el Instituto Nacional Electoral del carro completo de Morena y sus aliados en el escenario federal, las dos senadurías para Saúl Monreal Ávila y Verónica Díaz Robles y las 4 diputaciones federales de Soledad Luévano Cantú, Julia Olguín Serna, Ulises Mejía Haro y Ana Luisa del Muro, el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas anunció la integración de lo que será la 65 Legislatura del Estado, los 18 diputados de mayoría relativa y 12 asignados por la vía plurinominal, 30 legisladores que han entrado en la perspectiva de superar la degradante y desprestigiada "Legislatura de la Vergüenza" que de plano nunca pudieron establecer ni hechos ni decisión para consolidar auténtica representación popular digna de los zacatecanos.
Serán 12 diputados locales por Morena; 5 priistas, 3 panistas, 3 del Partido del Trabajo; 2 verdes ecologistas, 2 del movimiento ciudadano; 2 para el PRD en extinción, acaba de perder su registro nacional; y uno de nueva alianza, una pluralidad política e ideológica muy desigual, pero que puede abrir una nueva y vigorosa etapa de rescate y restauración institucional y de la función legislativa, colectivamente comprometida con la gestión social y el impulso al desarrollo social, cultural, político y el crecimiento económico, con efectiva coordinación y respaldo al Ejecutivo Estatal, que todavía no los convoca a la reconciliación ni a las batallas por el interés superior de Zacatecas.
En Morena puede ser destacable la participación de Santos González Huerta, el posible coordinador de la fracción parlamentaria por su calidad académica, sin desconocer la amplia experiencia de Jesús Padilla Estrada, también apuntado para esa posición guía, y el fresnillense Martín Álvarez Casio, cuyos votos redujeron la franja del fracaso electoral en el Mineral; de los demás morenistas, no se puede esperar mucho, es el caso de Oscar Novella Macías que como diputado federal exhibió incapacidad legislativa y desinterés por respaldar al estado y Maribel Villalpando Haro, que por su decepcionante desempeño como Secretaria de Educación, se atisba mediocridad e irrelevancia.
Los liderazgos y las cualidades académicas y profesionales de los diputados electos del PT, Alfredo Femat Bañuelos, Renata Ávila Valadez y Alberto Nahle Sánchez, los colocan en expectativa alentadora y de fortalecimiento de los debates parlamentarios a favor de la cuarta transformación, sobre todo por la experiencia del Comisionado Nacional del Partido del Trabajo, que con lealtad a Claudia Sheinbaum Pardo, se bajó de la candidatura a diputado federal que tenía ganada, para que a la oportunidad legislativa accediera Ulises Mejía Haro; y claro, por el Movimiento Ciudadano mucho prometen y así lo esperan los zacatecanos, de Ana María Romo Fonseca, ex Secretaria de Finanzas, académica universitaria y ex candidata a gobernadora, y el actual dirigente del partido Marco Vinicio Flores Guerrero, ambos valiosos cuadros adelantados ya por el ex candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez en la ruta al 2027 por la gubernatura del estado.
De entre las mujeres, Ruth Calderón Babún, de Morena; Susana Barragán y Fernanda Georgia Miranda Herrera, se observan decididas a ser protagonistas; las panistas Karla Estrada García y María Teresa García, prometen combatividad opositora; y por el PRI, el dirigente estatal del PRI, Carlos Peña Badillo, solo promete mucho discurso y por la decadencia de su partido, lo más seguro es que sea arrastrado al vacío.
