/ miércoles 19 de junio de 2024

Crónica del poder / La crisis es de los partidos, no de la democracia social

Con oportunismo y desde el derrotismo el todavía senador José Narro Céspedes, puede opinar que en Zacatecas se vive una crisis democrática, pero incurre en una visión torcida del proceso electoral concurrente y desde su bastión, supuestamente social, el Frente Popular de Zacatecas, pretende exhibir talante democratizador que no tiene y omite reconocer que Claudia Sheinbaum Pardo ganó en el estado con amplio margen y que la votación alcanzó una participación ciudadana del 62 por ciento y sólo concentra sus dolencias en la presentación de impugnaciones en algunos distritos locales y en los municipios de Río Grande y Zacatecas Capital, procedimiento jurídico que lesiona la legitimidad del proceso, pero que no vulnera ni altera el perfeccionamiento de la vida democrática entre los zacatecanos.

El legislador tamaulipeco no acaba de entender que la crisis es de los partidos políticos, de todos, desde los del poder Morena y aliados, hasta los opositores del PAN, PRI y PRD, sobre todo en éste último, un reducto que ha sido de la izquierda y de donde provienen el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, Rosario Robles Berlanga, Amalia García Medina, Mario Delgado Carrillo, Marcelo Ebrard Casaubon, Alfonso Ramírez Cuéllar, Raymundo Cárdenas Hernández, hasta su odiado enemigo Ricardo Monreal Ávila, ejemplares ya vetustos de la clase política perredista que iniciaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Como es su costumbre, a toro pasado o a río revuelto, desde la barrera o desde la orilla de la corriente que arrastró con todos, Narro Céspedes aparece después de la tormenta para intentar restaurar un prestigio que cayó hasta lo más hondo durante el proceso interno para elección del candidato de Morena a Senador, frustración que más resintió porque otra vez le ganaron Los Monreal. Por eso se explica que la crisis en Zacatecas es democrática, sin advertir y menos reconocer que fue la sociedad movilizada, más que los partidos, la que decidió en las urnas por la Presidenta de la República, los senadores y diputados federales; los 58 ayuntamientos y 30 diputados locales.

Los ciudadanos salieron el 2 de junio a rechazar con su voto la violencia e inseguridad y provocaron vuelcos en los municipios más importantes, las cabeceras distritales federales de Fresnillo, Jerez, Zacatecas Capital y Guadalupe, con el sufragio la gente rechazó las prácticas de guerra sucia, el discurso de odio, la incesante confrontación y la degradación del quehacer político, una lección democrática que otra vez provocó alternancia y que como ciudadanos libres hicieron a un lado los membretes partidistas y han generado un proceso de más legitimidad, confiabilidad y credibilidad que de un momento a otro será sancionado por las autoridades electorales federal y estatal.

Mejores expresiones y declaraciones puede reproducir el Senador José Narro Céspedes, si ya se suma a los esfuerzos gubernamentales de David Monreal Ávila y se integra a la nueva y vigorosa estrategia de pacificación del estado y a proponer estrategias e ideas para dejar atrás la elección y sus legítimos resultados y fortalecer el desarrollo social, económico y cultural, el bienestar de las familias, comunidades y municipios, o cansarse de esperar su sueño por llegar a SEGALMEX o de perdido a la Subsecretaría de Agricultura, el ansiado futurismo.

Con oportunismo y desde el derrotismo el todavía senador José Narro Céspedes, puede opinar que en Zacatecas se vive una crisis democrática, pero incurre en una visión torcida del proceso electoral concurrente y desde su bastión, supuestamente social, el Frente Popular de Zacatecas, pretende exhibir talante democratizador que no tiene y omite reconocer que Claudia Sheinbaum Pardo ganó en el estado con amplio margen y que la votación alcanzó una participación ciudadana del 62 por ciento y sólo concentra sus dolencias en la presentación de impugnaciones en algunos distritos locales y en los municipios de Río Grande y Zacatecas Capital, procedimiento jurídico que lesiona la legitimidad del proceso, pero que no vulnera ni altera el perfeccionamiento de la vida democrática entre los zacatecanos.

El legislador tamaulipeco no acaba de entender que la crisis es de los partidos políticos, de todos, desde los del poder Morena y aliados, hasta los opositores del PAN, PRI y PRD, sobre todo en éste último, un reducto que ha sido de la izquierda y de donde provienen el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, Rosario Robles Berlanga, Amalia García Medina, Mario Delgado Carrillo, Marcelo Ebrard Casaubon, Alfonso Ramírez Cuéllar, Raymundo Cárdenas Hernández, hasta su odiado enemigo Ricardo Monreal Ávila, ejemplares ya vetustos de la clase política perredista que iniciaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Como es su costumbre, a toro pasado o a río revuelto, desde la barrera o desde la orilla de la corriente que arrastró con todos, Narro Céspedes aparece después de la tormenta para intentar restaurar un prestigio que cayó hasta lo más hondo durante el proceso interno para elección del candidato de Morena a Senador, frustración que más resintió porque otra vez le ganaron Los Monreal. Por eso se explica que la crisis en Zacatecas es democrática, sin advertir y menos reconocer que fue la sociedad movilizada, más que los partidos, la que decidió en las urnas por la Presidenta de la República, los senadores y diputados federales; los 58 ayuntamientos y 30 diputados locales.

Los ciudadanos salieron el 2 de junio a rechazar con su voto la violencia e inseguridad y provocaron vuelcos en los municipios más importantes, las cabeceras distritales federales de Fresnillo, Jerez, Zacatecas Capital y Guadalupe, con el sufragio la gente rechazó las prácticas de guerra sucia, el discurso de odio, la incesante confrontación y la degradación del quehacer político, una lección democrática que otra vez provocó alternancia y que como ciudadanos libres hicieron a un lado los membretes partidistas y han generado un proceso de más legitimidad, confiabilidad y credibilidad que de un momento a otro será sancionado por las autoridades electorales federal y estatal.

Mejores expresiones y declaraciones puede reproducir el Senador José Narro Céspedes, si ya se suma a los esfuerzos gubernamentales de David Monreal Ávila y se integra a la nueva y vigorosa estrategia de pacificación del estado y a proponer estrategias e ideas para dejar atrás la elección y sus legítimos resultados y fortalecer el desarrollo social, económico y cultural, el bienestar de las familias, comunidades y municipios, o cansarse de esperar su sueño por llegar a SEGALMEX o de perdido a la Subsecretaría de Agricultura, el ansiado futurismo.